Con la recientemente estrenada Dragon Ball Z: Fukkatsu no F (Dragon Ball Z: La Resurrección de Freezer) ya son 15 películas anime de la mítica franquicia Dragon Ball Z. El camino ha sido largo y muchos de estos largometrajes nos han dejado momentos y personajes geniales. Prácticamente todas salieron en la década de los 90, siendo Dragon Ball Z: Ryuken Bakuhatsu! Goku ga yaraneba dare ga yaru (¡El golpe del dragón! Si Gokú no lo hace ¿quién?) la última en estrenarse durante 1995.
Tuvieron que pasar 18 años para la llegada de Dragon Ball Z: Kami to Kami (Dragon Ball Z: La batalla de los Dioses) lo cual implicó muchos cambios en el staff a cargo de la producción. En la realización de los 13 primeros largometrajes estuvieron personas que llevaban trabajando en proyectos de Akira Toriyama desde la época de Dr. Slump. Muchos de ellos también estaban laborando en ese momento en la serie de TV, por lo que el estilo se sentía uniforme. Es difícil igualar lo realizado por Toei Animation de hace más de 10 años.
Las últimas dos cintas de la franquicia, independientemente de su historia, se sienten alejadas del sentimiento de las primeras 13 ya desde el plano técnico. Y no sólo visualmente hay cambios, la salida de Shunsuke Kikuchi, a cargo de la música, del equipo también hace que la atmósfera se sienta distinta.
Es importante señalar estos elementos. Teniendo en cuenta que los realizadores (y las técnicas utilizadas) son distintos, es más fácil entender por qué cintas como Dragon Ball Z: La Resurrección de Freezer le siguen dejando cierto aire de inconformidad a algunos. Con casi un mes de haberse estrenado en México y algo más en Japón me gustaría pensar que ya viste la película y tienes una opinión al respecto. ¿Qué tan buena es la última película de Gokú?
La Resurrección de Freezer se convirtió en todo un éxito en las taquillas del mundo. Sabemos que a diferencia de Bills y Wiss, Freezer es un personaje mucho más emblemático para Dragon Ball Z. Estoy seguro de que el regreso del –quizá– villano más terrible de la serie representó, para muchos, un retorno a los orígenes. Si a esto le sumamos que por primera vez Akira Toriyama estaría a cargo del guión de una película, la combinación nostálgica lucía por demás prometedora.
Hay dos elementos que hacen único a Dragon Ball: sus escenas de acción y sus escenas de comedia. La Resurrección de Freezer cumple en ambos sentidos aunque no termina por sobresalir en ninguno de ellos; por supuesto que hay variedad de momentos emocionantes (ya hablaremos a detalle de las peleas) y otros algo divertidos, sin embargo, no llegan a lucir demasiado.
Al ser Freezer el motor de la trama, la nostalgia a la que apunta esta nueva película es distinta a la que vimos en La batalla de los Dioses. En el largometraje anterior nos topamos con escenas de humor mucho más recurrentes, el lado cómico es mayor allí; y no sólo eso, personajes como Pilaf provocaban situaciones más cercanas a la primera etapa de la serie de TV.
La comedia, que sigue teniendo todo el estilo de Toriyama, ahora recae en elementos más del tipo Z, como las clásicas peleas ridículas de Goku y Vegeta. Otro gag que posiblemente se vuelva más recurrente con Dragon Ball Super es el temor incontrolable que todo el universo parece tenerle a Bills. La aparición de Jaco (personaje nacido del manga de comedia Jaco the Galactic Patrolman publicado por Toriyama en 2013) y sus comentarios cínicos también es un añadido que funciona bien. Las participaciones divertidas del Maestro Roshi y Krillin aderezan el asunto y quizás les recuerden por momentos a escenas con estos mismo personajes en cintas como la de Broly.
El segundo componente importante en Dragon Ball Z, es la acción. La cinta se siente acelerada porque realmente no necesita contar una historia. Desde el primer teaser acerca de la resurrección de Freezer, el público ya sabía (y tal vez esperaba) que toda la cinta trataría sobre eso.
Uno de los puntos positivos en el tema de los combates es que tuvimos oportunidad de ver a algunos de los personajes (Maestro Roshi, Krillin, TenShinHan, Piccoro) que por su nivel de pelea se habían visto relegados ante la fuerza sayajin de nuevo en acción. En este sentido siento que la planeación, al quitarle presencia a figuras como Chiaotzu y Yamcha es más que adecuada: dentro de sus limitantes estamos viendo a casi todos los personajes más poderosos (o queridos, como en el caso del Maestro).
Me agradó que estos personajes tuvieran su espacio. Pero creo que en el asunto de la acción en La Resurrección de Freezer tampoco termina por ser el mejor entre todos los largometrajes. El punto central de la cinta esel duelo de entre Goku y Freezer. Me llamó la atención que las nuevas transformaciones no tuvieran demasiada explicación; decisión que me resulta entendible y correcta luego de que ya las conociéramos desde mucho antes.
Uno de los mejores combates en la serie de TV es la batalla entre estos grandes enemigos. Independientemente de su extensión, muchas de las secuencias de aquél duelo fueron muy bien logradas; recuerdo singularme varias que por los combos que se propinaban resultaban bastante brutales. 
Creo que ese nivel de violencia no llega a concretarse en esta cinta: siento que Freezer y Goku nos quedaron un poco a deber, a pesar de esto, su enfrentamiento tiene algunos momentos buenos, pero no dejan de ser sólo chispazos.
El otro aspecto que no me parece del todo favorable es la poca actividad de Vegeta. En la película pasada varios de los elementos cómicos favoritos del público fueron cortesía del príncipe de los saiyajin. Ahora no hay tanta comedia y, si varios de los otros personajes tuvieron un mometo para brillar, considero que hubiera sido muy valioso que Vegeta no sólo se tuviera que encargar de un Freezer por demás maltratado por Gokú.
A pesar de no ser la mejor película en el amplio catálogo de Dragon Ball Z, La Resurrección de Freezer es una buena cinta. Ya he podido hablar un poco de los elementos que considero básicos pero hay otros detalles que valdría la pena resaltar.
Para nuestra región: una vez más podemos celebrar la presencia de practicamente todo el staff de doblaje. Sin duda es algo que los fans de la serie de TV pueden celebrar, ya conocen el trabajo de estos actores; su trabajo, una vez más, es adecuado.
En el tema de la animación no quisiera pasar de largo otro elemento positivo: tal como sucedió en la cinta pasada, el trabajo y detalle en varias de las expresiones es muy bueno. Varios acercamientos, sobre todo en los personajes principales, están muy bien logrados: por ejemplo, ver a Freezer furioso con los ojos llenos de venas rojas luce mucho mejor que como lo recordábamos en la batalla de Namek.
¿Cuáles serían mis comentarios finales sobre esta cinta? Considero que La Resurrección de Freezer es una buena película shounen. Tiene momentos entetenidos de acción, un dosis de comedia que seguro les hará pasar momentos agradables al público y por sus personajes será más fácil de digerir para aquellos que tal vez no estén tan familiarizados con la nueva época de Dragon Ball Z.
Pedirle más elementos narrativos a la cinta está de más. La franquincia nunca se ha caracterizado por ello y no lo hará ahora. Por el contrario, creo que más bien será útil para entender (por el involucramiento activo de Toriyama) lo que podríamos esperar ver en Dragon Ball Super. Si entendemos a este largometraje como parte del Dragon Ball que verá una generación distinta a la nuestra tal vez nos resulte más fácil separarla de lo que vimos en los 90.
