Final Fantasy no sería la serie que es hoy si no fuese por las fantásticas historias que se nos narran en cada uno de sus juegos. Si bien es cierto que muchas de sus tramas suelen contar con partes un poco complejas o rebuscadas, eso no evita que sus títulos también nos ofrezcan momentos épicos y memorables que se quedan guardados en nuestra memoria.
A casi dos semanas de su lanzamiento, estamos seguros de que muchos ya tuvieron la oportunidad de acabar Final Fantasy XV y de disfrutar de su increíble historia. Por ello y porque sabemos que muchos siguen emocionados por lo que acaban de ver, acá les compartimos un conteo con los 15 momentos más épicos de todo el juego. Sobra decir que este top cuenta con fuertes y muy severos spoilers del título, por lo que les sugerimos mejor den vuelta si es que aún no lo acaban y vuelvan una vez que lo terminen. Dicho esto, no nos hacemos responsables por si se arruinan algo sobre su trama; quedan advertidos.
El inicio de Final Fantasy XV es simplemente memorable. Pero ojo, no me refiero a la secuencia del enemigo de fuego que vemos en los primeros minutos (que adelanto, sí se encuentra contemplada en este listado), sino a aquella en la que Noctis y sus amigos se ven obligados a empujar el Regalia hacia el taller de reparación más cercano. Aunque breve, los pocos minutos que ésta dura te hacen darte cuenta del gran sentimiento de compañerismo y camaradería que abordará el juego, lo cual se ve reforzado aún más tanto por los diálogos y la charla que sostienen los protagonistas como por el tema de “Stand by Me” de Florensce and the Machine.
Sí, lo sabemos, hay peleas que son mejores y más épicas que ésta, pero para haber sido una de las primeras Boss battles con las que nos topamos, acabó siendo increíble. ¿Por qué? Para empezar ésta sucede en un momento temprano del juego en el que apenas y empezamos a dominar los controles; luego, porque para ese entonces la historia aún no es del todo clara; y finalmente porque, sin contar a las bestias salvajes, el MA-X Cuirass es el primer jefe de gran tamaño al cual nos enfrentamos. Y si a todo esto le sumamos que se trata de una batalla con un tema musical especial en la que contamos con un valioso aliado (Cor Leonis), ésta se torna en un enfrentamiento impactante. Por mucho, un gran preámbulo de las batallas que se nos avecinan.
Aunque ya la habíamos visto previamente dentro del demo especial de FFXV en E3, la batalla con Titan terminó siendo uno de los momentos más impresionantes de todo el juego. Como tal ésta no destaca por ser una pelea difícil sino por ser una de las más vistosas de todo el juego. Ya sea por sus sorprendentes secuencias y QTE o por la música épica que escuchamos mientras lo enfrentamos, el combate logra hacernos sentir en todo momento que estamos midiéndonos frente a un jefe de colosales dimensiones.
Creo que hablo por varios cuando digo que ésta fue la pelea más sorpredente de todo el juego. Que esto sea así se debe a varias cuestiones: por un lado, ésta sucede en un momento importante dentro de la trama, cuando Noctis intenta demostrarle al Summon que era apto para recibir su ayuda; por otro, porque en ésta vemos la importancia del papel Lunafreya dentro de la historia; y por último, por la genial ambientación ácuática de la pelea en la que vemos los estragos de la furia de la serpeinte de agua sobre la hermosa ciudad de Altissia. Por mucho, la pelea que más nos dejó con la boca abierta.
Los Summons son pieza fundamental de cualquier Final Fantasy, y FF XV no podía estar exento de ellos. En total podemos invocar a cuatro seres poderosos (Titan, Ramuh, Leviathan y Shiva) para que nos ayuden a enfrentar a los enemigos. Si bien la manera para llamarlos varía y solamente se limita a determinadas ocasiones, cuando podemos hacerlo aparecen por medio de una cinemática impresionante que te hace sentir su legendario poder.
Durante toda la campaña principal del juego nos vemos limitados a conducir el Regalia en su forma terrestre pero, una vez que terminamos con la historia, es posible mejorarlo a su versión voladora, el Regalia F-Type. Aunque no vamos a negar que nos hubiese gustado poder tener acceso al carro volador de Noctis mucho antes dentro de la trama, para cuando tenemos acceso a éste (después de algunas misiones de alto nivel) sientes que la espera por controlarlo valió mucho la pena. Volar por los cielos de Eos es una experiencia inigualable.
Seguramente muchos ya daban por hecho que Final Fantasy XV contaría con un jefe secreto que sería mucho más poderoso que el enemigo final. Sin embargo lo que muchos no se imaginaban es que éste no sólo sería un jefe de temer sino uno de inmenso tamaño. Descubrir al Adamantoise fue uno de los momentos más WTF que hayamos tenido en todo el juego ya que nunca nos imaginamos ver a una criatura de colosales dimensiones. Y como si esto no fuese suficiente, el hecho de que se trate de una bestia gigantesca que estuvo oculta frente a nuestras narices todo el tiempo hacen de su revelación algo aún más impactante. Es una pena que no podamos decir lo mismo de la pelea con éste, la cual resulta muy tardada y por demás tediosa.
De todos los personajes que conocemos en Final Fantasy XV, Gentiana es uno de los más misteriosos. Dadas sus repentinas apariciones frente a Noctis y sus amigos y a la manera como se expresa de las situaciones, muchos sospechábamos que había algo oculto detrás de ella. ¡Pero, whoa! De todas las teorías que sacamos, jamás nos imaginamos que tras su apariencia se escondía la helada y poderosa Shiva quien sólo esperaba por el momento para acudir en ayuda del príncipe de Lucis. Su revelación nos dejó helados (¿Entienden? ¡Helados! Como sus pode…… ya, siguiente momento).
Decir que Noctis, Ignis, Gladio y Prompto son los únicos integrantes del equipo sería muy injusto. El Regalia, más que ser un vehículo, es un compañero dentro del grupo del príncipe de Lucis, uno que conforme más juegas y recorres las carreteras en su interior, más cariño comienzas a tomarle hasta llegar al punto en el que dejas de verlo como un simple medio de transporte. Por ello no dudamos que a más de uno se le salieron las de cocodrilo cuando se toparon con la dolorosa y memorable escena en la que el auto termina explotando y averiándose por completo a la entrada de Niflheim, justamente al inicio de la parte final de la trama. Incluso hasta ahora seguimos lamentando la partida de nuestro buen amigo de cuatro ruedas.
Desde muy temprano en la historia Ardyn fue uno de esos personajes que de manera descarada se insinuaba como el posible villano principal del juego; es más, te podemos casi asegurar que para cuando esto se confirma tú ya lo dabas por hecho. Aunque su confesión como la mente maestra detrás de todos los hechos fue uno de los secretos peor guardados del juego, no podemos negar que la revelación de su verdadera identidad nos dejó boquiabiertos. ¿O acaso te esperabas que éste admitiera ser un rey corrupto descendiente de la familia Lucis Caelum?
Sí, sabemos perfectamente que éste fue uno de los momentos más cliché de todo Final Fantasy XV y hasta uno que varios veían venir. ¿Pero saben algo? Con todo y eso éste consiguió alzarse como uno de los momentos más épicos de la historia. El simple hecho de regresar a ese enorme mundo que recorrimos por decenas de horas varios años atrás y verlo sumergido en la oscuridad y desolación total, nos generó una sensación indescriptible en la que nos fue imposible no sentir lástima y tristeza.
Con todo y pese a que es la primera escena que vemos en el juego, la batalla con Ifrit se convirtió en uno de esos momentos de los que, sabíamos, no nos decepcionaría una vez que lo encontráramos. Previo al encuentro final con Ardyn, Noctis y sus amigos deben medirse contra el ser de fuego, el único Summon que no cuenta con la intención de ayudar al príncipe en su misión. Al ser un ente con poderes de deidad, el combate que se libera termina adquiriendo un tono épico en el cual nuestros héroes deben de incluso acudir a la ayuda divina de otros Astrals para tan siquiera aspirar a vencerlo. De hecho y ya que hablamos de esto…
La aparición de Bahamut durante el combate con Ifrit es un punto y aparte dentro de la propia pelea. A mitad del encuentro contra el Summon, Noctis y sus amigos se percatan de que acabar con él será algo prácticamente imposible. Por suerte y en medio de toda esa desesperación, aparece el caballero dragón para apaciguar la ira y los poderes del Astral rebelde por medio de su letal ataque, Ultima Sword, mismo que realiza por medio de una cinemática que ilustra perfectamente todo su poderío.
Luego de lo decepcionante que terminó siendo la batalla final con Ardyn (que no fue mala, pero sí dejó a deber) muchos habrían pensado que el final del juego contaría con un corte similar. Para nuestra suerte éste no fue el caso y, durante el desenlace, Square Enix nos recompensó con un par de escenas memorables. La primera de ellas fue la de la última cena entre Noctis y sus amigos que ilustra perfectamente el sentir y pesar del grupo. Aunque en ésta no se dicen muchos diálogos y no se expresa ninguna idea clara, los silencios que aquí se manejan convierten a la secuencia en una de las más conmovedoras y dolorosas de todas. Ver a los buenos amigos lamentarse por el hecho de que jamás se volverán a reunir de esa forma aún nos hace un nudo en la garganta.
Y como si la escena anterior no hubiese sido suficiente para romperte el corazón, la secuencia con la que cierra Final Fantasy XV consigue hacer que sientas una mezcolanza de sentimientos. Ver juntos a Noctis y Luna tras todos los dolorosos sucesos y sacrificios que debieron hacerse para lograr la paz del mundo sería uno de los momentos más felices y románticos de todo el juego si no fuese por el simple hecho de que, ahora sabemos, los dos están muertos. Y para rematar, la revelación del logo real del juego no hace más que fortalecer ese doloroso sentir de culpa por saber que nuestro héroe y su prometida no pudieron ser felices sino hasta que ambos dieron sus vidas para salvar a los suyos. En definitiva un final alegre y doloroso al mismo tiempo, idóneo para concluir un juego como éste.
