Me quiero disculpar con el lector, de una vez, por lo poco objetivo del texto. Pero hablar de cómo se muestra en E3 2015 Star Wars: Battlefront es caer en algo peor, la mentira. Electronic Arts y DICE sabe qué tienen en las manos. Tienen a la que es, quizá, la historia de ciencia ficción más amada en la historia. Combinada con una jugabilidad que ha permanecido vigente por décadas, pese al ascenso de géneros como el MOBA. Por ello, se han asegurado de que el entorno en que presentan su proyecto sea el más favorable posible. Aquí inicia nuestro Hands-On.
La fila más larga para jugar algo en E3 se la lleva este juego. Incluso con cita la espera supera la hora y fracción. Eso sí, los asistente aguardan en un ambiente creado para generar hype a chorros. No sólo es la adrenalina de tener en las manos un juego esperadísimo. Sino es el recrear momentos míticos en una historia que muchos de los asistentes llevan marcada a fuego.
Apenas superas la primera puerta y entras a un pasillo de hielo seco que recrea las trincheras y túneles creados por los combatientes en Hoth para no ser masacrados. Un piloto rebelde te saluda, para encontrarte con R2D2 tan pronto das la vuelta en el corredor. Por encima de ti puedes escuchar los tiros y las súplicas de ayuda. Aunque la magia se rompe con algún conserje y más de un guardia de seguridad, la emoción reina.
Entras a un cuartel en el siguiente pasillo. C3PO te da la bienvenida, aunque está más inmóvil que de costumbre. Ah, cierto, es una estatuilla de plástico. Es ahí donde, entre coordenadas y demás, te dan los detalles de tu misión. Las fuerzas del Imperio atacan. Además de innumerables soldados, llevan a los temibles AT-AT. Los generadores, pieza clave de tu base, deben ser protegidos a toda costa. Puedes pedir auxilio a los Y-Wings, e incluso puedes atar las patas a los monstruosos aparatos con el Speeder usando un cable. Si no puedes, te queda intentar volarlos a tiro limpio.
Se abre la puerta. Salimos a la batalla.
Lo primero que notas es que este juego puede ser jugado en primera o tercera persona. El ritmo de juego no cambia mucho, pero cada quien puede tomar la perspectiva que mejor le convenga. Claro, no hay mucho tiempo para pensar. Tan pronto apareces sobre el campo de batalla brotan luces y fuego de entre la nieve.
Tienes a tu disposición un arsenal de armas que van del blaster tradicional a varios rifles, pasando por bombas, cañones y, obvio, vehículos de guerra. A su vez puedes llevar, como objetos secundarios, bombas y hasta un jetpack. La combinación es esencial al momento de definir tu rol en el combate.
Sin comunicación de voz disponible, era difícil ir por los objetivos. Por ello, la mayoría se quedó en el juego de cazar y ser cazado. Ya sea por los troopers o por los AT-AT. En medio de un infierno de disparos y más de un enemigo campero, a veces la opción era refugiarse un momento en las gélidas trincheras y, desde ahí, limpiar el camino antes de seguir avanzando.
El movimiento del personaje es un tanto lento, al menos según se aprecia desde el modo de tercera persona. Sin embargo, es fluido y funcional, especialmente con opciones como el uso de jetpack o los saltos. Si juegas cualquier tipo de juego de disparos, el esquema y mapeo del control resultará un tanto intuitivo.
Cumple objetivos y recibirás tokens para llamar vehículos. En el caso de las naves tienen una particularidad: tú eliges entre tener más velocidad o poseer mayor poder de fuego. Esto permite armar estrategias personales y sacarles un mejor uso, según la situación.
Las batallas aéreas son espectaculares. El control es muy responsivo y la experiencia intensa, aunque sí es más compleja que el gameplay regular. Un error y volarás en pedazos. Si eso pasa, le brindarás a tus compañeros un angustiante pero genial momento sobre sus cabezas. Más si tienen audífonos.
Todo lo anterior transcurre en un Hoth que está lejos de ser un mero desierto frío. Está lleno de detalles: túneles, trincheras, estaciones de comunicación. Además, el área de juego es lo suficientemente extensa para semejante batalla campal. Hay caminos para recorrer y sobrevivir, así como un amplio cielo para cazar a tus enemigos por aire.
Gráficamente, al menos en el escenario y otros aspectos como los vehículos el juego cumple. En cuanto a sonido se nota que han trabajado con los responsables de que en Star Wars se escuchen explosiones en el espacio, cosa que realmente no sucede. Sonidos intensos y bien realizados, aunque terminen dando cuerpo a un juego donde los personajes, al no ser héroes, dejan un tanto qué desear en su hechura.
El juego es gratificante para los fans. Disparar un blaster, volar una nave, reventar por tu cuenta a un AT-AT. Pero, eso sí, hay que reiterarlo. El entorno estuvo controladísimo. Desde el hype hasta el demo, no hubo ninguna falla. Será en su lanzamiento sin tanta comodidad, cuando pueda juzgarse realmente si estas promesas tienen fundamento. Por ahora, como experiencia previa a E3, no extraña que sea una de las más comentadas y hasta premiadas. El hype ha sido bien fabricado. No tengo ninguna duda.
Que la fuerza los acompañe. Porque en un final de año como el que viene, con tanto hype a cuestas, todo puede pasar.