Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas, porque el tiempo está cerca.
Apocalipsis, capitulo 1
Por: Sophía Terra (@Sophirefly)
El mundo se ha rodeado de interpretaciones sobre el final de los finales en distintas narraciones escatológicas. Dependiendo de la cultura que se cite, esto permite obtener distintas frases e historias que retratan de una manera concreta y casi exacta los momentos que se vivirán en algún lugar del presente o el futuro.
Esta amalgama generalmente simbólica hace que el interpretarle tome un carácter serio y de amplio debate. Por esta razón, las referencias ligadas a su canon estético tienen una justificación que todos reconocemos sin importar la fuente debido a los usos que le dan a sus relatos, donde la aplicación de la simbología del color, la obsesión con la oscuridad, las formas que aluden a seres generalmente de representación exagerada y grotesca, además de las ciudades siempre en ruinas (donde los protagonistas adquieren un papel de representar la lucha definitiva del bien en contra del mal), les hacen de fácil entendimiento para la población a las cuales son profesadas estas historias.
Dentro de la literatura, el cine y los videojuegos conocemos distintos entornos y eventos llevados a esta disputa, pero no hace mucho tiempo dentro de las animaciones más populares y no tan comerciales de Cartoon Network, el apocalipsis tomó cierta presencia para ayudar a nuestros personajes favoritos a entender su papel en el microverso que les rodea.
La paradoja del tiempo como elemento argumental apocalíptico tiene usos variados en filmes como Soylent Green, Terminator y This is the end. En los cómics, este elemento se presentó recientemente en DC con The Flashpoint Paradox, y en un capítulo de la segunda temporada de Las Chicas superpoderosas nos mostraron lo que sería una paráfrasis simple pero eficaz de este evento.
Durante el episodio “Sólo un Instante (Speed Demon)” de Las Chicas superpoderosas, encontramos distintos simbolismos que exploran estos entornos de manera simple pero sin escatimar en su profundidad, ya que es interesante cómo se toman los elementos distintivos del apocalipsis para entregar un episodio que sugestiona la posibilidad del fin del mundo de una manera en la que no percibes a primera vista la tristeza o dolor, pues si lo ves a la edad recomendada podrías no asumir los delicados detalles que enmarcan la desesperación y la añoranza en sus dulces habitantes, los cuales ahora están reducidos a una existencia de deseo y anhelo por el pasado/presente perdido, al representar en más de una ocasión la última acción con la que convivieron con las Chicas superpoderosas. El cielo adquiere un papel singular, ya que presenta distintas tonalidades durante el episodio: la paz y tranquilidad del azul, el naranja del ayer, el rojo como el simbolismo del fuego y la sangre (debido a que es el elemento más clásico del apocalipsis), y para terminar el color profundo, el negro como el resultado de la pérdida total de la fe.
El o la representación andrógina de Satanás tiene un papel determinante en la estructura de este episodio, pues no sólo es el segundo personaje que nos explica el viaje del tiempo, también alude a la importancia del papel de las chicas y lo vemos por primera vez en su forma ideal o más fuerte, siendo ésta una personificación directa a la expuesta sobre la Bestia en el libro del apocalipsis en el apartado sobre las dos bestias.
Este episodio tiene una marcada influencia sobre los hechos bíblicos y extrae de ellos los elementos que darían forma al apocalipsis, ya que al principio del episodio se nos da la siguiente explicación para darnos a entender el trasfondo:
“Si Billy y Sally tienen una manzana, tendrían dos manzanas, pero si Billy le lanzara a Sally su manzana en una trayectoria de 1.8 metros por segundo, suponiendo que fuera en nuestro universo, la distancia entre dos puntos en los que no varía el tiempo ni el espacio, y cuyos dos componentes respeten la misma constante, el intervalo entre dos eventos sucesivos siguen las reglas cuánticas que rigen los niveles subatómicos del universo según la teoría de la relatividad de Einstein, mas la constante de la velocidad de la luz a la décima potencia, al alcanzar la velocidad del sonido, la distancia entre los puntos sucesivos tiende a cero, para las personas en casa transcurriría un tiempo aproximadamente de cincuenta años”.
Un segundo apocalipsis se acentuó en el universo animado de Cartoon Network con la entrada de Samurai Jack. Aquí la mitología se tornó más implícita al retratar a distintos dioses y culturas en su fin por educar a un ser humano con la fuerza, inteligencia y valor para combatir a la maldad primigenia representada por el personaje de Aku.
La singularidad de ver a los dioses Ra (Egipto), Odín (Nórdico) y a Shivá o Rāma (hinduismo) como arquitectos de la paz del universo, son la antesala de la estructura y el poder del bien que Jack blande en su espada samurái. Si bien aquí no vemos un apocalipsis como asumimos conocer, éste se presenta en una distopía futurista en la cual Aku tiene el poder de decidir sobre toda acción física o natural del mundo que ahora le pertenece.
Como en las Chicas Superpoderosas, Jack es enviado a un futuro donde el mal tiene el control y éste constantemente es representado con distintos matices. Tales elementos artísticos logran transmitirnos un entorno lleno de desesperación, pero al mismo tiempo nos regala una rica mitología inspirada en los relatos e historias más antiguas del mundo.
El conjunto simbólico que encontramos en ella son innumerables y nos recuerdan la fortaleza del mundo, porque en cada capítulo observamos la manera en que distintos artefactos y fuerzas de la naturaleza viven estoicas del comportamiento de Aku, aguardando en lugares sagrados que aun tienen la magia de las civilizaciones que precedieron a la nuestra.
Al ser éste un universo paralelo, la sociedad vive inmersa en los eventos propiciados por Aku para dotar del mundo de todo tipo de tangentes biológicas y tecnológicas dentro de esta ucronía (1. f. cult. Reconstrucción lógica, aplicada a la historia, dando por supuestos acontecimientos no sucedidos, pero que habrían podido suceder.) que parece representar el mundo que nosotros habitamos, pero suspendida en un pedazo de tiempo que continuamente Jack busca restablecer.
Dicha búsqueda es lo que da una motivación a Jack para seguir adelante, pues en distintos episodios observamos cómo encuentra diversas maneras para regresar a su tiempo, aunque éstas son destruidas o pertenecen a distintos eventos geográficos y cósmicos.
Si no han tenido la oportunidad de ver esta serie, les recomiendo ampliamente la música y los elementos ambientales que utilizaban para retratar las épocas que habitan en un mismo tiempo. Para los fanáticos de Doctor Who, sería como el efecto que toma el universo en el episodio de “The wedding of River Song”.
Lo que me hace en ocasiones revisitar Cartoon Network es la serie de Hora de Aventura. Esta animación se aleja de los tiempos concebidos en las caricaturas antes mencionadas y nos presenta un mundo sin humanos y con una proyección de hechos que transcurren a más de mil años de distancia de la última civilización humana, presentando una tierra que podría ser la Pangea última o un continente con el nombre de Ooo.
La serie nos presenta en distintos episodios bastantes referencias de la existencia humana, pero éstas no adquieren un valor más allá de lo anecdótico y no representan una fuente de búsqueda o deseo por recuperar las civilizaciones perdidas por parte de los personajes de la serie, sólo nos muestran artefactos cotidianos que según parece sobreviven a toda catástrofe.
En Hora de Aventura el suceso más enigmático y que crea la mayoría de los eventos o variaciones es la conocida Guerra de los Champiñones, acontecimiento que se cita en distintos episodios y es la razón de que se presente un mundo post-apocalíptico. En la trilogía de episodios denominados como “El Linch”, “Jake el perro” y “Finn el Humano” se nos presenta una realidad alternativa donde vemos la civilización humana previa a la destrucción del mundo, y a esto se suma la razón del porqué del nacimiento alterno de ciertos personajes representativos de la serie.
En Hora de Aventura, las denominaciones y el uso libre que le dan al jugar con la simbología de los objetos (al cambiarle los nombres), nos regala una entretenida experiencia para quienes nos regocijamos con estas historias. Un ejemplo es el apelativo que reciben el Necronomicron y la bomba nuclear que destruye al mundo humano: a esta última se le representa como un elemento de maldad absoluta, creadora del personaje del Linch, que a su vez es el la maldad en su forma física.
La caricatura continuamente me sorprende por la manera en la que emplea su distopía, entregando un mundo con valores religiosos, políticos y económicos, pero que a su vez no interfieren con la trama principal, la cual es el viaje de un niño en compañía de su mascota.
Estos héroes que han alimentado el imaginario de distintas generaciones de niños, nos regalan una visión del fin del mundo de la mano de moralejas que buscan crear un sentimiento de añoranza y respeto por la tierra en la que vivimos.
Sophía Terra (-) Comentan que la puedes encontrar en WASD.