Tal y como le sucediera a Insomniac Games y a Rockstar en el pasado, la empresa propietaria del ratón más famoso del mundo sufrió un ataque cibernético que no sólo reafirma la vulnerabilidad de los sistemas informáticos, sino que abre la puerta a un sinfín de filtraciones y especulaciones.
Días atrás, el grupo de hackers denominado Nullbulge logró acceder a más de un terabyte de información perteneciente a Disney, mediante una brecha vía la herramienta de mensajería Slack, argumentando que tal ilícito fue ejecutado como una “rebelión” para proteger los derechos de los artistas ante la irrupción de la inteligencia artificial (IA).
El control de daños hasta el momento es endeble, pues si bien algunos archivos han circulado tanto en editores de la prensa como en internet, la realidad es que en manos de los delincuentes tecnológicos están documentos estratégicos y evidencias de proyectos no anunciados, así como fotos de empleados de la compañía desde 2019 a la fecha.
Respecto a los videojuegos, existen rastros de múltiples colaboraciones con Fortnite y la secuela de Aliens: Fireteam Elite, además de contenido relacionado con la franquicia de Star Wars. Hasta el momento, la empresa afectada no ha emitido declaraciones oficiales al respecto y solamente ha confirmado que se encuentra investigando lo acontecido.
Conviene resaltar que las acciones emprendidas por Nullbulge no son nuevas, toda vez que han promovido maniobras similares en contra de otras organizaciones que han mostrado su apoyo hacía la IA y de las firmas que han comunicado su respaldo a las criptomonedas.
Pensar que la seguridad tecnológica de Disney fue violada, podría parecer inverosímil, pero la realidad es que cualquier corporativo puede atravesar una situación como esta, tal y como le ocurriera a Sony hace más de una década, donde la PlayStation Network estuvo varias semanas sin funcionar y causó severos estragos a la comunidad gamer.