Un grupo de alrededor 50 desarrolladores japoneses, donde se incluyen Nintendo, Capcom, Konami, Square Enix y Bandai Namco, acaban de ganar una batalle legal contra el fabricante de tarjetas R4 y sus distribuidores. Una corte de Tokio acaba de ordenar que dos distribuidores de estos productos paguen a los desarrolladores aproximadamente un millón de dólares ($944,921) por pérdidas de sus compañías.
Las tarjetas R4 Revolution son conocidas porque permiten jugar juegos piratas en una consola Nintendo DS, ya que son una especie de adaptador para tarjetas SD donde se puede cargar la imagen del juego, y así introducirla en la consola como si se tratara de un cartucho original. Esta batalla legal ya tenía un largo precedente, pues desde el año pasado está prohibida su importación y venta en Japón, así como también en Reino Unido, donde llegaron a encarcelar a un importador de las tarjetas R4.
Fuente: Kotaku
