A todos, o casi todos, nos gusta comer mientras jugamos. Aunque la comida no sea precisamente típica y mucho menos saludable. Papas, pizza, refrescos, sopas instantáneas y demás comida chatarra es parte del menú tradicional del gamer (y en buena parte de nosotros se nota). Por ello, a la mayoría de nosotros nos pega la aplicación del IVA en alimentos preparados que está vigente desde este 1 de julio.
La noticia nos sorprendió a muchos, aunque no es realmente una novedad. Desde hace 15 años se tiene contemplado que los alimentos que se consumen en un establecimiento, sean para llevar o para entregas a domicilio paguen IVA. A esto se suman las disposiciones desde inicios del año pasado para que alimentos con alto contenido calórico paguen impuesto.
Lo que sigue es directamente obtenido de la Ley del IVA en el Sitio Oficial de la Cámara de Diputados.
“Se aplicará la tasa del 16% a la enajenación de los alimentos a que se refiere el presente artículo preparados para su consumo en el lugar o establecimiento en que se enajenen, inclusive cuando no cuenten con instalaciones para ser consumidos en los mismos, cuando sean para llevar o para entrega a domicilio”.
Como es de imaginarse, esa definición es muy vaga. Por ello, especialmente las tiendas de conveniencia y autoservicios, no estaban cobrando dicho impuesto. Ante la situación, la Tercera Resolución de Modificaciones a la Resolución Miscelánea Fiscal emitida por el Servicio de Administración Tributaria mexicano tuvo como objetivo hacer los ajustes necesarios e informar de los incrementos en el precio.
Pensemos en dos factores: qué comes y dónde compras.
En la primera instancia, la resolución maneja una lista muy particular de alimentos en los cuales aplica el incremento de precios. Traduciendo del lenguaje en el reglamento (cortesía del SAT), que por su redacción bien podría resultar alemán, se trata de alimentos preparados en general listos para comer. Esto sin importar si se puedan cocinar o calentar en el lugar donde lo adquieres o si haya espacio allí para comer.
Se añade, además, una lista de platillos típicos (y no tan típicos) de la comida rápida en tiendita.
Nos hemos dado el placer de traducir algunos de ellos según el dialecto legislativo.
–Sándwiches y emparedados de cualquier tipo.
-Tortas o lonches (para que quede claro allá donde les dicen lonche). Esto incluye chapatas, paninis, pepitos, baguettes y subs. En general todo lo que quepa entre dos panes, aunque le pongas un nombre arrogante.
-Gorditas, quesadillas, tacos, flautas, sincronizadas o gringas. La ley no entra en el patético debate de la quesadilla con queso o sin queso.
-Burritos, envueltos, rollos y wraps. En pocas palabras, todo lo demás que entre en una tortilla, o algo parecido, sin importar el nombre que le pongas.
-Croissants y cuernitos.
-Bakes, empanadas y volovanes.
-Pizzas. Incluyendo la denominada focaccia.
-Guisos. Aunque el concepto es amplio, el documento se da el lujo de especificar que también se incluyen las discadas.
-Alitas
-Hot cakes
-Hamburguesas
-Molletes
-Bocadillos (snacks)… Aperitivos, botanas, pues.
-Sushi
-Tamales
-Sopas instantáneas
-Nachos
Todo esto aplica, de manera muy específica, en tiendas de conveniencia, mini súpers y súper mercados. Así que si comes este menú tan peculiar, y lo compras en este tipo de sitios, pues obviamente va a salirte un poco más caro.
Eso sí, si compras en fondas, cocinas económicas o hasta puestos tradicionales, el impuesto no afecta. La razón es muy clara: son negocios que ganan menos de 2 millones de pesos anuales, los cuales pertenecen al Régimen de Incorporación Fiscal.
Por ello, si en la fondita te dicen que van a subir los precios por el impuesto… pues es más bien porque quieren más dinero.
El alza por producto puede ir de 1.50 a más de 6 pesos. Al menos ése es el precio que dio la cadena Oxxo al portal Aristegui Noticias.
-Sopas Instantáneas van a costar $11.02 (un aumento de 1.52)
-Hot dogs van a estar en $15.08 (subió 3.08)
-Los volovanes (¿No era esa una banda de rocksito?) $18.56 (se incrementó el precio en 2.56)
-Un cuernito te va a salir en $19.72 (subió en 2.72)
-Nachos te cuestan $20.88 (te sale 2.88 más caro)
-¿Te gustan los burritos? Te salen en $26.68, igual que la pizza (3.68 pesos arriba).
-El sándwich te cuesta en $27.84 (con un aumento de 3.84 pesos)
-Las sincronizadas te van a salir en $30.16 (4.16 pesitos por encima)
-Una torta te cuesta $38.28 (5.28 más de lo que salía antes).
-Una hamburguesa está en $40.60 (5.60 pesos más caro)
-Las baguettes te salen $49.88 (6.88 más caro).
Así que vale la pena checar qué sueles consumir y, claro, cuánto para ver cómo te afecta este incremento.
Es notorio, al menos para quien esto escribe, que la ley tiene como fuente el considerar que este tipo de alimentos no son de consumo básico. Por ello tanta insistencia en especificar a dónde va el impuesto, para evitar la confusión con los alimentos fundamentales por la cual, justamente, el impuesto llevó años sin aplicarse.
Más que un impuesto nuevo, se trata de un ajuste. Por ello, también, el documento hace énfasis en que van a subir en ciertas tiendas que, a través de dicha confusión, no lo cobraban.
Al final del día, sabemos que somos fieles a la pizza y el cuernito de la tienda de la esquina. Más cuando no se cocina o la pereza es grande. ¿Qué tanto te afecta, considerando todo esto, dicha medida?