Por: Alan MB (@AlanMB)
El 27 de febrero de 1996 cumplí 11 años, y en ese momento no tenía idea de la importancia que tendría esa fecha en mi vida. Ni siquiera recuerdo muy bien cómo lo festejé. Era la cúspide de los gloriosos años noventa, Alanis Morrisette y Fey sonaban con fuerza en la radio, y Toy Story seguía batiendo récords de permanencia en cartelera. El internet estaba en pañales, y yo me encontraba descubriendo todas sus posibilidades, acudiendo a un Café Internet cada semana para buscar en Yahoo información sobre la saga de los clones de Spider-Man, tratando de descubrir si Peter Parker o Ben Reilly era el verdadero clon, un asunto que realmente me consternaba en aquel entonces. Creo que por esas fechas yo estaba más ocupado juntando estampitas del álbum de Toy Story, o con la pista de carreras de los Power Rangers que me habían traído los Reyes Magos, que con algún videojuego en particular.
Y sin embargo, ese mismo día a 11,318.61 kilómetros de distancia, estaba iniciando un fenómeno que unos años después invadiría al mundo y cambiaría mi vida por completo. Un par de juegos para el Game Boy llamados Pokémon Red y Green salieron a la venta en Japón, y su éxito tomó por sorpresa a todos. En estos juegos, un protagonista de nombre Red, de 11 años de edad (cambiado a 10 años en las versiones americanas y europeas), comenzó ese día su viaje por una tierra llamada Kanto, habitada por unas criaturas llamadas Pokémon, las cuales podían ser capturadas para formar parte de una colección, o entrenadas para participar en combates.
Hace apenas 4 meses salieron a la venta las más recientes entregas de esta franquicia, que 21 años después de su lanzamiento ya son parte indiscutible de la cultura gamer y hasta de la cultura pop en general, habiendo aparecido en tarjetas coleccionables, figuras, peluches, caricaturas, películas, juegos spin-off, juegos móviles, e incontables artículos de merchandising, desde tazos hasta automóviles de edición especial. Y si ya jugaron estos juegos, quizás notaron un detalle que quizás para los fans más jóvenes pasó desapercibido, pero que a los chavorucos como yo nos conmovió. (SPOILER ALERT) Después de terminar la historia, el protagonista de los juegos originales de Pokémon, Red, aparece ahora en edad adulta, de alguna forma pasando la antorcha a la nueva generación, representada por otro niño de 11 años que está escribiendo su propia historia Pokémon en un nuevo continente llamado Alola.
Si eres de mi edad, seguro también sentiste los mismos feels. ¿Y cómo no sentir emoción al volver a ver a ese entrenador legendario cuya historia conocí desde el principio, y con el que comparto tantas cosas en común, empezando por nuestra edad y fecha de cumpleaños? ¡Yo soy Red! ¡Tú eres Red! Una generación completa es aquel héroe de 11 años. Y entonces pensé, ¿Qué sentiría si Red fuera real? ¿Qué le diría si me lo encontrara? ¿Le agradecería por 21 años de una aventura que cambió mi vida y la de mis amigos?
Entonces se me ocurrió una idea, misma que vengo a compartir con ustedes. Ahora a mis 32 años, estoy a punto de embarcarme en una nueva aventura, no tan diferente como la que emprendió Red en los noventa. En unos días partiré hacia Japón, donde estaré tres semanas conociendo varias ciudades y regiones de la tierra del sol naciente, entre ellas la región Kanto, misma que inspiró a Game Freak para crear el primer continente del mundo Pokémon. Sé que no puedo agradecerle a Red, pero puedo hacer lo más cercano a eso: agradecerle a sus creadores por habernos dado tanto y felicitarlos por estos 21 años. Y no quiero hacerlo solo.
Así que en conjunto con Atomix y Pokémex, la comunidad de jugadores que ayudé a fundar y construir hace 18 años, estoy organizando una iniciativa: Juntaré mi mensaje de felicitación en 140 caracteres con el de todos los fans de México que quieran enviarnos el suyo, e iré a las oficinas de Game Freak en Tokio a dejárselos en persona, dentro de una pequeña piñata en forma de Pokébola elaborada por un artista mexicano. Personalmente imprimiré cada felicitación y la incluiré. Si son demasiadas, imprimiré las que quepan y el resto las incluiré en una USB, pero igualmente se las haré llegar, y documentaré todo el proceso para Pokémex y Atomix, tanto en esta columna como en nuestras redes sociales como Twitter.
Si eres uno de esos Red como yo que ahora en tu edad adulta quisieras agradecerle a Game Freak, o si Pokémon ha impactado tu vida de cualquier forma y en cualquier versión, desde la serie animada hasta Pokémon GO, y quieres unirte a este mensaje de agradecimiento de los mexicanos a Game Freak, te invitamos a hacerlo escribiendo un Tweet con tu mensaje y el hashtag #GraciasPokemon (Puntos extra si das follow a @pokemex y @atomix). O si eres un artista y quieres colaborar en la creación de la piñata, escríbenos a network@pokemex.com. Además, de entre todos los mensajes participantes, sortearemos uno en un stream de Pokemex en Twitch, a quien le traeré un regalo del Pokémon Center de Tokyo.
No sé qué me deparará en esta aventura. ¿Encontraré Pokémon salvajes? Con seguridad. ¿Me encontraré a Red en algún gimnasio y finalmente podré darle las gracias? No lo creo. Pero podré hacer lo más cercano a eso: Tocar a la puerta de sus creadores, y decirles desde el fondo de mi corazón: Muchas gracias, por esta aventura que iniciamos juntos hace 21 años.
Y la mejor parte es que no lo haré solo. ¿Me acompañas?