Los años noventa e inicios de la década pasada fueron verdaderamente especiales para muchos de nosotros, pues las caricaturas vivieron una especie de nueva era dorada gracias a las maravillosas propuestas que veíamos día con día en nuestras televisiones. Uno de los canales que encontró consolidación durante la época fue Nickelodeon. La cantidad de series animadas que producía esta marca era verdaderamente impresionante, más si uno consideraba que cada una de ellas presentaba una muy alta calidad en todo aspecto.
Como parte de nuestros contenidos especiales por la segunda edición de Atomix Toons, te presentamos las que para nosotros, fueron las caricaturas más destacadas de Nickelodeon. Por supuesto que esperamos a que nos compartas cuál de ellas es tu favorita y qué otra recuerdas con especial cariño.
La experimentación fue una constante muy marcada que vimos durante los años noventa. Canales como Nickelodeon tomaron medidas bastante interesantes para darle espacio a propuestas que se salían por completo del molde, esto sin arriesgar tanto en la parte comercial. KaBlam! fue ejemplo de lo anterior, pues este show nos dejaba disfrutar de pilotos de locas ideas en la animación como la maravillosa Action League Now!, Sniz & Fondue, Life with Loopy y Prometheus and Bob, entre otros. “Flesh, es súper fuerte y súper desnudo”
Después de haber vivido épocas verdaderamente gloriosas a lo largo de todos los años noventa, llegó el nuevo milenio con retos verdaderamente considerables para las productoras de caricaturas, las cuales, luchaban por mantener cautivas a sus audiencias y a la vez, comenzar a hacerse de una nueva base de fanáticos. Invader Zim fue una de esas series verdaderamente extrañas pero igualmente geniales, la cual, siempre se sintió como un producto más bien pensado para Cartoon Network, que para Nickelodeon.
Como te comentábamos en el párrafo pasado, el cambio de década y de milenio fue verdaderamente complicado para las principales productoras de caricaturas, esto debido a que su principal audiencia, comenzaba a convertirse en adolescentes con otro tipo de intereses. Para intentar mantener con ellos a la mayor cantidad posible de espectadores, Nickelodeon lanzó muy interesantes propuestas como As Told by Ginger, serie que nos contaba de una manera muy especial la vida común de una niña que estaba por entrar a la complicada pubertad.
Hace unos años, sin importar la hora del día a la que encendieras tu televisión en Nickelodeon, seguro verías alguna locura llena de situaciones muy divertidas. Uno de los pesos pesados de este fantástico canal siempre fue The Angry Beavers, serie que nos contaba la más que hilarante vida de dos hermanos castores que vivían todo tipo de situaciones ridículas que hasta la fecha, hacen que nos sigamos doblando de la risa. ¿Recuerdas al hígado reptante?
Lo mejor de un canal como Nickelodeon era lo versátil que llegaba a ser su programación, pues a pesar de que mantenía cierta tendencia y estilo en el diseño de los shows, se daban ciertos lujos muy interesantes. Rocket Power nos ponía en los zapatos de los niños más cool del mundo. La vivencias de Otto, Reggie, Twister y el famoso Calamar, hicieron que más de uno quisiéramos mudarnos en ese momento a la playa para andar en patineta, hacer surf y todos los deportes extremos que se nos presentaban en la serie de televisión.
A finales de los años ochenta e inicios de los noventa, vimos cómo es que algunos dibujos animados comenzaron a seguir una tendencia hacia temas y propuestas sobre conceptos basados en lo grotesco. Puede que no seas partidario de este tipo de caricaturas, pero tenemos que aceptar que la interpretación de Nickelodeon fue una maravilla. Aaahh!!! Real Monsters nos divertía con las aventuras de tres monstruos que se encontraban estudiando para ser asustadores profesionales. ¿Recuerdas que el dinero eran uñas de pie de humano?
Cada marca o casa productora de cualquier tipo de contenido tiene sus productos insignia. Cuesta trabajo pensar en una sola caricatura que represente a Nickelodeon, pero si tuviéramos que elegir solo a una, creo que todo estaríamos de acuerdo en que el título le pertenece a Rugrats. Este verdadero clásico de la animación hacía justo lo que toda caricatura debería: divertir e impulsar la imaginación de todo el que la vea. ¿Quién no recuerda con especial cariño capítulos como en el que sea caía el cielo?
Las series animadas basadas en conceptos muchos más reales y tangibles, siempre han tenido un encanto verdaderamente especial, esto muy probablemente gracias a que nosotros como individuos, nos identificamos rápidamente con sus personajes. Hey Arnold! es otro de los shows que podríamos considerar como uno de los grandes de Nickelodeon, esto gracias a las maravillosas, divertidas y hasta melancólicas historias que nos presentaba en cada uno de sus capítulos. ¡El chico del pórtico lo dejará!
Para muchos, SpongeBob SquarePants representa uno de los últimos intentos de aquel glorioso Nickelodeon de los años noventa. El éxito de esta serie ha sido muy complicado de replicar, pues de nuestra lista, es la única que sigue vigente, esto con 16 años de historia a lo largo de ocho temporadas y con una novena en camino. A muchos nos perdió después de los primeros capítulos, sin embargo, cautivó a una audiencia completamente nueva que se fue multiplicando exponencialmente.
La forma en la que Nickelodeon hacia caricaturas era por demás peculiar, asunto que obviamente era la principal razón por la que muchos de nosotros las amábamos con locura. Rocko’s Modern Life era ejemplo perfecto de esto, incluso hay quien la coloca como la mejor serie animada de los años noventa. Cada una de las situaciones que veíamos en la vida de este Wallaby y sus amigos, eran carcajadas aseguradas. ¿Recuerdas al Gran Gran Hombre y a Duraznito?
La imaginación es uno de los elementos más importantes que todo niño debe desarrollar, y siempre que una caricatura busca impulsar esto, lo debemos agradecer. Doug era de las pocas series que hacían un grandioso trabajo combinando situaciones de la vida real de cualquier persona con eventos completamente imposibles. Lo introspectivo que podía ser este personaje nos cautivó como pocos. “♪ Dale al basurero, con ritmo callejero… ♪”