¿Qué lo hacía atractivo? ¿Era porque aparecía en la portada del juego? ¿Por qué al escogerlo sabíamos que tomaríamos el camino difícil? No podemos negarlo: desde aquel ya lejano 1996, cuando las versiones Roja y Verde llegaron a Japón, el pokémon inicial predilecto era Charmander (Hitokage), el dragón bebé cuya flama representa su salud, su estado de ánimo y cuya evolución final es Charizard (Lizardon).
LEER +Una de las razones –siempre lo digo– por las que más me fascinan los videojuegos es su capacidad para encender la imaginación. Esto no es una característica exclusiva, pero este medio lo logra de una manera bastante particular. Se nos puede presentar, por ejemplo, un problema abstracto, geométrico, o matemático en forma de puzzle, o una prueba a los reflejos y de trayectorias con un shooter; pero también nos pueden poner dentro de una aventura cuyas proporciones dependerán no de la capacidad de nuestros dedos, o de un motor gráfico para mostrar texturas y efectos de luz: una travesía que dependerá de la imaginación.
LEER +A finales del mes de agosto del año pasado, tuvimos una charla en el after de Atomix Live 151 sobre realidad virtual y tuve la oportunidad de hablarles de uno de mis libros favoritos: Ready Player One, de Ernest Cline. Cada día vemos más noticias respecto a los desarrollos de tecnologías de realidad virtual por parte de varias empresas, y hoy con el anuncio de la compra de la empresa Oculus VR por parte de Facebook podemos darnos cuenta de que ese futuro, de un mundo virtual, está ya muy cerca.
LEER +Algo que me sucede es que para relajarme y terminar el día, no puedo dejar de jugar algo antes del momento en que cierro los ojos para dormir; ya sea en una portátil, o en la consola casera, mi última acción del día casi siempre tiene que ser jugar algo para eliminar cualquier tensión y estrés.
LEER +No eras tú aquél boxeador de cabello verde de 1984. No… era muy alto para ser tú; esperabas el momento. Tu momento. Sí, esperaste un poco. Tenías que entrenar, lo entiendo. ¿Recuerdas cuando conociste, por azar, a Doc? El buen Jerome Louis ha perdido condición, ya no es la estrella del boxeo que fue en la época dorada de los pesos pesados y come más barras de chocolate que cualquiera. Pero le has aprendido bien, sí. Él te enseñó tu clásico “Star Punch”, no se te olvide. "Dancing like a fly, bite like a mosquito!", ¿cómo olvidar esa frase? Y cuando en la pelea por el título te dijo que te unieras al divertido club de Nintendo. ¡En qué momento te lo dijo!
LEER +Tuve la fortuna de vivir en Corea del Sur por un tiempo. Durante ese periodo, viví experiencias que cambiaron mi vida y pude presenciar de primera mano muchas manifestaciones de la cultura asiática oriental. Obviamente, una de las facetas en las que más puse atención fue la relacionada a los videojuegos. Ya en otras ocasiones he tenido la oportunidad de hablar acerca de la cultura gamer en Corea, pero esta vez, me gustaría abordar el tema que más bien es global, ¿cómo le enseñamos videojuegos a nuestros hijos?
LEER +“El GTS está lleno de subnormales”, responde mi amigo. Yo asiento, estoy de acuerdo. Antes le comento, casi como reclamo, que buscaba en la Global Trade Station (GTS) un Natu con Magic Bounce. No pido demasiado, pienso; es sólo un avecilla psíquica que tengo la no-fortuna de no-tener en mis Friend Safari. “Sí hay Natus, pero piden Lugias y otros legendarios. ¿Por qué piden cosas que no?”, le digo.
LEER +Históricamente, cuando llegamos al momento en que cada humano tiene en sus manos una cámara que llevan a todas partes –incluso a la hora de dormir–, se comenzó a dar una transformación en nuestra búsqueda del recuerdo. Es una lástima que hoy la internet esté llena de fotos de comida irrelevante, o de autorretratos de gente que se acaba de levantar: “Miren, mi cabello despeinado, ¿verdad que es kawai?”
LEER +Estamos iniciando febrero, mes que muchos llaman “del amor y la amistad” por la fecha en que recordamos a los amigos y las personas a quienes amamos. Los videojuegos son una experiencia que en ocasiones se disfruta mucho más en compañía, no importa si los que tienes a un lado son espectadores o participantes en la partida. En este sentido, la amistad es un valor muy importante que nos ayuda a disfrutar mucho más de los juegos que tanto nos apasionan.
LEER +Spielberg, ya sin querer saber nada de juegos, negaba una segunda oportunidad a The Walking Dead, Journey y The Last of Us, títulos que, según los presentes allá reunidos, formaban parte de las grandes experiencias que han tenido. El cineasta venerado, el rompe récords hollywoodense, concluyó diciendo que “si se necesita un control, no podrían ser tan artísticos y queridos como Indiana Jones IV”. Con que, vamos, más fecundo en ardides que el propio Odiseo, ciñó y batió la tierra y a la audiencia cual Poseidón con su poco amable comentario.
LEER +Durante las décadas de los ochenta y noventa, el juguete dentro de la caja de cereal era uno de los mayores atractivos para los niños: ¿un carrito? ¿un títere para los dedos? ¿una figura coleccionable? ¿un silbato? ¿tarjetas? Hasta lo que menos nos imaginábamos adornaba la caja de cereal, que no nos atraía simplemente por el sabor del alimento, sino que la ilusión siempre estaba en encontrar una sorpresa dentro de la caja de cereal; un regalo sorpresa que buscábamos con desesperación al llegar a la casa después de pasar a surtirnos en las tiendas.
LEER +Logros, trofeos, contenidos descargables, extras desbloqueables, objetos escondidos... ¡Auxilio! ¿Cuándo dejamos de jugar por el simple hecho de divertirnos? Conforme avanza la tecnología y evoluciona la industria de los videojuegos, nos vemos invadidos por distintos fenómenos relacionados con los nuevos medios digitales, los cuales nos empujan hacia conceptos como la instantaneidad, la inmediatez y lo efímero.
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