Estos días, todo se resume a un solo tema: Star Wars. La saga siempre ha sido un tema de culto para los fanáticos, que entre la inmensa cantidad de planetas, razas, y productos que se han derivado de la marca (cómics, series, juguetes, ropa, etc.), tienen mil y un razones para seguir comentando y exprimiendo a la franquicia.
Por otro lado, siempre hay una parte introspectiva, un mirar atrás hacia el origen de las cosas. Las analogías y referencias que hay en Star Wars son infinitas, pues más allá de inspiración, se pueden encontrar los arquetipos que han forjado la cultura humana, que van desde su misma creación hasta las últimas guerras que definieron la sociopolítica actual.
De acuerdo a uno de los mitólogos más reconocidos, Joseph Campbell, un mito es “una metáfora de la experiencia de la vida”. Con esta idea, fenómenos como la religión o la literatura, se han encargado de imitar la vida dotándola con elementos supernaturales, pero sobretodo, cargados de un peso simbólico que siempre apunta hacia algo superior.
De manera general, podemos decir que la religión se ha dado a la tarea de definir al bien y al mal, conceptos antiquísimos que se remontan al origen de casi todas las creencias. Lo que algunos definen como “dios”, en el universo Star Wars es conocido como la Fuerza, un campo invisible de energía que siempre está presente, y el cual solo pueden manipular los seres superiores, los Jedi (bien)… o los Sith (mal), si es que su uso está orientado al lado oscuro.
La figura del Jedi, es la de un ser espiritual, la de alguien comprometido con el orden del cosmos. Por esta razón, los bienes materiales y los lazos afectivos son una distracción de su camino, siguiendo algo parecido a la filosofía de un Samurai, o un monje tibetano, incluso de un sacerdote, jurando votos de austeridad y de abstención que los mantengan enfocados en su misión.
Al igual que Jesús en la Biblia, Anakin Skywalker apareció en la galaxia sin la intervención de un padre físico, vivió como un esclavo de manera humilde, y creció para aceptar su rol de redentor. De igual manera, sus hijos Luke y Leia hacen referencia a la mitología griega, emulando a los gemelos Apolo y Artemisa, quienes procreados por Zeus, crecieron para convertirse en pilar de esa creencia.
Y cuando se habla de griegos, la relación con Star Wars es interminable. Ahí está la analogía directa con Ulises, Hércules y Jasón, quienes tuvieron que cumplir con múltiples trabajos y odiseas para lograr su consolidación.
Más allá de los combates épicos, son los rituales los que crean un vínculo sensible con los griegos. En la serie animada Clone Wars (la de animación 2D), Anakin viaja al planeta Nelvaan para pasar su última prueba: encontrarse a sí mismo. Allí, el joven jedi tiene una visión alucinógena muy similar a las que proyectaban los oráculos de Delfos, algo que se puede ver en la película 300.
Un momento cumbre en la saga, es al final del Episodio VI, cuando en plena redención de Darth Vader, el padre se quita el casco para ver a su hijo, algo que recuerda el acto simbólico de Héctor en la Ilíada, cuando antes de partir hacia su último combate, se retira el casco para despedirse de su hijo Escamandro, al mismo tiempo que le asegura será un mejor líder que él, no solo en la política, sino también en el combate.
El punto máximo de esta relación, se da en el funeral de Darth Vader, quien es incinerado en una pira, como se despedía a los grandes héroes de la Grecia Clásica.
Dejando atrás los mitos, las analogías literarias en la saga son bastante directas y funcionales. Quizás la más obvia sea la de la espada del héroe (lightsaber), que entre muchas otras historias en donde se ha utilizado, seguro recordamos a Excalibur, la espada del Rey Arturo; Sting, la daga que utilizaron Bilbo y Frodo; y hasta Needle, el sable de Arya en Game of Thrones.
Ese otro universo que creó J.R.R. Tolkien, la Tierra Media, tiene toda una historia en relación a Star Wars, algo que ha generado controversia y roces entre los fans. La verdad es que se tienen que tomar como universos separados, pero eso sí, no se puede negar la existencia de varios paralelismos, aunque hay que decirlo, las adaptaciones de Hollywood han tenido mucho que ver.
Por ejemplo, cuando recordamos la producción en serie de orcos en las profundidades de Mordor, es imposible no recordar la fábrica de Androides en Geonosis, donde se gesta un imperio que luchará del lado de Darth Sidious. O algo más épico. Cuando la batalla en el Abismo de Helm está a punto de perderse, Gandalf llega con un ejército para revertir las cosas, algo perfectamente analógico a la llegada de Yoda con los clones hacia el final del Episodio II.
Acercándonos más en el tiempo, también podemos encontrar similitudes claras con Harry Potter, donde el concepto de el Elegido está presente todo el tiempo, algo que ha funcionado muy bien en en el cine; ahí está el ejemplo de Neo en Matrix.
La mitología y la literatura, son básicos en la creación de personajes para Star Wars. A continuación, presentamos una cronología de los hechos que motivaron la transformación de Anakin en Darth Vader y su correlación mitológica/literaria.
1.- Aquiles se consume en ira la mayor parte del tiempo en la Ilíada/Anakin está furioso por la muerte de su madre y la falta de reconocimiento por parte de los maestros Jedi.
2.- La serpiente tienta a Adán con poder ilimitado en la Biblia/Palpatine le ofrece a Anakin el poder de evitar la muerte.
3.- El protagonista hace un pacto con el diablo en Fausto/Anakin acepta ser el nuevo aprendiz de Palpatine.
4.- El doctor crea un ente humanoide a sus órdenes en Frankenstein/Palpatine crea a Darth Vader para que lidere su ejército.
5.- Lucifer cae del cielo y crea el infierno en Paradise Lost/Anakin pasa de Jedi a Sith y oprime a la galaxia.
La trama sociopolítica de Star Wars, es una verdadera cátedra de Historia. Empecemos por señalar su evidente base en el Imperio Romano, que antes de crecer al punto de ser un imperio, primero pasó por la etapa de una república, misma situación del Episodio I, II y III.
Punto y aparte de las cuestiones administrativas, las tradiciones barbáricas romanas también quedan en evidencia en los primeros episodios. Por un lado tenemos la pod race del Episodio I, que estética y dramáticamente es una representación de las carreras de cuadrillas en la antigua Roma, algo que se puede ver monumentalmente logrado en la película de Ben-Hur. Además, el clímax del Episodio II, es un Coliseo Romano con gladiadores al más puro estilo de el Gladiador, donde en vez de tigres o leones, vemos a bestias colosales alienígenas.
Avanzando hacia el siglo XX, el contexto histórico se aterriza en el de la Alemania Nazi. En 1933, Adolf Hitler fue nombrado canciller en pleno ambiente de alboroto y confusión, algo idéntico al ascenso de Palpatine, que se convierte en canciller supremo al recibir poderes de emergencia por parte del senado. Por si fuera poco, la Wehrmacht (armada alemana) utilizó un casco prácticamente igual al de Darth Vader, y por si no fuera ya obvia la analogía, los colores del Imperio en Star Wars son el blanco, rojo y negro, mismos que tiene la bandera nazi.
Además de Roma y el Tercer Reich, la saga también toma elementos del imperio actual: Estados Unidos. Ubiquémonos en el inicio de Episodio I, donde la Federación de Comercio ha impuesto un embargo sobre Naboo, y además, mantienen al planeta sometido por la fuerza militar. Esto hace recordar el embargo comercial de EE.UU. hacia Cuba iniciado en los sesenta, mismo que se combinó con la crisis de los misiles y en general con toda la Guerra Fría.
Se dice que quienes no conocen su historia, están condenados a repetirla. En Star Wars, padre e hijo arremetieron contra un Sith siendo padawans, Anakin a Count Dooku y Luke a Darth Vader; los dos perdieron la mano.