Contrario a lo que muchos piensan, más allá de haber sido cruciales en la mano de obra durante la Segunda Guerra Mundial, las mujeres jugaron un papel sumamente importante en el campo de batalla. Tan solo entre 1939 y 1945, decenas de miles de mujeres de todas las edades dieron su vida en combate o fueron capturadas por el enemigo. Dicho asunto se ve retratado por Battlefield V de una manera que no nos había tocado ver antes en los videojuegos, y en caso de que sigas dudando sobre este hecho histórico, acá te van cinco historias sobres mujeres que pelearon y fueron heroínas durante el conflicto masivo que azotó a todo el mundo a mediados del siglo pasado.
Virginia Hall (Espía, Estados Unidos)
Considerada por la mismísima Gestapo como una de las mujeres más peligrosas a disposición de los aliados, Virginia Hall se encargó de hacerle la vida de cuadritos al régimen nazi durante la ocupación de Francia, siendo encargada de entrenar y capacitar a buena parte de la resistencia. Esta autentica espía de película, fue de los primeros miembros de la OSS (Office of Strategic Services), organismo predecesor de la CIA. A su causa se le achaca la captura de más de 500 soldados enemigos y un sin fin de bajas. Jamás fue capturada por el enemigo, pero vale la pena resaltar que usaba una prótesis, pues antes de la guerra, perdió una de sus piernas en un accidente.
Lillian Gutteridge (Enfermera de combate, Reino Unido)
Una de las grandes derrotas del bando aliado se dio en Dunkerque, Francia, en donde fuerzas británicas y francesas tuvieron que salir huyendo del continente debido a una tajante ofensiva del ejército alemán. En dicha batalla participó Lillian Gutteridge, enferma de combate que fue pieza clave en la evacuación de las tropas, siendo una de las últimas en salir de la zona de conflicto. Durante la huída, Gutteridge fue acuchillada en un muslo por un oficial de la SS luego de negarse a entregar a sus compañeros heridos, conduciendo el vehículo en el que iban con una fuerte hemorragia que por poco le cuesta la vida. Sus acciones, de acuerdo con los libro de historia, ayudaron a que más de 600 solados pudieran regresar a casa sanos y salvos.
Elsie Ott (Piloto, Estados Unidos)
Comenzando su carrera dentro del ejército como enfermera y asistente médico, Elsie Ott realizó su primer vuelo prácticamente sin entrenamiento en 1943 cuando en una misión desesperada por parte de los aliados, se le envió abordo de un avión hasta la India para evacuar a soldados heridos que se encontraban en la zona. El éxito de sus acciones llamaron la atención y unas cuantas semanas más tarde, recibió el grado de capitán para convertirse en una de las primeras mujeres piloto de combate que vieron acción durante la gran guerra.
Lise Borsum (Resistencia, Noruega)
Al igual que en el resto de Europa, la ocupación de Noruega por parte de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial fue brutal, sobre todo por la forma en la que la comunidad judía fue cazada. Antes del conflicto, Lise Borsum era una ama de casa promedio que no tuvo más opción que unirse a la resistencia de su país para ayudar a combatir a los invasores. Su hogar fue utilizado como escondite para varios de los judíos que intentaban escapar hasta Suecia. En 1943, Borsum es descubierta y capturada, siendo enviada a un campo de prisioneros en el que permaneció hasta que en 1945, la guerra terminó y fue liberada por la Cruz Roja Sueca.
Violette Szabo (Espía, Francia)
Después de que su esposo fuera abatido en combate, Violette Szabo decide convertirse en miembro activo de la resistencia francesa durante la ocupación alemana. A lo largo de 1944, Szabo realizó todo tipo de sabotaje contra las fuerzas invasoras, dañando rutas de transporte en todo el país, y enviando reportes de inteligencia a Londres para beneficiar a la causa aliada. Después de haber sido capturada en más de una ocasión para escaparse, finalmente es llevada a un campo de concentración de Ravensbrück de donde intenta fugarse sin éxito. En 1945 es ejecutada por oficiales de la SS.