Hoy es un día especial para los fans de Nintendo, sobre todo para los que aman sus portátiles. En un día como éste pero de hace 15 años, la gran N lanzó al mercado (cuando menos en Japón) una nueva versión de su famosa portátil, el Game Boy, misma que a la postre se convertiría en una de las predilectas de los gamers.
El Game Boy Advance cumple hoy 15 años de existencia y de traer consigo una enorme librería de títulos increíbles, muchos de los cuales algunos se han vuelto ya todos unos clásicos dentro de la industria del entretenimiento. Pero la consola no sólo se hizo famosa por ello; durante el tiempo que tuvo de vida y gracias a sus diversas reediciones y versiones, ésta sirvió como punto de partida para el que, a la postre, se convertiría en el siguiente hit de la gran N: el Nintendo DS.
Ante una celebración tan especial, en Atomix decidimos recordar a tan fantástica plataforma con un listado de los mejores juegos que vimos arribar a ella; de aquellos títulos que nos hacen recordar lo mágico que era pasar las horas frente a esa portátil y que ayudaron a forjar su inigualable legado.
La generación de Hoenn mantuvo vivo el fenómeno Pokémon en la familia Game Boy, al grado de ser el título mejor vendido de la plataforma. Batallas dobles y una historia un tanto más compleja, con el Team Aqua y el Team Magma. A eso hay que sumar 135 monstruos nuevo. No por nada su remake en 3DS causó tanto furor.
Super Metroid fue uno de esos juegos que no solo marcaron a una generación, sino que afectaron para siempre a la industria, esto claro, de una manera muy positiva. Una secuela para este verdadero clásico del SNES se antojaba como casi imposible ante la llegada del 3D, sin embargo, el mismo día que nos llegó Metroid Prime, también se lanzó el sensacional Metroid Fusion. Con todo y su apego a la narrativa, este juego de Game Boy Advance nos maravilló con sus colores neón, pero sobre todo, con el sensacional trabajo que se hizo con el diseño de sus niveles y personajes.
¿Un Mario Kart para llevar? Para la época en la cual surgió el Game Boy Advance resultaba más que increíble saber que, por primera vez en la historia, podíamos llevar toda la diversión del título de carreras de Mario a todos lados. Si bien éste no ha sido el mejor título dentro de la sub-serie, cuando menos se convirtió en un juego memorable que nos permitió disfrutar de toda la velocidad que el famoso plomero y sus amigos brindaban, todo ello sin la necesidad de tener que usar una televisión.
Después de la turbulencia comercial que Zelda sufrió ante la llegada de The Wind Waker, resultaba bastante incierto cuál sería el camino que esta franquicia tomaría. De manera bastante sorpresiva y por supuesto maravillosa para todos los amantes de las aventuras de Link, Nintendo decidió regresar a los juegos 2D con vista desde arriba con The Legend of Zelda: The Minish Cap. Pude que sea un juego bastante sencillo, sin embargo, su encanto lo hacen uno de los más especiales del Game Boy Advance. Ver Hyrule desde las perspectiva de una hormiga fue verdaderamente sensacional, y ni que decir de sus maravillosos jefes y nuevas mecánicas de juego.
Sí, lo sabemos, como tal el Game Boy Advance no tuvo una entrega original de Super Mario Bros. y más bien se dedicó a recibir ports de los juegos en 2D del plomero. Aunque muchos no vieron con buenos ojos este movimiento, resulta innegable el hecho de sentirse feliz y emocionados por haber recibido en este formato una reedición de un juego tan memorable como lo fue Super Mario World. ¿O apoco van a negar que no les dio gusto volver a usar a Mario con capita y Yoshi en otros lugares como la escuela o el trabajo?
La experimentación siempre ha sido algo que Nintendo lleva en su ADN, sin embargo, muchas ideas nuevas tienen que quedar en el olvido gracias a que nunca se encontró un juego en el que encajaran. Sabiendo esto, Intelligent Systems inició con un proyecto bastante loco que solo podía ser protagonizado por el irreverente Wario. WarioWare, Inc.: Mega Microgames! es una verdadera maravilla, pues agrupa a una serie de micro juegos por demás divertidos y con temáticas verdaderamente bizarras. Simplemente no existe un juego que se sienta tan unido al Game Boy Advance como éste.
Jugar RPGs en consolas portátiles siempre ha tenido un encanto verdaderamente especial. La idea de tener un mundo gigantesco en un lugar tan pequeño, ha sido un concepto fascinante desde que se creó. Después de continuar con lo que fue Super Mario RPG con Paper Mario para Nintendo 64, la compañía nipona consideró que el Game Boy Advance era una sensacional oportunidad para seguir con esta maravillosa tradición. Mario & Luigi: Superstar Saga tomó por sorpresa a más de uno, introduciendo interesantes conceptos como el hecho de controlar a cada uno de los hermanos solo utilizando un botón; es decir, A para Mario y B para Luigi.
Intelligent Systems siempre será uno de los equipos internos de Nintendo más talentoso y a los que más se les debe. Simplemente no hay nadie como ellos para crear juegos de estrategia. Antes de que se decidiera que occidente estaba listo para recibir un juego de Fire Emblem, dicho estudio nos entregó el maravilloso Advance Wars. Este título tomaba los mejores elementos de un RPG Táctico y les daba un giro muy especial, haciéndonos sentir que en realidad estábamos comandando a un ejército de juguetes. Las mecánicas de este juego son verdaderamente maravillosas. Es una verdadera pena que la serie esté en el olvido actualmente.
Camelot dejó un rato el golf y el tenis de fantasía para entregar uno de los juegos de rol más importantes en la historia del sistema. El camino de Isaac y sus amigos para salvar Weyard nos llevó a un aventura fascinante. No por nada hubo quien pidió al protagonista para unirse a Super Smash Bros. en las recientes votaciones.
Mientras que en Japón ya conocían a la perfección a la serie de Fire Emblem, en América el GBA sirvió como la plataforma de introducción de la franquicia a Occidente. En un inicio el juego parecía salirse un tanto de los estándares de Nintendo debido a su compleja jugabilidad y narrativa. Sin embargo y con el paso del tiempo, la serie se fue haciendo de muchos fans quienes, desde el primer juego de Game Boy Advance, quedaron fascinados por sus profundas mecánicas.
Una nueva generación de corredores tomas las trepidantes pistas del futuro. Además de las emocionantes carreras en el modo Grand Prix, podías jugar con tus amigos sin necesidad de otro cartucho y retarlos a un duelo a altísimas velocidades. Una grata entrega de la saga.
El infame Wario se hizo famoso dentro de las primeras portátiles de Nintendo y el GBA no iba ser la excepción. A pocos meses del lanzamiento de la consola Nintendo nos sorprendió con la cuarta aventura de Wario exclusiva de su nueva consola, la cual brilló por ofrecernos con un divertido y colorido título de mecánicas simples que, ante todo, buscaba demostrar las capacidades técnicas de la portátil. El juego simplemente se veía increíble en la pantalla del Game Boy Advance y mostraba fundamentos de sobra que justificaban la existencia de ambas.
La mano de Hiodeo Kojima, al menos como productor, alcanzó a este peculiar juego. Uno donde el Sol es parte de gameplay. Conocemos la historia de Django, un cazador de vampiros cuya pistola (la “Gun del Sol”) , la cual se carga con luz solar real. Un título divertido y, claro, revolucionario en cuanto a ideas.
En medio de todos los ports y remakes que el GBA recibió de la serie Final Fantasy (de los cuales todos fueron épicos), por fortuna Square Enix se animó a traernos un juego original de la franquicia que, curiosamente, no compartía el mismo género que dichos títulos. Final Fantasy Tactics Advance fue una entrega nueva de la serie Tactics que nos llevó a vivir una nueva e inmensa aventura y con un estilo que, si bien resultaba conocido para los veteranos fans, conseguía distanciarse de su predecesor de PS One.
La batalla contra Drácula cayó esta vez en manos de Nathan Graves, quien es ahora el responsable de vencer al Príncipe de las Tinieblas con el mítico látigo. Un reto que además cuenta con modos adicionales al terminar el título, con ese sabor clásico de la serie Castlevania