Hace muchos años que los videojuegos abandonaron su esquema de pasillos y rieles por defecto, los cuales nacieron debido a las limitaciones técnicas de las consolas de antaño. Conforme han pasado los años, los estudios y equipos han reimaginado los conceptos de libertad del jugador, naciendo así el sandbox y el mundo abierto, un esquema de juego que otorga un grado mayor de albedrío a todos los usuarios de un videojuego. Pero no todos han sido de la misma calidad ni cuentan con el bagaje de desarrolladores de gran reputación, es por ello que ahora toca premiar a nuestro Juego de Mundo Abierto favorito del 2017.
Nintendo ya había explorado el mundo abierto en entregas previas de la franquicia The Legend of Zelda, pero nunca de la forma en que lo hizo a través de Breath of the Wild. Tal y como su nombre lo indica, nos sumergimos en una bocanada de frescura y lo salvaje que nos permite tener un conocimiento del entorno de una de las maneras más orgánicas posibles. Si bien muchos afirman que el WRPG ya había empezado a perfeccionar la fórmula, el equipo conformado por Eiji Aonuma y Hidemaro Fujibayashi nos demuestra que no todo está escrito y Japón tiene mucho que demostrar en lo que respecta a Mundo Abierto.
Pero esto no es todo, ya que cada uno de sus rincones nos llama a la aventura; ¿ves esa montaña allá a lo lejos? La puedes escalar. ¿Qué hay de aquel riachuelo que desprende un brillo interesante? Es posible llegar a él. Y es que, a nuestros ojos, de eso es lo que se trata la libertad en este peculiar esquema de juego que nos ha cambiado la forma en que jugamos desde hace varios años. El hecho de que Link pueda otorgarnos esa sensación de asombro, mientras intentamos desvelar cada recoveco de Breath of The Wild, lo convierten en un juego incomparable que se adapta como pan a la mantequilla al Mundo Abierto.