La semana pasada, en los headquarters de Blizzard, tuve la oportunidad de probar un poco del beta de Diablo III, la cual consta de la mitad del primer acto del juego final. Comienza con tu llegada a New Tristam y termina en una difícil (o por lo menos a mi así me pareció) batalla con el Skeleton King Leoric en las entrañas de una vieja catedral, entra para leer más acerca de este esperadísimo juego y su beta.
El hype que tiene un nuevo título de Diablo no podría ser mayor: han pasado 11 años desde la última entrega y aún no hay fecha de salida, aunque, como bien nos comentó Jay Wilson, director del juego, están en una de las etapas más difíciles de desarrollo (el balanceo). Seguramente, los fans estarán contentos al pensar que pronto lo tendrán en sus manos.
Más allá del tema de que el juego te permitirá tener ganancias con dinero real, en este artículo me enfocaré en hablar sobre lo que jugué.
En el beta, todas las cinco clases estarán disponibles para jugar. Yo me enfoqué en el Barbarian, pero también podrás elegir ser un Monk, Wizard, Demon Hunter o un Witch Doctor (aquí se esuchan los gritos de todos los lectores: ¡¿Dónde está el Paladín?!) Cada clase tiene sus ventajas y desventajas pero, aunque no lo crean, se siente que la curva de aprendizaje ha sido reducida considerablemente. No le tomará mucho a alguien no familiarizado con la serie entender cómo funciona Diablo III.
Aunque mucho de lo que jugué se siente diferente, en esencia se siente idéntico a la serie de Diablo. Se sorprenderían al ver lo clásico que se ha mantenido el gameplay, seguramente esta será una excelente noticia para los fans de la serie.
Entre las diferencias nos encontramos que Diablo III no tiene skill ni atrribute points. La manera con la que mejoras a tu personaje consiste en que, mientras progresas (lo que significa dar un millón de clics con tu mouse para descuartizar a tus enemigos y recoger toda la piñata que dejan tirada), a medida que subes de nivel obtendrás nuevos skills y, aunque mucho de esto sucede de manera automática, podrás guiarlos más a tu gusto con las runestones, las cuales te permitiran variaciones/mejoras de casi cada aspecto de tu desempeño en el juego.
Comienzas el juego con espacio para tres skills y tendrás seis en el nivel máximo. También hay otros tres espacios para habilidades pasivas, que se irán abriendo a medida que avanzas. Todo esto puede ser personalizado a tu gusto. Controlarás todo con los botones del mouse y también con las teclas del uno al cinco, tal y como ha sido siempre.
Realmente los controles podrán ser acomodados a tu manera de jugar y la rapidez con la que puedes cambiar de una habilidad a otra permitirán combinaciones de ataque y defensa que te harán casi invencible.
Seguramente, si eres como yo, mantendrás tus skills “de moda” en los primeros números y las pociones al final. Es importante decir que Blizzard a puesto un límite de 60 segundos por poción (lo cual fue gran parte de la razón por la cual me tardé tanto en derrotar al Skeleton King), pero agradezco que incrementen el reto de una manera justa. Por suerte, podrás encontrar salud tiradita entre el loot que dejan los enemigos.
Hablando del loot… al más puro estilo Resident Evil, tu inventario se llenará en un parpadeo. Por eso Blizzard añadió la posibilidad de poder vender lo que te sobre desde donde estés; ya no tienes que regresar al pueblo para hacerlo. De cualquier manera, si así lo quieres, podrás acceder a cualquiera de los checkpoints regados por el juego. Lo más atractivo de visitar el pueblo es la posibilidad de crear o modificar ítems. Ahí también tendrás tu stash, el cual puedes hacer más grande (con dinero baila el perro) e incluso puedes accederlo independientemente de la clase que tengas. Los items que recojas como Bárbaro (y que quizás no le sirvan), podrán ser usados por tu Monk.
Las estrategias para derrotar enemigos puede variar drásticamente. No es lo mismo matar a un zombie, que matar a uno de los jefes dentro del juego. Al igual que las pociones, no podrás usar tus skills una y otra vez: tendrás que dejarlos descansar. Todo esto en pro de hacer de Diablo una experiencia que no sea repetitiva. Con defenderte/escapar/atacar tendrás suficiente para estar ocupado.
El gandallismo ya no será un problema a la hora de recoger el loot mientras estás jugando en cooperativo, ya que el loot que veas en tu pantalla será distinto al que vean tus compañeros de juego. Obvio también podrás jugar con extraños en cooperativo o PvP matchmaking, lástima que el número de jugadores disponibles (al mismo tiempo) fue reducido a cuatro, si lo comparamos con los siete que permitía Diablo II.
Las quests de Diablo III se sienten mucho más complejas de las que habíamos visto en la serie. El beta incluye varias de ellas y es un placer ver caras conocidas como la de Deckard Cain. Uno de los personajes principales de Diablo III está muy vinculado a él.
Los followers de esta tercera entrega están representados de una manera mucho más sólida que en el título pasado; cada uno tiene su personalidad e incluso tienen una historia que los respalda.
Hay un cambio drástico en Battle.net para Diablo III. Obviamente el servicio ha cambiado muchísimo en 11 años. Ahora podrás tener cross-game chat con tu RealID, por lo que podrás hablar con tus amigos, aún si ellos están jugando StarCraft II o WOW. Recuerden que el tema de las subastas con dinero real será explicado en otro artículo.
Hay mucho que contarles acerca de lo que probarán en el beta del juego, traté de no dar spóilers de muchas de las sorpresas que hay en él. Hagamos changuitos para ver el juego completo antes de que termine el 2011. Si a mí me lo preguntan, estaremos jugándolo en Navidad.