La industria de los videojuegos se encuentra en un punto de quiebre, puesto que muchas de las compañías grandes han estado despidiendo a sus empleados, y dentro de los nombres grandes están presentes algunos como Xbox, Nintendo y hasta PlayStation, con decisiones que fueron difíciles. Otras empresas tuvieron que deshacerse de sus estudios de desarrollo, donde de forma reciente los dueños de Rockstar Games, Take Two, eligieron no seguir con su sello independiente.
El ente ha anunciado la venta de Private Division, en una decisión estratégica para concentrar sus recursos en fortalecer sus negocios principales. Durante la presentación de sus resultados financieros del segundo trimestre, el director ejecutivo de Take-Two, Strauss Zelnick, señaló que la venta incluía la mayoría de los títulos existentes y futuros de la misma, aunque no se revelaron detalles sobre el comprador ni la suma de la transacción.
A pesar de la venta, la empresa continuará apoyando No Rest for the Wicked, un juego que lanzó en acceso anticipado en abril de este año. Zelnick agradeció las contribuciones del equipo a la empresa, expresando confianza en que el sello continuará logrando éxitos en su nueva etapa.
Antes de la transacción, en mayo surgieron informes de despidos y el cierre de sus estudios Intercept Games y Roll7, responsables de títulos como Kerbal Space Program 2 y OlliOlli World. Poco después, Take-Two confirmó el cierre de ambos estudios.
Private Division fue fundado en 2017 con el propósito de publicar juegos de desarrolladores independientes destacados. A lo largo de los años, su catálogo incluyó títulos como Ancestors: The Humankind Odyssey de Panache Digital Games y The Outer Worlds de Obsidian, entre otros éxitos dentro del ámbito indie.
Vía: VGC
Nota del autor: Muchos juegos han salido de esta división, pero es posible que ya no le den a Take Two el dinero que esperan. Ya veremos a qué manos dan a parar.