Con tantas formas diferentes de contar una historia, no es de extrañarse que los estudios multimedia experimenten con los videojuegos, ya sea que realicen uno de manera tradicional o lo utilicen a modo de novela interactiva. Quizás bajo este último supuesto es que podemos etiquetar a Florence, el proyecto más reciente del diseñador Ken Wong, quien es ampliamente conocido por haber sido el jefe de diseño del éxito en móviles Monument Valley. ¿Te emociona su pasado? Créenos, el resultado es todavía mejor.
Monument Valley es uno de los juegos de móviles más exitosos; aclamado por la crítica debido a la sutileza de su modo de juego, acertijos y por supuesto, su estética (replicada una y mil veces de ahí en adelante) pero ¿qué había más allá de esto para Ken Wong? Wong no quería estancarse en su vida profesional y, sin mayor problema, viajó a Australia para crear Mountains, un equipo de apenas cuatro personas que ahora nos presenta Florence.
Florence es un cuento del corazón, del alma; es la historia de Florence Yeoh, una chica que se encuentra en una crisis personal y profesional en su vida y que, sin ningún diálogo hablado (como Monument Valley) te lleva a recordar ese amor que marcó tu vida o, en caso de no tenerlo, a anhelarlo. Esta novela interactiva tiene muy poco de videojuego tradicional, pero sí es una joya que nos parece que no podría haber vivido en otro medio; cada vez más, los “videojuegos” mutan y crean una leve interacción capaz de llevar historias emotivas y hermosas hasta la palma de nuestra mano o bolsillo.
Mountains busca ganarse nuestro corazón en esta historia que, si bien no es extraña para muchos, sí lo es en su forma y función. El diseño de personajes, colores y estilo en general es cálido y cambia de tipo de interacción entre una y otra viñeta; aquí vemos a Florence recordar su niñez, el momento en que decidió dejar de lado su pasión por cumplir las expectativas de su familia y, por supuesto, hacer esa pausa en la que se cuestiona por qué está sola. ¿Estar sola o solo es malo? ¿Necesitamos de alguien que nos haga sentir bien? ¿Debemos caer ante la presión social? Estas preguntas tendrán su respectiva respuesta, pero Ken Wong ha querido ir más allá y dar una lección de amor a uno mismo, plenitud y enseñanza a través de la dualidad de amar y ser amado.
Así, mover las manecillas de un reloj hacia atrás nos refleja cómo Florence perdió el toque con sus amigas, cuando se emocionó al escuchar y ver al gran amor de su vida al tocar las notas musicales que la elevan del pavimento y hasta lidiar con las exigencias de su madre al teléfono. Aunque bien podríamos comparar a Florence con La La Land, en este juego no existe esa separación anunciada ni el contraste tan marcado de la película; Mountains no busca ser un La La Land para móviles y, a nuestros ojos, es más un recordatorio de las separaciones y uniones no porque, cada uno, busque su camino, sino cuando no hay una verdadera explicación para todo esto. La vida es caprichosa y el corazón, aún más.
La música es un apartado que en verdad queremos destacar de Florence, pues es delicado, sutil y que, en una que otra ocasión, habrá de romperte el corazón; con melodías y tonos que podrían no superar los 10 segundos, Florence está lleno de pequeños momentos dulces y ácidos perfectamente amenizados por un grupo pequeño, pero íntimo de desarrolladores que han dado justo en el clavo para todos aquellos que no se complican tratando de definir si es un videojuego o no, al igual que todos los que son extraños en este medio. Lo importante es la historia y la forma en que te afecta, algo completamente personal.
En Asia existe un tipo de “videojuego” que roza más en la interacción llamado Visual Novel, el cual es prácticamente una historia interactiva (de fantasía, ciencia ficción, drama y más) que ha ganado popularidad durante los últimos años en nuestra región. Así que veamos a Florence como una combinación entre Visual Novel con novelas gráficas como Alex + Ada (Sarah Vaugh; Jonathan Luna) y Lucky Penny (Ananth Hirsh; Yuko Ota) donde Ken Wong logra una obra íntima, elevando el aspecto emocional de Monument Valley de gran forma.
De Annapurna hemos tenido entregas muy interesantes y artísticas los últimos meses pues, aunque ellos realmente no tienen un equipo de desarrollo, sí ayudan a publicar juegos como Florence, What Remains of Edith Finch (una de las historias favoritas del 2017) y la versión de consolas para Kentucky Route Zero, dándole voz a un medio y equipos que no encajan en la categoría tradicional de videojuegos. Como aliciente de compra, Florence se puede jugar con subtítulos y menú en español, aunque hay algo que te debemos comentar: su duración es realmente corta. Puedes llegar al final de Florence en unos 35 a 40 minutos y, ya que no existen tomas de decisiones que te den más historia, es algo que debes tomar en cuenta.
Florence tiene un costo de $89.99 pesos, ocupa 1GB de almacenamiento en tu dispositivo y puedes jugarlo en plataformas iOS (iPhone y iPad) y pronto será lanzado en dispositivos Android.
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