Dragon Ball Super nos introdujo una faceta del Super Saiyajin que no habíamos visto previamente en DBZ. Tras alcanzar los máximos niveles de poder, Goku y Vegeta buscaron llevar sus habilidades a un nivel mucho más elevado y para hacerlo tuvieron que recurrir a técnicas que solo un Dios se atrevería a utilizar. Sin embargo, las consecuencias de dichas técnicas son más graves de lo que creíamos.
Durante el capítulo 65 del manga de DBS, Goku utilizó el poder del Ultra Instinto Perfecto para superar a Moro en combate. En lugar de terminar con él, Goku utilizó las Semillas del Ermitaño para restaurar la energía del villano, cosa que aprovechó para volverse todavía más fuerte.
A pesar de que Moro ya es capaz de utilizar el Ultra Instinto, que robó injustamente de Goku, los efectos de éste en su cuerpo son mucho más graves. En lugar de potenciar su nivel de poder, el cuerpo de Moro empieza a distorsionarse e inflarse. La razón de esto se debe a que un poder de este tipo no puede ser simplemente robado, sino que el guerrero que lo posee debe ser digno de utilizarlo.
Via: ComicBook
