PS4, SWITCH, PC
SWITCH
Vertex Pop
Vertex Pop
06/04/2017
En poco más de 4 meses en el mercado el Nintendo Switch se ha consolidado como una consola en donde pueden convivir juegos de magnitudes inmensas como The Legend of Zelda: Breath of the Wild hasta propuestas muchos más sencillas (y no por ello menos entretenidas) como Tumbleseed, Kamiko o Thumper. Por su portabilidad, el Switch es una estupenda plataforma a la que podemos dedicarle 5 minutos para una partida o cientos de horas explorando Hyrule.
El juego del que les hablaré este fin de semana lleva tiempo en el mercado pero finalmente he tenido la oportunidad de jugarlo lo suficiente como para compartirles mis impresiones. Estoy hablando de Graceful Explosion Machine (GEM), un título indie desarrollado por Vertex Pop que actualmente sólo se encuentra en la consola de Nintendo pero que está próximo a llegar al PS4 y PC (y por lo tanto esta reseña puede apelar a jugadores de las 3 plataformas mencionadas).
En fin, esta reseña será breve porque el título así amerita. GEM es un shoot-em-up en 2D al cual podemos comparar con experiencias como Resogun y Fantasy Zone. Tenemos el control de una simpática nave color amarillo que deberá cruzar por 4 planetas derrotando oleadas y oleadas de enemigos cuya única meta es acabar con nosotros. Nuestra aventura nos llevará por 36 niveles horizontales cuyos aparentes están interconectados (es decir, si llegamos al límite del lado izquierdo apareceremos automáticamente en el inicio del lado derecho, aunque la transición es tan fluida que pareciera que estamos en el cilindro que eran los niveles de Resogun).
Sus desarrolladores nos dejan claro desde el principio que todo su énfasis va al gameplay y no se molestaron en darnos una historia o algo por estilo (aunque sí tenemos una breve introducción y nuestro respectivo final acompañado de algunas imágenes). Pero entonces, ¿sus mecánicas son lo suficientemente sólidas como para darnos horas de diversión?
Revisemos lo que podemos hacer. Nuestra pequeña nave puede hacer lo siguiente: voltear de derecha a izquierda, disparar y usar un boost (muy útil al momento de escapar de una situación comprometedora o cuando buscamos seguir acabando rápidamente con nuestros enemigos).
Lo que hace especial a GEM es nuestra habilidad de disparar. Contamos con 4 armas distintas que se activan con sus respectivos botones (Y/X/A/B). El botón B activa nuestro disparo básico, un blaster rápido y de corto alcance que nos ayudará a terminar con enemigos débiles. ¿Su punto negativo? Si lo dejamos presionado mucho tiempo se sobrecalentará y dejará de funcionar. El botón Y nos deja usar una espada giratoria que nos ayuda tanto a repeler disparos como a acabar con muchos enemigos rodeándonos. Nuestro botón X liberará misiles teledirigidos, muy buenos a la hora de querer derribar a enemigos veloces. Por último tenemos un láser capaz de atravesar toda la pantalla, se trata de una línea rectar de pura energía que disparamos usando el botón A, es tan poderosa que nos hará muy lentos pero su rayo constante logrará destruir a los villanos de gran defensa.
Todo lo anterior consume energía. En la parte inferior de la pantalla tenemos una barra color amarillo que representa dicho elemento y que, dependiendo de las armas que utilicemos, irá disminuyendo progresivamente. Si llegamos al límite no podremos atacar más y seremos vulnerables. Entonces, ¿cómo recuperaremos energía? Fácil. Cada que matemos enemigos estos soltarán unos pequeños rombos dorados que al recogerlos nos irán llenando nuestra barra. La mecánica de disparar/perder energía es un gran elemento: conforme avancemos de nivel las oleadas de enemigos se irán complicando y tendremos que pensar muy bien cuándo y qué arma utilizar para acabar con todos.
El diseño de niveles no es nada complejo, por supuesto que hay variaciones pero en general la experiencia es más valiosa por el frenetismo de matar hordas de enemigos que por el hecho de interactuar con el escenario en sí. Dicho lo cual hay que notar que cada nivel cuenta con 3 fases y lo mejor es que en su mayoría, cada una de ellas representa alguna modificación en el entorno. Estas variaciones son bien recibidas.
Lo mejor de GEM es que con toda su sencillez, es capaz de darnos grandes momento de adrenalina. Hay un elemento que comparte con otros SHUMPS y allí radica todo lo adictivo que puede resultar: cada que matamos a un enemigo iremos aumentando nuestro multiplicador de puntos, como resultado estaremos buscando acabar con la mayor cantidad de oponentes en la menor cantidad de tiempo (si nos tardamos demasiado el contador se reiniciará). Esta búsqueda por recibir el mejor puntaje lo convierte en un shooter sumamente rápido y violento en sus niveles más complicados. Por otro lado, y a la par de esto, tenemos las listas de puntuación (una por nivel) que no podrían faltar en un juego arcade como este, allí veremos nuestra comparación con el resto de la comunidad, y si ustedes, como yo, son lo suficientemente orgullosos, tarde o temprano regresarán a intentar superar su marca.
Si ustedes no son cazadores de puntuaciones posiblemente GEM no les resulte tan emocionante. Consideremos lo puntos que podrían tacharse de negativos: hay un cierto aire de “repetición” a lo largo del juego, el hecho de que cada nivel varíe muy poco podría llegar a hacernos sentir que no hay diferencia entre uno y otro; también está el caso de los enemigos, no son demasiados, y aunque todos cuentan con patrones únicos quizá, de nuevo, les resulten repetitivos a la larga.
Por suerte tenemos más opciones que no podían faltar en un título arcade como este. Cuando completemos un mundo se habilitará la opción de rejugarlo con un modo mucho más retador o bien, de intentar completar todos sus niveles de un jalón para ver hasta dónde seremos capaces de llegar (y sobre todo cuántos puntos lograremos conseguir).
Y con ello hemos terminado de revisar todo lo que se puede hacer en Graceful Explosion Machine. ¿Ven? Les dije que sería breve. Aunque todavía falta contarles algunas cosillas.
Estéticamente el juego es genial. Sus desarrolladores lo dotaron de una personalidad única que, incluso con su sencillez, se disfruta visualmente. El juego es sumamente colorido y en los momentos más dramáticos estaremos rodeados de partículas que irán desde el naranja, hasta el verde y el morado. Cada enemigo tiene un color particular y también cada tipo de disparo. En general toda la paleta de colores presente es algo muy atractivo. En cuanto a los elementos sonoros el título cuenta con una selección musical amena aunque tampoco extraordinaria, considerando la locura que se vive entre disparos y explosiones quizá algo más movido hubiera sido más adecuado.
Los controles funcionan sin problemas, podremos usar el modo perrito, los Joy-Con (no se puede usar uno solo de manera horizontal), el Pro Controller y, claro, los Joy-con pegados al Switch. GEM fue uno de los primeros juegos además de 1-2-Switch en usar el HD Rumble y es algo que se le agradece: cada explosión y cada disparo tiene una vibración especial que ayuda a involucrarnos más con lo que vemos en pantalla. En términos de batería el juego no se agotará la pila fácilmente, llegué a jugar más de 4 horas sin problemas.
¿Lo recomiendo? Sí, pero sobre todo a quienes busquen un SHUMP sencillo y portátil. El Switch es la consola ideal para un juego de este tipo ya que podemos dedicarle unos minutos para completar algún nivel en donde sea. Aunque su campaña no dura más de 4 horas, toda su magia radica en su rejugabilidad y en lo divertido que se vuelve aprendernos cada patrón de nuestros enemigos con el fin de perseguir la puntuación más alta. A la hora de reseñarlo, GEM ya recibió una actualización que lo ha optimizado (ahora podemos ver estadística muy precisas cada que terminamos un nivel e incluso el juego nos da un screenshot con alguno de nuestros mejores momentos. Es un juego pequeño pero muy divertido.