Por: Erwin
Pareciera que fue ayer, que salí a la primera ruta de Hoenn para ver por primera vez a un poochyena y saber de primera mano porque siempre te dicen que no vayas a la hierba alta sin un pokémon. Pareciera que fue ayer, que elegí a mi pokémon inicial de la manera menos ceremoniosa posible, para salvar al profesor Birch, y recuerdo que pensé que podría luego cambiar de pokémon, que sólo tenía que elegir de manera rápida por la emergencia del momento. Quizá en otras circunstancias no habría elegido al pequeño Torchic, pero el destino juega de maneras misteriosas y así conocí al que sería mi fiel compañero en los muchos replays que haría del juego en el futuro.
Pareciera que fue ayer que noté que los árboles esta vez eran diferentes, ya no estás en Kanto, Dorothy. El agua tenía unos reflejos muy bonitos y se veía cristalina, en ese momento honestamente pensé: ¡Qué buenos gráficos! Pareciera que fue ayer, que mi viaje por Hoenn me llevaría a sitios increíbles como la base de un volcán y la cima del mismo; a corrientes marinas y a las profundidades del océano; a bosques e islas tropicales; a cascadas gigantescas y pueblos suspendidos en el aire. Nunca me habría imaginado el impacto que tiene en la inmersión en la aventura el entorno en el que viajas. Kanto y Johto eran sitios genéricos, pero en aquellos lejanos días a quién le importaba, fue Hoenn quien nos enseñó que sí importaba, creo que fue donde empecé a ver a los pokémon cómo criaturas vivientes que coexistían con su mundo y entorno, todo en Hoenn parecía muy vivo.
Pareciera que fue ayer, que detuve al equipo Magma y Aqua por primera vez, que los pokémon legendarios en verdad parecían dioses, criaturas de leyenda; que miré sorprendido cómo el clima cambiaba, de sol intenso a lluvias torrenciales, la tensión se palpaba en la reacción de todos los personajes y por primera vez sentí que la historia dentro de un juego de Pokémon importaba. Pareciera que fue ayer, que perdí el aliento al ver la Arrecípolis y el enfrentamiento legendario que se llevaba en su interior.
Sí, pareciera que fue ayer, pero fue hace más de diez años, se dice fácil, pero en diez años pasan muchas cosas, la franquicia de Pokémon es mucho más grande ahora de lo que fue en ese momento, incluso con el boom de popularidad que tuvo en los noventas y primeros años del 2000. Quién habría dicho que llegaría el día en que sería tan fácil hacer intercambios o buscar rivales en internet, o que tendríamos pokémon en gráficas 3D en una consola portátil, cielos, si me hubieran dicho de las mega evoluciones habría pensado que se estaban equivocando, que eso se llamaba Digimon. Más de diez años han pasado y me costaba creer que Hoenn volvía y que además se veía cómo uno de los mejores títulos de pokemon hasta la fecha.
Después de tanto tiempo todos hemos crecido y cambiado, Blasco aparentemente ha cambiado su Gardevoir por un Gallade que probablemente mega evolucionará, los líderes de ambos equipos vienen reforzados por razones similares, los 3 legendarios se verán más legendarios aún, pero con todo el cambio estoy confiado en que hay algo que no ha cambiado, las horas de diversión que invertirán jugadores de todo el mundo con Pokemon OR/AS.
Mientras tanto, a ti, lector de Atomix, te digo: nos vemos en la arena,muéstrame qué nuevas estrategias idearás, que nuevos equipos armarás y cómo el pequeño Blasco que se convertiría en un rival de cuidado, muéstrame que tanto has crecido en estos largos diez años de espera, espera por recorrer Hoenn una vez más.
Erwin López Maldonado (México DF, 1991) Es diseñador, fotógrafo, fanático de la cultura geek y apasionado de la literatura y películas de terror y suspenso. Resultó vencedor en el evento: Derrota a la Elite 4 de Pokémex, con su equipo de Tormenta de arena, logro por el cuál a la fecha sigue presumiendo.
