A lo largo de la historia, las campañas de marketing han tenido un impacto significativo en la toma de decisiones del consumidor, propiciando que éste se incline hacia una marca en específico o establezca un vínculo a largo plazo que sea traducido en una lealtad sostenible.
Aunque existen esfuerzos basados en la originalidad y las estrategias a bajo costo, la realidad es que los corporativos deciden invertir cientos de millones de dólares para promocionar sus artículos, siendo el caso más reciente, el del desarrollador francés Ubisoft, el cual ha anunciado que Star Wars Outlaws tendrá más recursos financieros en tal rubro que otras sagas como Assassin’s Creed y Far Cry.
En el mismo sentido que la firma presidida por Yves Guillemot, Sony tampoco ha escatimado dinero en sus maniobras de publicidad internacional, pero sin duda, las más destacadas se han ejecutado en Europa, brindando resultados sorprendentes en las últimas dos décadas.
Desde el primer PlayStation, la empresa japonesa ha sido capaz de consolidar su producto como la consola preferida en el mercado del viejo continente, gracias a acciones de marketing tanto costosas como innovadoras, propiciando que hoy en día, PS5 supere a todos sus competidores en dicha región.
Ejemplos de los anterior, radican en la exhaustiva y permanente promoción en la UEFA Champions League, así como cuando aparecieron gigantescos artefactos alusivos a diversos juegos first party de PlayStation en ciudades icónicas del territorio europeo, haciendo énfasis en que la mejor experiencia de entretenimiento radica en sus títulos exclusivos.
Lo contrario ha ocurrido a Microsoft, toda vez que Michael Flatt, líder de marketing en Europa, Oriente Medio y África, reconoció que Xbox no tiene un presupuesto tan elevado para hacer frente a Sony y han tenido que optar por estrategias curiosas y virales que no necesariamente han brindado los resultados esperados.
Ciertamente, la cuota de ventas de consolas entre PlayStation 5 y Xbox Series X|S en Europa fluctúa en un rango de cinco a uno, evidenciando que la más reciente plataforma del gigante tecnológico de Redmond tiene un desempeño comercial inferior al de Xbox One.
La incógnita radica en si vale la pena que la división presidida por el señor Flatt cambie de estrategia o adopte una nueva postura para promocionar el servicio de suscripción Game Pass o producciones propias que lleguen a consolas PlayStation como ocurrió meses atrás con la buena acogida de Sea of Thieves.
Pese a que Xbox Series X|S es un sistema mucho más robusto y con una mejor planeación de marketing que Xbox One, no se puede negar que Sony se ha vuelto imbatible en Europa y sus competidores tendrán que evolucionar y encontrar diferentes mecanismos para despertar el interés del público.