El mundo del cine y en general el del entretenimiento está de manteles largos, pues una de las franquicias más amadas, se encuentra celebrando su aniversario número 30. Como parte de los festejos por tan importante evento, te presentamos los que para nosotros, son los ocho momentos más épicos de las tres cintas que componen a la trilogía de Back to the Future.
Sabemos perfectamente que a nuestro listado le faltan algunas de estas memorables escenas, sin embargo, nos teníamos que limitar, de lo contrario, muy probablemente terminaríamos contándote todas las películas. Cuéntanos, ¿cuál es tu momento favorito?, ¿qué otro recuerdas que no está en este contenido?
En medio de la madrugada, el Doc Emmett Brown llama a Marty para que lo vea en el estacionamiento del Twin Pines Mall, pues tiene algo muy importante que enseñarle. Cuando el loco científico le cuenta de qué va todo al joven, éste no lo cree, esto claro, hasta que el pobre de Einstein el perro, es usado para experimentar en el primer viaje del DeLorean, viajando un minuto en el futuro. Ver las líneas de fuego dejadas por el auto luego de alcanzar 88 millas por hora, es una maravilla.
Darth Vader del planeta Vulcan Luego de que los primeros intentos por reunir a los padres de Marty no funcionaran, los dos protagonistas deciden que lo mejor es darle valor a George a través de una especie de sueño. El joven McFly se pone el traje anti radiación y decide visitar a su papá en medio de la noche. Con el objetivo de que el impacto sea mayor, le coloca una audífonos con música de Van Halen mientras dice la frase “Soy Darth Vader del planeta Vulcan”, por supuesto haciendo referencia a las dos sagas más importante de ciencia ficción en el mundo del entretenimiento.
Sin lugar a dudas, uno de los personajes más memorables de todo Back to the Future es Biff Tannen. Este antagonista se ganó el corazón de todos nosotros gracias a su increíble personalidad y por supuesto, enorme torpeza. Cada vez que este personaje intenta arruinar los planes de Marty, termina en alguna situación comprometedora como por ejemplo, quedar hundido en una montaña de estiércol. La escena se repite lo largo de las tres entregas en diferentes épocas del tiempo.
Viajar al pasado puede tener consecuencias verdaderamente peligrosas como por ejemplo, que tu madre joven sienta un tipo de cariño diferente por ti. Teniendo en cuenta que Lorraine es una niña educada y muy reservada, Marty no ve nada malo en llevarla al baile con el objetivo de que su padre haga méritos y pueda terminar enamorándose de ella; sin embargo, el viajero del tiempo no tenía en cuenta que la hormona de su progenitora se desatara de tal manera, asunto que causó uno de los momentos más incómodos, pero divertidos que nos ha tocado ver en el cine.
Los viajes en el tiempo de los protagonistas de Back to the Future afectaron mucho más que solo sus vidas y las de los seres que los rodeaban, incluso sirvieron para forjar la historia del rock. Después de que las cosas no salen tan bien durante el baile que vemos en la primera entrega de la saga, Marty se ve forzado a subir al escenario, en donde interpreta Johnny B. Goode, cosa que encanta a uno de los integrantes de la banda que lo acompañan y que curiosamente, resulta ser primo del legendario Chuck Berry, quien por supuesto, es informado sobre el “nuevo ritmo descubierto”.
Después de haber sorteado toda clase de dificultades y enredos, el Doc Brown tiene que improvisar un poco para conseguir que al menos Marty, pueda regresar al futuro. Debido a que el DeLorean se quedó sin gasolina, el científico elabora un complicado plan para usar la energía del rayo que golpea la torre del reloj para impulsar el auto a las 88 millas por hora. Luego de conseguir que lo anterior funcione de manera milagrosa, Marty reaparece segundos después para dejar todo en un emocionante cliffhanger.
Conseguir salir bien librados del autentico enredo que se hizo en la primera Back to the Future, no fue cosa sencilla. A pesar de todos los peligros que vivieron los dos protagonistas, no pierden tiempo para aventurarse de nueva cuenta. Cuando Marty encuentra que todo lo que cambiaron en el pasado le hizo bien a su familia, el Doc Brown llega de nueva cuenta, diciéndole que ahora, necesitan ir al futuro, pues algo pasa con los hijos que tuvo con Jennifer. Cuando éste le advierte al científico que no tienen espacio para alcanzar las 88 millas por hora para iniciar su viaje, se le dice la famosa frase “A donde vamos, no necesitamos caminos”, acto seguido, el DeLorean doblan las llantas y comienza a volar.
La cantidad de problemas y angustias que la famosa máquina del tiempo hizo pasar a los dos protagonistas, causó que su creador comenzara a odiar el momento en la que la inventó. Después de sobrevivir al loco paseo en la locomotora que impulsa al DeLorean por las vías en el salvaje oeste, Marty regresa sano y salvo de nueva cuenta a 1985. Justo cuando esto pasa, un tren se encontraba recorriendo ese lugar, haciendo que el joven viajero tuviera que salir rápidamente del auto para que después, éste quedara hecho pedazos. Por supuesto que el Doc termina construyendo una nueva máquina en forma de tren volador que aparece al final de la tercera entrega.
