Todas las generaciones han tenido programas que marcaron su infancia, si actualmente andas entre los 25 y los 35 años te tocó una grandiosa época de los dibujos animados, por lo que seguramente por varios años te la pasaste pegado al televisor disfrutando de sus fantásticas historias.
No importa de qué país venían, tampoco importa en qué canal las pasaban, seguro buscabas la manera de no perderte ninguno de sus capítulos. A continuación te presentamos un listado muy atrevido al seleccionar sólo algunas de las muchas caricaturas que marcaron nuestra infancia, seguro tendrás tu propia selección por lo que te invitamos a dejarla en la sección de comentarios.
¿Recuerda al niño de cobre? Si es así, entonces creciste en los 90 viendo esta caricatura todas las tardes en canal 5. Las aventuras de estos personajes halcones en el espacio era una de las mejores cosas que nos pudo pasar como entretenimiento. El diseño de cada uno, su personalidad y sobre todo su voz, nos marcó durante nuestra infancia. Lloramos cuando llegó a su fin tan solo con 65 episodios publicados. Sí, los extrañamos demasiado.
“Por el poder de Grayskull, ¡Yo tengo el Poder!” ¿Cuántas veces no escuchamos esa frase mientras He-Man se transformaba en un héroe para defender el reino de Eternia del malvado Skeletor?
Definitivamente He-Man marcó nuestra infancia con sus aventuras que tenían un toque medieval pero también todo aquello que nos agrada de cualquier aventura de un super héroe con montones de habilidades especiales y poderes.
Los Thundercats es un gran ejemplo de lo que sucede cuando se combinan los talentos americanos y japoneses, pues sus felinos humanoides alienígenas fueron creados por Tobin Wolf y animados por el estudio japonés Pacific Animation Corporation; originalmente la serie se transmitió en la segunda mitad de la década de los ochenta pero a principios de los noventa muchos la disfrutamos en nuestra región y nos enganchamos con sus fantásticas aventuras.
Mucho antes de que las películas fueran tan populares, para aquellos que crecimos a finales de los 80 y principios de los 90 la caricatura de los Transformers era una de las más importantes para ver por las tardes. Mejor aún, nos moríamos por cada figura nueva que salía y teníamos que rogar a nuestros padres para que nos la compraran. Ver a robots que se transformaban es algo que nunca pasará de moda y en especial si eras de niño. Cuando vimos la primera película muchos saltamos y lloramos de la emoción por esos recuerdos a nuestra infancia.
Recordar las aventuras contra Destructor, los consejos del Maestro Splinter o las incontables veces en que rescataron a Abril el peculiar grupo de adolescentes mutantes seguro te provoca una lágrima de nostalgia. Si bien este cuarteto de héroes surgió en las páginas de los cómics, quizá lo que más marcó nuestra infancia fue su serie animada que se transmitió entre 1987 y 1996 en los Estados Unidos pero que seguramente en nuestra región recordarán cómo nos acompañó por casi toda la década de los noventa.
Muchas aventuras hay en Patolandia… y definitivamente no nos podíamos perder una sola de ellas cuando estaba en TV alguno de los capítulos que nos hacían seguir los pasos del Tío Rico McPato así como los pequeños Hugo, Paco, Luis y Rosita.
Viajes por todo el mundo, villanos causando problemas y misteriosos tesoros nos conquistaron de este show de Disney que para inicios de los noventa tenía en nuestra región una barra muy fuerte de shows como Patoaventuras, Chip ‘n’ Dale Rescatadores, Los Aventureros del Aire y el Pato Darkwing.
Hace poco recordamos esas caricaturas con la reedición de sus videojuegos originales, acá nuestra reseña. Por cierto, este año también se relanza la serie en una nueva versión para el canal Disney XD.
Jim Henson creó a los Muppets que tuvieron sus propios shows con las simpáticas marionetas de peluche, pero nada marcó más nuestra infancia que la reimaginación de todos estos personajes y su versión como bebés que convertían una simple habitación en toda una aventura. Por mucho tiempo disfrutamos del resultado de la imaginación de estos pequeños Muppets, en ocasiones hacían referencias a películas clásicas y siempre nos dejaron con la duda de conocer mucho más que únicamente las medias rayadas y el vestido de Nanny.
Ya pasando a la oleada de dibujos animados japoneses que marcarían a toda una generación no podemos olvidarnos de Oliver Ato y sus compañeros del Niupi a quienes acompañamos en toda su trayectoria desde edades tempranas. ¿Cómo no iba a ser todo un éxito en nuestra región donde muchos niños teníamos el sueño de ser futbolistas en un país donde es un deporte tan popular?
Los partidos podían durar toda una semana pero eso no nos importaba, ver las atajadas de Benji Price, los tiros de fantasía de los hermanos Korioto, el tiro del tigre de Steve Hyuga o cualquiera de las hazañas de Oliver nos bastaba para ser felices.
El fenómeno Gokú no se ha ido ni se irá, ya trascendió generaciones y en nuestra región podríamos decir que ha sido el anime más influyente por muchos años. Sin importar cuál de las series de la franquicia disfrutaste, es seguro que a cualquiera le es familiar la obra de Akira Toriyama. ¿Acaso se necesita describir la manera en que nos marcaron las aventuras de Gokú y compañía?
Saint Seiya surgió en las páginas de un manga, de ahí se convirtió en una serie animada que también conquistaría a toda una generación que recuerda el anime de mejor manera como Los Caballeros del Zodiaco. Sus aventuras épicas, relucientes armaduras y sobre todo batallas que podían durar varios episodios que no escatimaban en violencia y uso de sangre también marcarían nuestros recuerdos.
Tommy, Carlitos, Phil y Lily, Susie, el pequeño Dil, la temible Angélica y hasta Firulais seguro están en tus recuerdos con las locas aventuras que nos dejó Rugrats, uno de los Nicktoons más memorables en el que cualquier situación cotidiana se convertía en una grandísima situación que nos presentaba la imaginativa forma de ver las cosas desde el punto de vista de los bebés.
El “cabeza de balón” y toda su banda nos presentaron también aventuras que a cualquier niño o adolescente que vive en una ciudad como la ficticia Hillwood City le resultaba fácil identificarse. El hecho de basarse en conceptos mucho más tangibles, reales y cotidianos provocó que fácilmente nos encariñáramos e identificáramos con sus ricos personajes.
Los Looney Tunes fueron un gran éxito, pero en los años noventa, luego de que regresara la animación a Warner, surgió una producción en la que colaboró Steven Spielberg y que resultó siendo una exitosa serie en un universo similar al de los clásicos personajes animados. En Ciudad Acme vivían tanto los clásicos Looney Tunes como personajes animados mucho más jóvenes como Buster, Bubsy, Dizzy y el Pato Plucky mismos que asistían a la Universidad en la que aprendían a hacerse graciosos con las bromas clásicas de los personajes mayores, como usar yunques, dinamita, martillos, etc.
La popularidad de los Tiny Toons fue tal que los vimos en montones de productos ¿alguien juntó todos los Tazos?
También entre los clásicos de Warner tuvimos los increíbles Animaniacs que de igual forma fueron producción de Steven Spielberg. Yako, Wako y Dot tuvieron el humor clásico que caracterizó al resto de las caricaturas de la empresa y nos ofreció un show tan variado que no sólo nos presentó a ese trío de personajes, sino también otros mini-shows como Pinky y Cerebro, Buena idea – Mala Idea, El mimo, Kikiri Boo, los Palomos y mucho más. Por su variedad, seguro marcó su infancia y estarán contentos de escuchar que pronto van a regresar.
Introducimos a Los Picapiedra para no dejar a un lado el enorme legado que nos dejaron las caricaturas de Hannah Barbera. Imaginar cómo era la vida en la prehistoria era tan fabuloso como el futuro de los Supersónicos, seguro recuerdas lo gracioso que era ver una ciudad muy parecida a la de nuestros entornos modernos pero con construcciones de piedra y mecanismos que llegaban incluso a usar dinosaurios.
Hasta aquí nuestro listado, ¿cuál fue la caricatura que marcó tu infancia?
