Muchas veces, uno de los recursos más utilizados por los dibujos animados es la comida. Quién no recuerda a varios de nuestros personajes favoritos, disfrutando de tal o cual alimento de una manera muy especial, asunto que por supuesto, provocaba que en automático, se nos antojara, deseando que en realidad existiera. Como parte de nuestros contenidos por Atomix Toons, nos dimos a la tarea de seleccionar las comida más deliciosa de las caricaturas. ¿Cuál es tu favorita?, ¿qué otra recuerdas?.
Uno de los elementos más icónicos de las famosas Tortugas Ninja, era su gusto obsesivo por la pizza. Cada vez que nuestros héroes tenían un momento de descanso en su alcantarilla, no dudaban en disfrutar de uno de estos platillos inventados en Italia. ¿Recuerdas lo delicioso que se veía el exceso de queso derramándose de cada una de las rebanadas que se devoraba Mike?.
Durante una sequía de clientes en el Crustáceo Cascarudo, a Bob Esponja se le vino la mejor idea posible: ¡hamburguesas de colores! Después de que Don Cangrejo y Calamardo se mofaran de él, decidió abrir su propio puesto de comida afuera de su casa. ¿El resultado? Un exitazo.
No estamos seguros si las colorburgers contaban con un ingrediente especial o si sólo repetían la misma fórmula de la receta original. Lo que es cierto es que nadie le diría que no a una de éstas.
Los Castores Cascarrabias se levantaban como una de las series animadas más irreverentes de Nickelodeon, en donde la comida que disfrutaban los divertidos construye diques, jugaba un papel muy importante. Además del cine clásico, una de las pasiones de estos dos hermanos, eran los Jalapeños Rellenos de queso. Estas botanas lucían por demás deliciosas, asunto que se veía apoyado por la forma en la que eran deglutidos.
Desde muy pequeños, los placeres culinarios ya nos causan grandes alegrías, en especial con las cosas dulces que durante toda nuestra niñez disfrutamos. Los rugrats se deleitaban con galletas de reptar y leche de chocolate ¿recuerdan cuando Angélica les robaba su bebida a Tommy y el resto de la pandilla?.
¿Creías que un villano que andaba por ahí sobre su trasero era lo más grotesco y bizarro de Vaca y Pollito? Ni el Tío Deshuesado le llegaba a lo perturbador de los traseros de cerdo y patatas que tanto les encantaba a los personajes de la serie.
Sabemos que la carne de cerdo es un manjar para muchos, y que en México no se desperdicia ni una pieza del animal… pero abiertamente mostrar el trasero del cochino superaba los límites de lo normal.
Más allá de las creepypastas y las historias oscuras detrás de tan polémica caricatura, es indiscutible que a todos se nos antojaban esos caramelos gigantes que tanto les encantaba a los protagonistas.
La exageración en el tamaño no hacía mas que elevar el deseo de comerse uno, ojalá existieran.
Es bien sabido que si de algo gusta Scooby-Doo y Shaggy, es de comer. Las famosas fuentes de soda eran uno de los lugares favoritos de estos dos asustadizos personajes, no obstante, las famosas Scoobygalletas volvían verdaderamente loco a uno de los perros más famosos de la historia. Sabemos bien que se trata de comida para canes, pero hay que aceptar que más de uno, hubiéramos dado lo que fuera por probar al menos una de esas botanas.
La glotonería es algo que ha estado presente en la humanidad desde sus orígenes, al menos así nos lo mostraron en la serie Los Picapiedra que con las limitantes de la prehistoria fueron reimaginados como civilizados ciudadanos. Ahora comemos cerdo, res y pollo pero ¿qué tal el desmesurado tamaño de un dinosaurio? En nuestras mentes quedó grabado que después de cada capítulo de los Picapiedra la familia de Pedro pasaba en su troncomovil a un restaurante de comida rápida donde les servían una costilla de brontosaurio tan grande que se volteaba su vehículo.
Dentro de todas las situaciones absurdas que se nos han presentando a lo largo de la historia de South Park, hay un capitulo en el que Cartman se dedica a traficar pollo frito de KFC, luego de que éste fuera prohibido. La forma en la que el vulgar personaje devora y habla de la piel de pollo frito, hizo que más de uno fuera corriendo a uno de estos restaurantes a comprar una cubeta.
La Vida Moderna de Rocko presentaba varias situaciones bastante asquerosas, sin embargo, con Heffer como uno de los personajes principales de la serie animada, la comida era uno de los puntos centrales. Chokey Chicken era la cadena de restaurantes favorita de los protagonistas. Dentro de toda la historia de las caricaturas, había pocas cosas que se veían tan ricas como el pollo frito que servían en el lugar antes mencionado.
Nada grita más fuerte Estados Unidos que el queso derretido que se usa para complemento de botanas y tal parece que entre más artificial sea este aderezo enlatado más se disfruta. Max –el hijo Goofy– y sus amigos siempre fueron adolescentes rebeldes glotones, una de las escenas más memorables fue cuando Bobby Zimmeruski prácticamente alucinó al ver una lata de queso derretido y se lo bebió como si de agua se tratara. Ni hablar de sus atracones con nachos.
A diferencia de los perros que son sumisos y fieles a sus amos, los gatos son animales que se sienten superiores y no precisamente tu mascota. Una muy buena representación de la personalidad de un gato es Garfield, el obeso gato naranja que tiene una debilidad particular por la comida. Como muchos de nosotros, Garfield ama la comida italiana y la Lasaña en específico es su mayor debilidad. ¿Alguno de ustedes ha comido lasaña al estilo de Garfield?.
Para muchos, un caliente plato de hígado encebollado es un manjar, sin embargo, para Doug era toda una pesadilla. Todos los que disfrutamos esta serie animada recordamos como uno de los momentos más memorables el odio de Doug por este platillo y todas las peripecias que pasó por ese rechazo. ¿A ustedes les gusta el hígado encebollado?.
Winnie-Pooh fue una de las series más vistas durante la infancia de muchos. Dentro de todas las situaciones ligeras que veíamos en la caricatura, teníamos la enorme obsesión del oso por la miel. Cada vez que tenía la oportunidad, no perdía tiempo para disfrutar de uno de estos tarros, los cuales, a muchos de nosotros se nos antojaba probar aunque sea un poco.
