Microsoft ha lanzado tres ediciones de su consola más reciente, el Xbox One y que, aunque no lo parezca para muchos, tienen varias características en común. Si estás en busca de un Xbox One o mejorar el que ya tienes, seguro te has preguntando cuál deberías comprar, por lo que te ayudamos a resolver esta cuestión con unos pasos sencillos.
La consola es la segunda edición del Xbox One del 2013, el cual incluye varias características que van de la mano con su tamaño más pequeño y de peso aligerado; éstos arreglan varias de las características originales que aquejaban a los dueños de la primera consola, como su diseño tan geométrico o el que el botón de encendido fuese táctil, activando el sistema con apenas rozarlo.
El Xbox One S mide 29.6 x 22 x 6.3 cm, una mejora significativa en comparación al modelo original que eran 33.2 x 27.4 x 7.8 cm; por otro lado, su peso es de 2.9kg, mientras que el primero contaba con 3.5kg. Este peso y medidas se ven reflejados por la nueva arquitectura de la consola y que van de la mano con sus especificaciones técnicas.
El CPU del Xbox original y del modelo S es el mismo; éste corre a 1.75GHz, tiene ocho núcleos y cuenta con una tarjeta gráfica con una leve mejora, pues despliega 914MHz, superando a los 853MHz con 1.31 teraflops. Por otro lado, la RAM de 8GB GDDR3 permanece, mientras que lo mejor viene en las presentaciones con almacenamiento oficial, así como la unidad de disco óptico.
En el modelo S, contamos con modelos de 500GB, 1TB y 2TB de capacidad de almacenamiento, así como paquetes varios que, sin duda, aumentan la oferta en el catálogo para la consola. Por ejemplo, a inicios de octubre, se anunció que el Xbox One S estrenaría paquetes para Halo: The Master Chief Collection y Halo 5: Guardians; otro con Rocket League, así como Minecraft: Story Mode (el juego episódico de Telltale Games) y Minecraft: Xbox One Edition.
Con esta versión, podrás reproducir Blu-ray en formato 4K, es decir, en una resolución 3840 x 2160p, que es tres veces más la resolución Full HD. De igual forma, la opción HDR que las pantallas y monitores compatibles con dicha resolución estarán presentes desde la consola, pues estos te permitirán apreciar una gama de colores más apegados a la realidad. Por otro lado, el Xbox One S cuenta con certificación Dolby Atmos, un nuevo esquema de sonido que pone al jugador como el centro de la división del sonido, de ahí su nombre por la “atmósfera” que puede crear.
La edición Premium del Xbox One es también la tercera y más reciente, la cual llega para enfocarse al mercado que le gusta apreciar absolutamente todos los detalles, por más ínfimos que sean, en sus videojuegos. Cabe destacar que, de entrada, la X es un sistema diseñado para funcionar en condiciones óptimas, las cuales no son más que una pantalla o monitor con soporte para resolución 4K, la biblioteca de videojuegos que estén retocados para ella, mientras que el sonido Dolby Atmos y la suscripción de video bajo demanda también representan un gasto extra para un ecosistema costoso per se.
El X es un poco más grande y pesado que el S, pues mide 29.9 x 24.1 x 6cm y pesa 3.8kg, por lo que no es el diseño más ligero ni el más pequeño de las tres versiones que tenemos del Xbox One.
Con un procesador de mayor capacidad en comparación al S, es decir, de 2.3GHz y un GPU cuatro veces más potente (6 teraflops) así como 12GB de memoria RAM GDDR5, la diferencia es clara. Su sistema de enfriamiento también representa una evolución para Microsoft, pues se ha diseñado entre sus filas teniendo en mente las dimensiones de su sistema; se sabe que es una combinación entre el clásico ventilador y un contenedor de agua que refresca el sistema, que de por sí tiene una temperatura y consumo de energía mayor al del S.
Con el Xbox One X podrás elegir entre solo dos de sus presentaciones, la Project Scorpio Edition que cuenta con ciertos detalles estéticos y la inclusión de la base vertical, y la versión estándar, que se mantiene igual en el resto de los aspectos. Por ahora, en nuestra región solo se manejan estas dos ediciones y no vienen acompañadas de un videojuego, pero sí de suscripciones a Xbox Game Pass y Xbox Live Gold. Ambos modelos ofrecen un disco duro mecánico de 1TB y pueden expandir su almacenamiento vía disco duro externo.
Además de todas las características que ya se presentaban desde el S, el Xbox One X reproduce 4K nativo en videojuegos, más allá de entretenimiento. Asimismo, permite capturar videos e instantáneas de hasta 30 segundos en resolución 4K y 4K HDR, soportando esta última opción en ciertos títulos que cuentan con algunas mejoras y puedes consultar en el sitio oficial de Microsoft, conocidos como Xbox One X Enhanced. El sonido también mejorará siempre y cuando el desarrollador haya dado soporte para dichas especificaciones, pero algo es cierto: incluso si no cuentas con un monitor o pantalla que despliegue resolución 4K, monitores como 1080p y 1440p se adaptarán y terminarán con una calidad de imagen superior a la estándar, proporcionando una imagen más nítida.
– Todos tus juegos físicos, así como títulos digitales vía retrocompatibilidad del Xbox 360 y el Xbox original.
– Ambas pueden colocarse de forma vertical, a diferencia de la versión original de la consola.
– No es necesario comprar ningún adaptador para tus accesorios como headsets, teclados y más; bueno, a menos que tengas un Kinect para Xbox One, el cual requiere un adaptador que solo se comercializó en los primeros empaques del Xbox One S. Por si fuera poco, el control renovado Bluetooth cuenta con una configuración mucho más sencilla para su uso en Windows 10 (PC) sin tantos pasos engorrosos a seguir.
– El almacenamiento interno no puede cambiarse, pero sí expandirse a través de HDD externos vía USB, especialmente al momento de migrar de un Xbox One al otro y conservar tus descargas. Los progresos se guardan en su almacenamiento virtual o Nube, así que no habrá problema para continuar jugando en tu otro sistema.
– Los servicios de stream y aplicaciones, tales como Netflix, Amazon Prime Video y Spotify también funcionan, con la peculiaridad de que, según la serie de la que se trate, podrán reproducirse en 4K (o 4K UHD) sonido de 5.1 y 7.1 canales, así como Dolby Atmos (si es que cuentas con un equipo de estas características) mientras cuentes con el plan de pago que lo incluya en estas plataformas.
Un Xbox One S es ideal para todos aquellos que deseen comprar un Xbox One por primera vez, o que son amantes del cine en alta definición y cuentan con un excelente sistema de sonido. La consola es más pequeña, ligera y estéticamente agradable, mientras que Microsoft ofrece muchos paquetes que apelan a una gran parte del público en nuestra región.
Pero si eres un seguidor de hueso colorado de Microsoft y quieres en tu colección todas y cada una de sus consolas, no hay más; el Xbox One X debe ser tuyo. No olvidamos que el usuario debe contar con la televisión o monitor, así como el sistema de sonido que vaya acorde a su ecosistema de élite, además de ser un seguidor de la ingeniería de software que la compañía de Seattle alcanzó con su sistema.