Cada año, el College of Family, Home and Social Sciences invita a un investigador a que hable de algún asunto que afecte a la familia. El jueves pasado durante la conferencia, Bushman habló sobre los efectos de los videojuegos violentos a través de sus múltiples investigaciones y los resultados que ha visto en 130 mil participantes en todos estos años.
Bushman ha estudiado la violencia en los medios durante 25 años, ha publicado más de 150 estudios y ensayos al respecto, tanto que es el segundo académico más citado al respecto y también uno de los más odiados por los adolescentes norteamericanos, quienes por cierto escribieron a su hija: “¡Deberían dispararle a las personas que creen que porque jugamos videojuegos violentos somos agresivos!”, comprobando así su teoría y fama.
Jugar títulos violentos incrementa los pensamientos y sentimientos agresivos, cambios en el estado de ánimo, incluso los hace insensibles ante el sufrimiento de otros. Estos efectos son masivos y estadísticamente significativos.
Ciento cuarenta estudios al respecto incluyeron a 68 mil participantes para establecer esta correlación y continuó diciendo:
Las personas que dicen que no hay suficientes estudios al respecto no saben de lo que hablan. Hay un pequeño margen de error y los descubrimientos son tan importantes estadísticamente que no hay duda de que estos afectan el comportamiento.
Bushman describió estudios en los que los participantes seleccionados al azar para jugar títulos violentos eran más agfresivos que aquellos que sólo veían o que jugaron títulos sociales. Otros estudios comprobaron que tardaban más en ayudar a alguien lastimado en una pelea en el cuarto de junto.
Dijo que hay una negación de estos resultados por la influencia de los medios, desconocimiento del tema y razonamiento fallido (“yo he jugado títulos así toda mi vida y no le he disparado a nadie”). Sin embargo, aclaró que sólo el .1 % de los crímenes son asesinatos y que los tiroteos en escuela son menores a ese pocerntaje.
“Más bien hay que medir cómo se comportan con sus padres, hermanos, amigos y mujeres a su alrededor“. Por ejemplo, en un estudio realizado a través de 15 años, demostró que los niños de entre 8 y 11 años que preferían los programas de televisión violentos, actualmente, son más propensos a agredir a sus esposas. Dentro de otros factores de agresión, también están contemplados la probreza, niveles de estudio y adicción al alcohol y a las drogas.
No dejamos que fumen, que beban cerveza o que jueguen con armas. Protejamos a los niños y asegurémonos de que no consumen contenido inapropiado para su edad en los medios.
Dijo también que las personas afectas a estos juegos van perdiendo el control de sí mismo en la toma de decisiones y que al ser éste uno de los factores para el éxito es importante que los papás se involucren en lo que los niños consumen en los distintos medios de comunicación, no sólo en los videojuegos.
Fuente: Deseret News
