Los años noventa fueron por demás importantes para el cine popular, pues nuevas y por demás revolucionarias tecnologías comenzaban a ver la luz en varias de las producciones más importantes de Hollywood. Muy probablemente, quien llevó el tema de los efectos especiales a un nuevo nivel fue Jurassic Park, cinta estrenada en 1993 que se convirtió en todo un fenómeno que no tardó en expandirse hacia medios diferentes como por ejemplo, los videojuegos.
El trabajo de Steven Spielberg ha recibido un sin fin de interpretaciones por medio de los videojuegos, unas que le hacen justicia a la gran tradición que instituyó Jurassic Park, mientras que otras, lo mejor hubiera sido que no llegaran al mercado. Como parte de nuestros contenidos para celebrar el estreno de Jurassic World, nos dimos a la tarea de seleccionar las cinco mejores y cinco peores entregas basadas en esta serie.
Si eres fanático de Jurassic Park, seguramente disfrutas mucho de los parques temáticos y por supuesto, de los videojuegos en los que se nos permite construir uno de ellos. Después de varios intentos fallidos por lograr lo anterior, por fin llegó Blue Tongue Entertainment, estudio que de la mano de Konami nos entregó el fantástico Jurassic Park: Operation Genesis. El título lograba que el sueño de John Hammond y el de muchos de nosotros se volviera realidad, pues nos permitía ver cómo gracias a nosotros, este maravilloso mundo lleno de dinosaurios, podía funcionar como se planeó desde un inicio.
Durante 1993, año en el que se estrenó Jurassic Park, nadie hablaba de otra cosa que no fueran dinosaurios. Como parte de todo el proyecto, Universal ya tenía planeado lanzar un videojuego que aprovechara la emoción por la cinta. Ocean Software fue el estudio encargado de entregarnos Jurassic Park para el Super Nintendo, título de disparos y aventura con perspectiva área que cambiaba a primera persona cuando entrábamos a un edificio, que funcionaba de muy buena forma, presentando bellos sprites muy bien animados que nos hacían sentir parte de este fantástico universo.
Antes de que el odio comience por haber incluido a este juego en nuestra lista de mejores, quiero recalcar que en Metacritic, cuenta con una calificación aprobatoria, incluso es de los basados en Jurassic Park que más arriba están en la lista según su calificación. Aclarado lo anterior, tenemos que aceptar que a pesar de que Jurassic Park: The Game no está a la altura de otras experiencias desarrolladas por Telltale Games, la realidad es que tiene algunos momentos muy buenos. Creo que su mayor problema fueron las muy elevadas expectativas que se tuvieron de él y que al final, terminaron hundiéndolo en la opinión pública.
Para 1997, los juegos basados en esta franquicia sobraban, sin embargo, muchos seguíamos esperando uno en el que nos tocara controlar a las bestias jurásicas y que funcionara de buena forma. Junto con el estreno de The Lost World: Jurassic Park, se lanzó un videojuego con el mismo nombre que cumplía con lo anterior. A pesar de no ser muy brillante en sus mecánicas de juego ni mucho menos, este sidescroller en 2D nos ponía en el control de cosas como el legendario T-Rex, con el cual, podíamos devorar sin piedad a cuanto ser vivo se atravesara en nuestro camino.
Sí, sabemos perfectamente que lo que hace a Jurassic Park tan especial, es su fantástica historia y todo el universo que se creó alrededor de ella, a pesar de esto, tenemos que aceptar que las peleas entre dinosaurios, rallan en lo épico. Sabiendo perfectamente esto, Electronic Arts que a finales del siglo pasado tenía los derechos de la franquicia, decidió que era un excelente momento para que la serie incursionara en el género de peleas al crear Warpath: Jurassic Park. Este título no se convirtió en un hito de la industria ni mucho menos, sin embargo, ver a un T-Rex peleando con un Triceratops a muerte, era una de las cosas más divertidas del mundo.
La ambición no siempre es señal de calidad. Ejemplo de ello es el terriblemente malo Jurassic Park: Trespasser. En este título en primera persona lanzado en 1997, justo a tiempo para el estreno de The Lost World, controlamos a una sobreviviente que llega a una de las islas pobladas por dinosaurios. A pesar de que para su época, todo el proyecto desarrollado por DreamWorks Interactive lucía como algo fantástico con gráficas realistas, no pasó mucho tiempo para que nos diéramos cuenta de todos los errores de diseño que contenía, convirtiéndolo en uno de los más odiados de toda la serie.
Un evento por demás extraño que llama mucho la atención, es que cuando en 1993 se decidió lanzar un videojuego basado en la exitosa película, se determinó que desarrolladores diferentes crearían las entregas para las dos plataformas que en esos días se peleaban el mercado. A los dueños de un Super Nintendo les fue muy bien, contrario a quienes apoyaban a Sega con su Genesis. La versión de Jurassic Park para la consola de Sega apostaba por un estilo en 2D muy apegado a las plataformas. ¿Su problema? controles muy imprecisos, arte mediocre y niveles aburridos de recorrer.
A pesar de que el juego lanzado para el Genesis no fue lo que muchos esperaban, éste tuvo un éxito comercial bastante considerable, por lo que se decidió hacerle una secuela al año siguiente para el Sega Mega Drive. Jurassic Park: Rampage Edition mantenía el mismo gameplay que el de su antecesor, solo que esta vez, se nos contaba una absurda historia en la que de la nada, Alan Grant se convertía en una especie de héroe de acción, pues intentaba detener a un comando de InGen de recuperar lo que quedó de los DNA de los dinosaurios, esto luego de un bombardeo por parte del ejercito de Costa Rica sobre la isla Nublar… nadie les dijo ese país ni ejercito tiene.
Por alguna extraña razón, se creyó que el Game Boy Advance sería la mejor plataforma para sacar juegos basados en este maravilloso Universo. Con el objetivo de aprovechar toda la emoción que había por el estreno de la tercera entrega de la saga, Konami decidió lanzar Jurassic Park III: The DNA Factor. Este side scroller con elementos de puzzle, nos ponía en los zapatos de un fotógrafo y de una piloto que caían en la isla Sorna. Recorrer sus niveles de este título portátil era verdaderamente aburrido en todo sentido.
Con el objetivo de no dejar fuera de toda la emoción a los usuarios de un NES, Ocean decidió hacer una versión de Jurassic Park para la primera consola casera de Nintendo que llegó a América. A diferencia de su contraparte para Super Nintendo, ésta se sentía como una experiencia reducida que no funcionaba de manera correcta, presentando niveles que se sentían vacíos y controles poco precisos que hacían toda la aventura muy frustrante.