La industria del espectáculo es la industria de crear subculturas. No utilizo el prefijo “sub” con un sentido peyorativo, sino para señalar que son derivaciones o nichos. En Max Payne 3 hay una línea muy cierta: “podrás decir lo que quieras sobre los norteamericanos, pero entendemos cómo funciona el capitalismo: compras un producto y obtienes exactamente lo que pagaste”.
Ocurre exactamente eso con WWE 13. Tanto el espectáculo como el juego tratan sobre contar una historia a través de la lucha. El acto es desarrollado con magistral detalle: traiciones, alianzas, victorias y fracasos son interpretados por grandes como Stone Cold Steve Austin y The Undertaker. WW 13 captura y reproduce con maestría lo que vuelve tan atrayente al wrestling. Sigue leyendo.
Primero vamos con detalles técnicos: el título tendrá una portada global. No habrá nada exclusivo para Latinoamérica; sin embargo, sí nos llegará la edición especial que trae una portada distinta a la regular. El primer tiraje, tanto de la edición normal como la especial, incluirá el DLC de Mike Tyson y, por lo que pudimos oír, ésta será la única forma de conseguirlo.
Librados esos detalles, pasemos a examinar lo que pude jugar. Lo primero que llamó mi atención es el Custom Arena Mode: una suite de creación de escenarios. Gasté un buen rato aquí y ni siquiera pude terminar de explorar todas sus opciones. En verdad podrán modificar cada pequeño aspecto de la arena de pelea: luces, el color de cada una de las cuerdas del ring, el público (cambia según la época), el piso, las pantallas, logos, tamaño de las gradas, la entrada… Creo que no había una sola parte del lugar que no pudiera ser modificada de alguna forma. Al terminar su obra, pueden jugar en ella y disfrutarla como se debe: con el espectáculo.
Ahora bien, WWE 13 conserva ese carácter ceremonioso tan particular del wrestling. Antes de empezar los golpes, cada peleador se presentará con fanfarria y ceremonia. El público enardecerá, habrá luces, exhibición descarada de musculatura y demás aspectos que hacen único al wrestling. Recuerden las sabias palabras de Max: Pagas por un espectáculo y eso es lo que obtienes. Quien se brinque estas intros definitivamente no comprende este aspecto esencial de WWE. Además, el título hace un gran trabajo recreando esa atmósfera tan especial.
WWE es la joya en la corona de THQ; más que Darksiders II, un excelente y prometedor título, ésta es su franquicia más importante. Con WWE 13, decidieron explotar una de las eras más importantes y destacadas de la historia del espectáculo. Hablamos de la Attitude Era, que produjo un incremento en el rating de las peleas y consolidó para siempre a leyendas como The Rock y Stone Cold Steve Austin. Podrán revivir varios Monday Night Wars épicos con lujo de detalle. El título viene con una modalidad especial destinada a recorrer la Attitude Era con distintos peleadores. Entre cada encuentro, podrán ver un resumen de la historia que se desarrollaba. Las rivalidades, los escándalos, los sucesos épicos… todo ha regresado en forma de videojuego para paliar nuestra nostalgia.
En cada pelea del modo Attitude Era podrás cumplir objetivos adicionales que están basados en hechos que ocurrieron. Por ejemplo, si alguien perdió por sumisión una pelea real y tú lo derrotas de esa forma, habrás cumplido con un extra. En general, la presentación y el formato del título es una alusión directa a la experiencia de televidente. Las tomas que emplea el juego, los comentaristas, los efectos visuales: todo te hará sentir que miras por el televisor la WWE.
Y éste es el punto más fuerte del título. Más allá de los controles, que fueron mejorados un poco, WWE 13 se esfuerza por recrear el espectáculo. Podrás romper mesas, golpear al réferi e incluso hay QTE llamados “Attitude Moment”. Es muy agradable ver cómo cada encuentro va fluyendo y desarrollándose según lo que haga el jugador. Por ejemplo, me tocó irme fuera del ring con un rival. Nos acercamos a la mesa de los réferi y él comenzó a golpearme contra ella. Acto seguido, me arrojó encima. Yo logré pararme a tiempo y le apliqué una épica llave contra el piso que, de paso, desbarató la mesa. Después seguimos luchando y golpeándonos contra todo lo que estuviera cerca. Sé que no es nuevo para la franquicia, pero en verdad es un gusto que la pelea fluya tan bien y que el juego se adapte con tanta naturalidad a lo que ocurre.
A fin de cuentas, el wrestling es una historia colectiva que comparten sus aficionados y WWE 13 explota este factor. ¿Quién no recuerda algún enfrentamiento épico de The Undertaker o cuando Stone Cold luchó con una mano amarrada a la cintura? Este espectáculo busca justamente eso: producir una épica que la gente atesore y comparta. WWE 13 conoce cuál es la función del espectáculo y se apega a reproducirlo. Eso no tiene nada de malo. Fanáticos de la Attitude Era: éste es el juego que estaban esperando. Vayan por él el 30 de octubre.