Por: Javier Cortés (@Jeips)
La recta final de este 2014, ha sido de muchas alegrías para los fanáticos de la ciencia ficción. Con Interstellar, Christopher Nolan ratificó el género como un motor de ideas que no conoce barreras, llevándonos a imaginar el desenlace mismo de la humanidad, lo que quizás no se ilustraba de manera tan impresionante desde 2001: A Space Odyssey. Por otro lado, J.J. Abrams nos puso a babear con el primer teaser de Star Wars: The Force Awakens; minuto y medio de belleza pura. Finalmente, Skydance Productions sigue promoviendo el género, pues además de la última entrega de Star Trek, están próximos a estrenar Terminator Genisys, la quinta entrega de la franquicia que este año cumple ya tres décadas.
Para celebrar este momento glorioso que vive la ciencia ficción en la pantalla grande, te presentamos una lista de los que consideramos los mejores robots.
En 1956, el cine de invasiones alienígenas y bestias descomunales inundaba Hollywood. En ese año apareció Forbidden Planet, un clásico de culto instantáneo, que si no has visto, quizás seguro reconozcas por su icónica portada. Ese es Robby, la creación de 2.1 metros del misterioso Dr. Morbius, un excéntrico científico que vive en el planeta Altair IV con su hija y Robby, una especie de mayordomo y perro guardián que fascina por su extrema seriedad y obediencia; sin embargo, el humor involuntario está siempre con él.
“Sorry, miss. I was giving myself an oiljob”.
Robby puede hablar en 187 idiomas, y sus tareas son limpiar la casa, manejar el coche atómico del Dr., y cocinar de una manera muy particular, pues con solo analizar una muestra de cualquier comida, Robby es capaz de memorizarla para su reproducción futura en cualquier tamaño y cantidad; por ello que la tripulación lo utilizó para que produjera 60 galones de whiskey. Pero lo grandioso de Robby es su estética vintage. Dos argollas girando al exterior de su cabeza, y tres esferas en el interior, le dan un encanto mecánico que hace obligatorio el mérito para Frankie Darro, el actor encargado de manejar al robot desde su interior.
La fama de Robby, le valió su spin off en The Invisible Boy, además de múltiples cameos en series de los sesenta como Lost In Space y The Twilight Zone.
Si Forbidden Planet fue un clásico instantáneo, 2001: A Space Odyssey estableció todo un canon de estereotipos en la ciencia ficción cinematográfica, siendo hoy tan laureada como lo fue en 1968, un año antes de que llegaramos a la Luna. Si aún no has visto la película, deja de leer este post y ve a rentarla (o descargarla) por respeto al género. Pero sí ya la viste, estarás de acuerdo en que HAL 9000 es un villano increíblemente completo. Sus características, van desde la simplicidad de ser un ojo rojo en las paredes de la nave (Kubrick tenía una obsesión con el rojo), hasta la elegancia e ironía en su voz, interpretada magistralmente por Douglas Rain, logrando materializar una soberbia similar a la de los antagonistas de Bond.
“I am putting myself to the fullest possible use, which is all I think that any conscious entity can ever hope to do”.
Las iniciales HAL, obedecen a Heuristically programmed ALgorithmic computer, y no a IBM como se dice en la cultura popular, ya que IBM son las letras consecutivas en el alfabeto de HAL. Entre sus habilidades, está jugar ajedrez (otra de las obsesiones de Kubrick), y leer los labios, algo muy desafortunado para los protagonistas de la película. Así, HAL está a cargo de la misión más avanzada jamás hecha por el hombre, desde los controles de la nave, hasta las funciones vitales de la tripulación. Después de ver la película, uno jamás puede volver a concebir la inteligencia artificial igual.
La historia de HAL, continúa en 2010: The Year We Make Contact, y además ya está en el horno una serie basada en las entregas posteriores de la saga literaria de Arthur C. Clarke.
Obviamente, no podía quedar fuera de esta listado Star Wars. Aunque C3PO y R2D2 son continuamente tomados como un binomio, creemos que cada uno tiene demasiada personalidad y merecen ser considerados por aparte. R2, es estrictamente un droide, diseñado por Ralph McQuarrie y John Stears, y obra material de Tony Dyson. Si bien nuestro pequeño amigo no tiene voz, sí emite su propio lenguaje, que fue diseñado en un sintetizador análogo ARP 2600, trabajo de Ben Burtt. Para darle vida a este personaje, George Lucas echó mano de Kenny Baker, un actor inglés de 1.12 metros de altura que habitó en el interior de R2.
Las habilidades y aventuras de este personaje en el mundo de Star Wars son incontables; sólo él y C3PO aparecen en las seis entregas. Limitándonos al Episodio IV, el que lo vio nacer, su función comienza transmitiendo un videomensaje de auxilio de la Princesa Leia. Durante el rescate, salva a todos al desactivar un compresor de basura con sus gadgets, y por si fuera poco, es el escudero de Luke en su XWing al destruir la Estrella de la Muerte. Si tuviéramos que describir a R2D2 con una analogía, sería como la apoteosis de las navajas suizas.
Esto solo son los highlights de una de seis películas. Su popularidad y la de C3PO, fue tal que Lucasfilm Ltd. les produjo su propia serie animada, Star Wars Droids: The Adventures of R2D2 and C3PO. En un año, volverán a la pantalla grande en The Force Awakens.
Los robots, siempre han encantado por ser ventanas al futuro y picos de tecnología, pero en Terminator 2: The Final Judgement, el cyborg T800 se imprimió en nuestra memoria por su lado humano. Sin duda alguna en el papel que marcó su carrera, Arnold Schwarzenegger reinventó al villano deshumanizado y sin escrúpulos de la primera entrega. El T800, en sus propias palabras, es una unidad de infiltración; mitad humano, mitad máquina; es un chasis de guerra controlado por microprocesador; y es un endoesqueleto metálico recubierto por tejido humano. Si a esto le sumamos una Harley y unos RayBan al ritmo de Bad To The Bone, el modelo 101 es quizás el héroe más badass que recordemos.
“Hasta la vista… baby”.
Para el T800, los peligros no existen, las desventajas no importan, y por más adversa que sea la situación, él dará la vida por ti, de hecho, la dará por toda la humanidad, y no, no lo mandó dios desde el cielo, lo envió John Connor del futuro para protegerlo siendo un niño. Más allá de que lo sabe todo, pues tiene archivos detallados, es capaz de aprender y reflexionar sobre el comportamiento humano, desde porqué lloramos hasta porqué nos destruimos. El desenlace del T800, bien podría ser el clímax del mayor drama, e incluso hasta sacarnos una lagrima de cocodrilo. Más que un guardaespaldas, el papel de Scwarzenegger se asemeja al de un padre.
El T800, evolucionó a T850 en la tercera película, además de aparecer en un pequeño pero increíble cameo en Terminator Salvation. El próximo año, lo veremos de vuelta en Terminator Genisys.
Como dijimos en la introducción, Interstellar nos hizo recordar a 2001 en distintos niveles, y uno de ellos fue la inteligencia artificial. TARS, es un súperrobot capacitado para resolver cualquier tipo de situación, tanto algorítmica como salvaje. ¿Un rescate contrarreloj en la superficie del agua?, no hay problema; ¿interpretar las singularidades de un hoyo negro?, en clave morse, por favor. En pocas palabras, TARS cumple con aquél dicho que dice: al cliente lo que pida.
Además de la voz de Bill Irwin, el diseño artístico de TARS es increíble. Está compuesto por cuatro barras verticales, algo así como un Kit Kat metálico que irradia carisma de sólo verlo andar, pero que sobretodo lo hace un personaje original, pues no se había visto un diseño similar antes. Para sazonar la personalidad del robot, Nolan tuvo la genialidad de añadirle un toque de humor, lo que termina de enganchar a la audiencia con este increíble personaje.
“Everybody good?… plenty of slaves for my robot colony?…”.
No es probable que haya una secuela de Interstellar, pero podemos ver a KIPP, un modelo idéntico al de TARS, en Absolute Zero, el cómic precuela de la película.
