Hay compañías que prometen y entregan, otras más humildes que no necesitan presumir de sus títulos para generar expectativas, finalmente existen pequeños estudios que toman por sorpresa a la industria con joyas inigualables. Por otro lado, también tenemos otros ejemplos de compañías que generan e inflan hype por proyectos de supuestas dimensiones titánicas, para terminar entregando productos de calidad mediocre, llenos de bugs, o simplemente bodrios.
Ojo, no estamos hablando de bodrios en general. Durante años hemos escuchado que tal o tal juego va a lucir impresionante, que va a tratarse de un antes y un después en la industria, que levantará los estándares de lo que debemos esperar en el futuro; y así después de meses y meses de expectativas, el producto final no es para nada lo que esperamos.
El 2014 tuvo su buena ración de decepciones. Juegos que fallaron en su ejecución durante su lanzamiento, servidores que no servían, mecánicas aburridas y mal implementadas, y bugs al por mayor. En Atomix nos dimos a la tarea de recopilar las peores decepciones del año, y las juntamos en una categoría para recordarle al mundo que no, así no se juega.
Y el ganador es…
La serie Assassin’s Creed gradualmente se ha convertido en un producto anual, y con todo y que muchos acusaban a la franquicia de caer en lo mismo con diferentes skins, sus juegos hasta Black Flag siempre se entregaron muy bien acabados, con uno que otro bug comprensible por sus mundos abiertos, pero técnicamente aceptables.
Assassin’s Creed Unity lo tenía todo para triunfar y colarse quizá en el top de lo mejor del año. Franceses haciendo un juego de su historia, el aprovechamiento del hardware de las consolas de nueva generación, un fuerte cambio en su sistema de juego y quizá la ciudad más ambiciosa por su enorme cantidad de NPCs pretendían marcar un antes y un después en la serie dándole nuevos aires y variedad.
Sí, Unity cumple con muchas de las cosas que señalamos en el párrafo anterior: es un juego mucho más difícil de dominar, tiene aciertos en el cambio de su sistema de combate, nos sorprendió por el detalle de la ciudad, tiene gráficos muy atractivos en muchos de sus sectores y por todos sus cambios, todo se traduce en una experiencia fresca y un cambio necesario para la franquicia.
El problema de Unity y lo que lo convierte en la decepción más grande del año es la manera en que el juego nos fue entregado. Se siente incompleto en sus elementos técnicos, el juego está lleno de bugs y elementos que nos hacen pensar que quizá si se hubieran esperado a que el juego funcionara de manera correcta otra suerte le hubiera tocado. Parche, tras parche y el juego en lugar de mejorar hasta llegó a empeorar.
Assassin’s Creed Unity no es un mal juego, se notan los recursos que Ubisoft le invirtió, es completamente desafortunado que haya sido publicado con tantos errores, convirtiéndose en la mancha más grande para Ubisoft en 2014 y al mismo tiempo en una terrible decepción que para muchos pasará sin pena ni gloria.
¡No más Ubisoft! Esta es una lección no sólo para la empresa francesa, sino para toda la industria en la que se debe cuidar mucho la manera en la que un juego sale al mercado. Sus errores de Unity pesaron más que sus propuestas, echando a perder así años de trabajo de muchos desarrolladores.