Dragon Ball Super llegó a su final el pasado fin de semana con un episodio increíble con el que concluyó el tan trepidante Torneo del poder. Aunque éste llegó a ser predecible para muchos y el desenlace que mostró fue uno que varios ya vislumbraban, eso no impidió que el capítulo mostrara increíbles momentos, siendo algunos de ellos de los mejores de toda la serie y otros más con genial fanservice.
Sin importar si fuiste fan o no del anime, nadie puede negar que el último episodio de Dragon Ball Super fue asombroso, emocionante y que dio cierre a su historia de una manera más que digna y memorable. Por ello y porque simplemente seguimos emocionados con lo que vimos, es que decidimos enlistar los mejores momentos de los que fuimos testigos en el capítulo.
El episodio comenzó con un genial momento de tensión en el que Freezer y No. 17 – de cuyas apariciones de por si sorprendieron a todos – tuvieron que salir a dar la casta por el equipo del universo siete al intentar derrotar a un ya malherido Jiren, guerrero al que Gokú estuvo a nada de vencer. Si bien el estado de los tres guerreros hacía creer que las cosas estarían parejas, tanto el emperador del universo como el androide sabían que el guerrero de las tropas del orgullo seguía siendo más poderoso y fue por eso que, a su manera, unieron fuerzas para combatirlo.
Aunque es verdad que Jiren logró resistir los ataques y que al final volvió a acorralar a sus rivales, también lo fue que tanto Freezer como 17 lo lograron poner en muy serios aprietos.
Justo cuando creímos que la dupla entre Freezer y 17 no había dado resultados y que Jiren lograría sacarlos de la plataforma, de la nada y de manera más que heroica – y predecible, por qué no – apareció el buen Gokú para unírseles en su intento por aguantar el ataque de su oponente.
Más allá de ver al querido saiyajin levantarse por enésima vez para pelear, lo que hizo memorable a este momento fue que Gokú lo hiciera en un pésimo estado en el que apenas y le quedaban energías, así como al hecho de que él mismo reconocía que necesitarían trabajar los tres juntos para así aspirar a vencer a Jiren. Ver que nuestro héroe es capaz de reconocer sus debilidades y aceptar que hasta él requiere de la ayuda de los demás – sobre todo en los momentos más cruciales – es algo que simplemente digno de admirarse.
Cuando inició la saga del Torneo del poder y nos enteramos que Freezer se uniría al equipo de Gokú, muchos no dudaron en teorizar que, durante la justa, llegaría a haber un momento en el que el temible emperador del universo aprovecharía el caos para así traicionar fríamente a nuestro héroe. Para sorpresa de todos esto no terminó ocurriendo y, en su lugar, dio pie a ver una de las alianzas más inesperadas en toda la historia de Dragon Ball.
A lo largo de toda la obra de Toriyama hemos visto a varios villanos pasarse al lado de los buenos y unirse al equipo de Gokú; aunque claro, solamente a algunos ya que hay otros que prefirieron quedarse como antagonistas. Por ello, ver a Freezer y Gokú trabajar en equipo por una causa mutua fue uno de los momentos más inesperados y uno de los mejores de todo el capítulo.
Hubo un momento de gran tensión y estrés durante el capítulo cuando vimos a Gokú y Freezer lanzarse en contra de Jiren para así sacarlo de la pista. Luego de esperar unos pocos segundos en silencio por saber lo que había ocurrido, la serie nos mostró rápidamente a los del universo siete aparecer en las gradas de espectadores como señal de haber sido eliminados. Cuando ésto sucedió, muchos se espantaron por unos breves instantes al ver que los guerreros más poderosos del equipo terrícola habían sido descalificados; por suerte, dicha confusión se convirtió en algarabía cuando de inmediato vimos aparecer a Jiren junto a ellos.
Dicho momento fue corto pero bastó para que millones pegaran el grito de alegría en el cielo ya que marcó la victoria de los del universo siete, y todo gracias a que No. 17 seguía estando presente en la arena de combate. Fue un momento de emoción equiparable incluso con el de un triunfo deportivo.
Desde su aparición, Jiren se postró siempre como el guerrero más fuerte del Torneo del poder y como el verdadero rival a vencer, aunque también como uno solitario y que luchaba por su propia causa, siempre ignorando y despreciando cualquier tipo de ayuda de sus compañeros. Conforme fue avanzando la saga, nos fuimos enterando de las razones por las que Jiren era de esa manera y que lo condujeron a volverse tan poderoso. Por ello y una vez que fue vencido resultó grato ver que, pese a sus creencias y manera de ser, sus compañeros se sentían orgullosos de él y agradecidos por todo el esfuerzo que les brindó y que los hizo llegar tan lejos.
Con todo y su egoísta manera de actuar, Jiren se ganó la admiración y respeto de todos sus colegas y hasta de sus rivales, quienes por fin entendían las razones que hicieron de él lo que era.
No. 17 fue, sin duda, el jugador más valioso de todo este juego al que los Zeno-sama decidieron bautizar como el Torneo del Poder, y eso no vino más que acentuarse más cuando al final el androide se postró como el único peleador que quedó al interior de la ya destruida plataforma. Técnicamente No. 17 fue el ganador absoluto de la competencia, título que se ganó a pulso tras todas las acciones que hizo y que se volvieron determinantes para las aspiraciones de triunfo del universo siete. En verdad da gusto ver que hasta Toei sabía del papel que jugó 17 y que lo hayan reconocido al colocarlo como el gran ganador.
Pero como si haber sido el campeón y el peleador del torneo más influyente no hubieran suficiente, No. 17 volvió a sorprendernos una vez más al final del mismo cuando en la “ceremonia” de premiación pidió que su deseo fuera revivir a los universos aniquilados y no el viaje en crucero que tanto deseaba. Con ese simple gesto de humildad, el androide se ganó el respeto de todo el mundo, hasta de los mismos dioses.
El deseo de No. 17 trajo de nuevo a la vida a todos los universos que fueron borrados tras el torneo. En sí el momento fue breve pero por unos momentos vimos como todos éstos se sentían aliviados y agradecidos de haber sido salvados por los del universo siete a quien tanto habían despreciado desde el inicio. Pero lo que deja un mejor sabor de boca de este momento fue observar a aquellos peleadores que se vieron influenciados por las acciones de Gokú y sus amigos reconocer el gesto brindado hacia ellos y, aún más importante, su deseo por volver a verlos en el futuro.
Como si se tratara de un simple juego del destino, al final del torneo y una vez con el deseo de No 17 cumplido nos enteramos que el resultado de la competencia había sido predicho por el propio Zeno-sama. Si bien es verdad que el Torneo el poder se había hecho para darse cuenta de cuáles eran los universos más débiles y con un nivel de vida más bajo, hasta el final nos enteramos de que el mismo era también una especie de escarmiento para todos ya que los dioses sabían que el ganador se compadecería de sus rivales y pedirían revivirlos; bueno, siempre y cuando quien solicitará el deseo fuera alguien virtuoso ya que, de haber sido lo contrario y pedido algo egoísta, todos los universos habrían sido eliminados por completo. Estamos seguros que ese simple detalle muchos no se la veían venir, ¿verdad?
El temible Freezer fue otro personaje que sorprendió a propios y extraños ya que jugó un papel preponderante en la justa, sobre todo en su recta final. Debido a esto y al hecho de que jamás traicionó a sus compañeros (sino todo lo contrario) fue que tanto Bills como Whis decidieron premiarlo con lo que más anhelaba: su resurrección. Obviamente esto no fue del agrado de ninguno de los demás integrantes del universo siete, mucho menos cuando el villano dijo que no planeaba dejar de hacer fechorías con esta nueva oportunidad que se le brindaba.
Más allá de los chusco del momento, éste se convirtió en uno de los más memorables ya que, al final del capítulo, dio pie a una breve escena con la que se insinúa el retorno de Freezer como un antagonista en la próxima película a estrenarse en diciembre. Visto de otra manera, se trato de una especie de adelanto de lo que nos espera en el futuro.
Y ya para rematar el episodio, vimos un encuentro “amistoso” entre Gokú y Vegeta en el que, además de enfrentarse entre sí, discutían sobre sus poderes recién adquiridos y la manera en la que buscarían dominarlos para así volverse más fuertes
Como tal el final habría sido demasiado simple de no haber sido por el hecho de que dentro del mismo los animadores le rindieron tributo al primer duelo que los dos saiyajines tuvieron en la serie; esto es dentro de un lugar rocoso, con vestimentas más que similares a las de aquella pelea y hasta con los dos haciendo las mismas poses que adoptaron previo a esa choque. Si duda se trato de un momento que hizo a muchos viajar en el tiempo para así recordar los orígenes de la rivalidad entre estos dos queridos personajes.