Ya hace mucho tiempo que nosotros disfrutamos el inicio de Dragon Ball, uno de los anime shounen que marcaría la infancia y juventud de varias generaciones. En esa época, el hecho de que una serie incluyera diversos elementos como aventura y competencias dentro de su historia era motivo de emoción y pretexto perfecto para ver un tú por tú decisivo entre los personajes. Estamos hablando del Tenkaichi Buoukai, mejor conocido como el Torneo de las Artes Marciales. En lo personal, cada edición del torneo era algo parecido a Street Fighter, con peladores de diversas personalidades y poderes por lo que lo convertía en un espectáculo de emoción doble. Podríamos incluso decir que cada uno de los torneos tiene algo especial o misterioso por descubrir. En esta ocasión sólo hablaré de los primeros 3 torneos, sin duda los más emocionantes.
El escenario del torneo era muy interesante. Si mal no recuerdo, en sus primeras ediciones no contaba con gradas ni nada, como lo vimos en Dragon Ball Z. Si los espectadores querían la mejor vista, debían llegar hasta adelante y disfrutar de los combates en el ringside; por lo tanto, los peleadores podían escuchar el vitoreo de los asistentes de forma cercana. El escenario principal era bastante sencillo, había un backstage para los combatientes y la arena cuadrangular. Las reglas para ganar eran muy sencillas: K.O o sacar al adversario de la arena.
El primer torneo marcaría pautas muy interesantes entre los personajes y hubo algunos combates que sobresalieron. Además de una final bastante emocionante entre Gokú y Jackie Chun que comentaremos después, la mayoría de los combates fueron bastante interesantes. La desgracia de Yamcha comenzaría al enfrentarse al Maestro Roshi y, obviamente, sería eliminado; Krillin por su lado enfrentaría a Bacterian, un hombre gigante que lo puso en aprietos por un rato gracias a su “habilidad especial” (si es que apestar puede considerarse como tal); después el pequeño monje sería eliminado de igual manera por Roshi, su maestro. Gokú en cambio enfrentó una llave más variada para llegar a la final, primero enfrentó a Giran, una especie de dinosaurio cuya habilidad especial era aventar goma irrompible, y a Nam, un hombre de la villa del desierto que sólo quiere ganar para apoyar a su pueblo. Otra de las combatientes fue una chica conocida como Ranfan que básicamente hace gala de sus atributos para ganar, pero fue derrotada por Nam.
Este primer torneo destacó porque vimos al afamado Maestro Roshi entrar en acción. Sí, quizá debemos recordar que en esa época había sido nombrado “el hombre más fuerte en la Tierra”, además su único objetivo era vencer a sus alumnos para que ellos buscaran mejorar todo el tiempo, cosa que logró de milagro en su combate contra Gokú. Ésta sería la primera vez que Gokú sufriría una derrota importante, pero que, en el proceso, demostraría que no era un simple niño con dotes para pelear.
Después de este torneo Yamcha, Krillin y Gokú decidirían que les hace falta mucho entrenamiento y que regresarían a la siguiente edición para ganarlo, la sorpresa es que habría nuevos adversarios en su proeza.
Recordemos que estos no fueron los primeros torneos dentro del universo de Dragon Ball, para ser más exactos Gokú y compañía participaron en las ediciones 21, 22 y 23, por lo que debe de haber viejos campeones como el Rey Chappa, al que Gokú eliminó en las preliminares en dos ocasiones. Esto nos da pie para hablar del siguiente torneo.
Como se suponía Krillin, Yamcha, Gokú y el Maestro Roshi no sufrieron para llegar a la etapa final; a esta también llegarían 2 peleadores que podían estar al nivel de nuestros héroes, Ten Shinhan y Chiaotzu. Estos dos jóvenes eran alumnos del maestro Tsuru, un personaje que fue compañero del Maestro Roshi cuando entrenó con el legendario maestro Mutaito.
Dentro de los combates emocionantes tuvimos a Yamcha contra Ten Shinhan, donde el primero perdió de forma dolorosa (la desgracia continúa). Ten Shinhan demostró que sería un combatiente temible y que no iba a retenerse ni a ocultar su gran poder para llevarse el campeonato. Al ver esto, Gokú prometió venganza a su amigo Yamcha.
Chaiotzu se enfrentaría a Krillin en una batalla donde los dos pequeños demostraron sus habilidades al 100%, fue la primera vez que vimos a Krillin ejecutar un Kamehameha mientras que Chiaotzu demostraría su poder mediante el uso de los rayos Dodon (técnica que fue usada anteriormente por el famoso asesino Tao Pai Pai) y telequinesis. Al final, el alumno del maestro Roshi saldría vencedor gracias que era bueno en las matemáticas.
Gokú y Jackie Chun tendrían combates relativamente sencillos para avanzar: el primero pelearía contra Pamput, un kickboxer que no aguantó nada. Por otro lado Roshi enfrentó a un hombre lobo que simplemente terminó domesticado y hasta regresó a su forma original.
Jackie Chun tendría un combate agitado contra un Ten Shinhan lleno de odio por la derrota de Chaiotzu y con la orden de eliminar a cualquier combatiente para vengarse por la muerte de Tao Pai Pai ante Gokú. Este combate se convertiría en un dialogo mucho más profundo que una simple pelea. El Maestro Roshi usaría todo el combate para tratar de convencer al joven de abandonar ese camino de maldad, lamentablemente no lo lograría y al final se rendiría. Ten Shinhan sería el primer finalista.
El otro duelo sería entre los mejores amigos pero también rivales: los alumnos de Roshi tenían que ponerse al tú por tú y de una buena vez decidir quién de ellos era el mejor después de una batalla agitada y llena de trampas en alta velocidad. Al final Gokú saldría vencedor, un espectador normal sólo apreció un golpe pero en realidad fueron 8 y una patada que mandarían a Krillin fuera del escenario.
Llegaríamos por fin al combate final, Ten Shinhan seguía cegado por el odio que su maestro le contagió y Gokú con la promesa de vengar la derrota de Yamcha. Después de un combate agitado de unas cuantas trampas de Chiaotzu, Ten decide ignorar las órdenes del maestro Tsuru y llevar el combate a un plano justo y leal. Esto significa el reconocimiento de Gokú y que los dos liberarían todo su potencial en la pelea. Al final los dos jóvenes terminarían su pelea en el aire y después de que Gokú usará un Kamehameha para intentar tumbar a Ten Shinhan el combate se decidiría por una diferencia de un segundo ya que nuestro héroe caería primero, imagínense el grado de la pelea que la caída fue en las calles cercanas al torneo. Después de este torneo, simplemente nos quedaremos con una duda, ¿cómo Ten Shinhan es capaz de lograr que le crezcan dos brazos más? ¿seguirá Yamcha perdiendo todo el tiempo? ¿Y acaso el siguiente torneo representará una victoria importante para Gokú?
Después de una serie de sucesos desafortunados y el ataque de Pikkoro Daimao, la edición 23 del torneo de las artes marciales significaría muchas cosas. La revancha entre Gokú y Ten Shinhan, la aparición de Piccolo Jr. para vengar la muerte de su padre, ¿podrá Yamcha ganar algún combate importante? y ¿por qué hay una chica que no deja en paz a Gokú?
Dentro del torneo principal no contaríamos con la presencia de Chiaotzu, ya que fue eliminado y herido gravemente por el nuevo Tao PaiPai en forma de cyborg o androide. Yamcha sería eliminado por un hombre misterioso que resulta ser Kami sama; definitivamente el destino de este peleador sería marcado por la mala suerte y la derrota, por algo se había convertido en beisbolista en Dragon Ball Z, ¿no creen?
Ten le demostraría a su viejo maestro y al renacido Tao que podía vengar a su mejor amigo y deshacerse de esa historia de una vez por todas, mientras que Gokú derrotaría de forma sencilla a Milk aunque terminarían comprometidos gracias a una promesa que hicieron durante niños (nuestro héroe, ni siquiera se acordaba de ella). El combate más interesante de toda la primera fase fue el de Krillin contra Piccolo.
Krillin tenía mucho que demostrar: entrenó durante 3 años con el objetivo de alcanzar a Gokú, pero no contaba con que tendría que enfrentar a la mismísima reencarnación de Pikkoro Daimao. Durante la pelea, demostró una nueva habilidad en la cual usaba ambas manos para disparar un gran golpe de energía. Lamentablemente Piccolo fue demasiado para el joven guerrero y después de un golpe crítico, Krillin decidió rendirse.
La revancha entre Gokú y Ten Shinhan se daría en las semifinales. Al comienzo, Ten nos sorprendería con su gran velocidad aunque Gokú causaría mucho más impacto gracias a uno de los gags más recurrentes de la historia: la ropa con pesos descomunales. En esta ocasión Gokú llevaba unos 100 kilogramos extra. Ten respondió con su técnica de división de cuerpos, pero si ya antes habíamos visto dos brazos más, ahora eran 3 cuerpos más. Comenzó abrumando a Gokú con un rayo múltiple, posteriormente nuestro héroe descubriría que la debilidad de Ten era tener tantos ojos en el combate. Usando una de las técnicas de su rival, Gokú cegaría a todos los clones y los despacharía fuera del escenario sin problemas.
La otra semifinal se resolvería entre Piccolo y Kami sama. La pelea se vuelve interesante gracias un pequeño juego mental (recordemos que ninguno de los dos puede existir si el otro muere por lo que luchan con consciencia de eso). Al final Kami usa un as bajo la manga e intenta sellar a su contraparte malvada mediante la misma técnica que utilizó Mutaito muchos años antes, aunque al final fue revertida por el malvado Piccolo e incluso termina siendo engullido por el villano.
Por fin llegamos al final de todo, incluso de la serie original: un combate entre un Gokú más maduro y un Piccolo lleno de venganza. Después de una serie de ataques el turbante de Piccolo cae y todo el público huye al darse cuenta de que es la reencarnación del mal en carne y hueso. Con esto, Gokú por fin puede dejar de preocuparse de que el namekiano quiera asesinar a todos y libera su poder. Sorprendentemente Piccolo usa una de las técnicas más impresionantes en toda la serie: la de hacerse gigante. Después de sufrir de algunos pisotones y manotazos, Gokú logra superar esta fase del combate y Ma Junior se da cuenta de que ser gigante es una desventaja e incluso pierde a Kami sama, quien estaba dentro de él.
La pelea regresa a un plano de tamaño normal, pero con habilidades poderosas. En un momento crítico Piccolo pierde un brazo y gracias a sus habilidades raciales logra recuperarlo sin mayor problema. Después de un gran Kamehameha, Gokú logra tumbar a su oponente; sin embargo, mientras nuestro héroe celebra, es atravesado por un rayo que emana de la boca de su rival. Este giro de eventos termina con un Gokú totalmente fracturado y su única extremidad “sana” es el mismo brazo con el que antes eliminó al viejo Daimao. Después de que Piccolo lanza un gran ataque y se encuentra celebrando ya que nadie puede localizar a Gokú entre la explosión, el saiyan nos sorprende levitando por los aires. Gracias a esto, lograr usar su propio cuerpo como proyectil, derrotando a un Piccolo que también había sufrido de graves lesiones con anterioridad. Gokú se convertiría en el ganador, perdonaría la vida de Piccolo para mantener a su rival cerca y que Kami sama permanece con vida… Al final, hasta con esposa terminaría.
A pesar de que la idea de los torneos de artes marciales fuera retomada en Dragon Ball Z, las peleas ya no eran lo mismo. Durante esta primera temporada, el nivel de poder no era lo único que implicaba la victoria, también la habilidad y la destreza: un combate se decidió gracias a las matemáticas, otros gracias a habilidades especiales que no implicaban un poder en general y que, al mismo tiempo, implicaban una competencia poco más justa. Había un poco más de sorpresa, comicidad y no eran rayos y poderes todo el tiempo. Podríamos decir que era mucho más inocente, pero no podrán negar que durante nuestra infancia fue algo gratificante ver la evolución de Gokú después de perder dos torneos.
¿Cuál es su torneo preferido?