En la profundidades del pensamiento imaginativo de Alex Hirsch, se esconden vastas criaturas tan macabras como las del universo de H.P. Lovecraft, entes con personalidades maravillosas tal y como las destacaba Robert Louis Stevenson o temáticas oscuras y malditas tal y como Edgar Allan Poe poetizara. Para nada es una comparación, no sería adecuado, sin embargo, hay que reconocer la influencia de estos genios literarios dentro de las ideas de Hirsch.
Gravity Falls es un lugar no apto para cualquiera, en el que dos gemelos de 12 años (Dipper y Mabel, ambos de apellido Pines) tienen la condena de pasar el verano entero ayudando a su tío Stan (quien por cierto es un gran avaro y diestro para lucrar con el territorio) a mantener el museo más extraño del mundo, también llamado: La Cabaña de los Misterios. Pero los hermanos encuentran un libro de misterios y criaturas extraordinarias; a partir de ahí, su encomienda es encontrar todos los libros perdidos y resolver cualquier caso que se les interponga.
El miedo es inherente en el ser humano, es cuestión de supervivencia; no obstante, la sociedad es la que te enseña a tener miedo, a qué tenerle miedo y a evitar situaciones que pueden llegar a ser negativas.
Los niños son criaturas tiernas, poco maleadas, inocentes. De niños todos tuvimos experiencias ante lo desconocido, en las que la curiosidad y necesidad de aprendizaje eran constantes. Así son Dipper y Mabel: tienen una personalidad emprendedora y adorable; no hay enigma que no acepten resolver, misterios muy escabrosos pero llevados a sus últimas consecuencias en cada episodio de la caricatura.
En ese aspecto, Disney realizó un gran trabajo al poderle dar forma a la personalidad de un niño. Hay que destacar que cada aventura es sumamente divertida, cada capítulo da giros inesperados y eso obliga a nuestros protagonistas a tomar decisiones improvisadas y entretenidas.
Podemos ver muchas caricaturas a lo largo de nuestra vida, pero no todas sobresalen gracias a la música, efectos de sonido, e inclusive del doblaje. Gravity Falls es una de esas joyas que sí se ve nutrida por tal variedad de aspectos.
Personalmente, como amante de las historias de terror, de los Survival Horror (¿Ya vieron nuestra reseña de Dying Light? Equis de, yo lo), de las películas y los libros “torcidos“, he de admitir que Gravity Falls es una serie que supera las expectativas. Desde el momento en que escuché el opening de la caricatura, me empecé a interesar más. Es una canción compuesta por Brad Breeck y lleva por títutlo “Made me Realize”; xilófono, guitarra, bajo, teclado, unas cuantas percusiones y silbidos, te adentran de inmediato a lo que podría ser ésta caricatura; tonalidades menores hacen que la rola cumpla con su objetivo de ponernos en el estado perfecto para lo que veremos.
La primera vez que usé unos audífonos al ver Gravity Falls, quedé inmerso en este terrorífico y entretenido universo. Poder escuchar los diálogos combinados con la sombría ambientación musical, me puso a pensar en lo “adulta” que es ésta serie, pero al igual que Adventure Time, los creadores pudieron plantar bien el concepto y adecuarlo a la niñez actual.
El mundo de la imaginación que nos ofrece Disney Channel me tiene maravillado, soy de esos que creen que las caricaturas están tomando un segundo y profundo aire. Estamos en una nueva etapa en la que los adultos podemos disfrutar de estos agasajos. No tengo duda en lo absoluto que se puede trascender aún más. La entrañable y oscura Gravity Falls.