Debido a los problemas que representa el COVID-19, la industria de los videojuegos comenzó a trabajar de manera remota. Este nuevo entorno laboral ha creado sus propios retos, y algunos desarrolladores han tenido que adaptarse a un diferente ritmo, y esto ha afectado el avance de algunos juegos de varias formas. Recientemente se ha dado a conocer que el desarrollo de la segunda parte de Final Fantasy VII Remake “disminuirá temporalmente por debajo del 100% de eficiencia” como resultado.
En una entrevista con The Guardian, el codirector Naoki Hamaguchi y productor Yoshinori Kitase, hablaron un poco sobre la situación sin precedentes en la que se estrenó el remake de Final Fantasy VII, así como el efecto que tendrá la pandemia global en el desarrollo de la segunda parte de esta re imaginación. Esto fue lo que comentó Kitase:
“En este momento, el equipo todavía está haciendo el próximo juego a través del trabajo remoto. Nuestro rendimiento disminuirá temporalmente por debajo del 100% de eficiencia debido a esto, pero no creo que deba haber un gran impacto a largo plazo”.
En cuanto a los cambios que veremos en esta segunda parte, Kitase no compartió algún detalle sobre la historia, aunque siguió incitando al público de continuar discutiendo y especulando sobre el futuro del remake. De igual forma, habló un poco más sobre Sephiroth, y el papel que jugará en la siguiente entrega. Esto fue lo que comentó:
“En el juego original, Sephiroth no apareció en la sección de la historia contada [en Final Fantasy 7 Remake], pero lo cambiamos para que apareciera desde el principio, con el fin de posicionarlo jugando un papel importante en todo el proyecto del Remake. Sephiroth juega un papel importante en la historia en curso del próximo juego, por lo que no puedo revelar más información sobre él aquí”.
Todavía no sabemos cuándo estará disponible Final Fantasy VII Remake 2, aunque considerando que hace un par de meses los desarrolladores seguían en la etapa conceptual, es probable que aún falten un par de años para volver a ver a Cloud y compañía.
Vía: The Guardian
