Disney es magia, diversión y, aún más importante, entretenimiento que siempre ha estado al alcance de todo el mundo y que ha logrado trascender las barreras de la edad, la cultura y el idioma. No hay persona en el mundo que no haya disfrutado de alguna de sus producciones desde pequeño de manera perfecta, sin ningún impedimento de tipo lingüístico de por medio.
Más allá de crear producciones que logran implantarse en los corazones de muchos de nosotros, existe un sello distintivo por el cual la fábrica de sueños del ratón siempre se ha hecho notar en todo el mundo, y ese consiste en la atención que pone en todas las localizaciones de sus películas, series y caricaturas. En lo que respecta a las traducciones y adaptaciones, simplemente no hay casa productora que haga mejor su trabajo como Disney.
Que Disney sea exitoso en México y Latinoamérica no se debe a otra cosa sino a la loable labor que hace la empresa de Mickey por adecuar sus producciones al idioma que predomina en la región: el español. Pero aún más destacable, es la manera por cómo lo realiza a través de sus más que adecuados doblajes, mismos que han logrado implantarse en el recuerdo de varios de nosotros y en el corazón de millones de hispanohablantes.
Es por ello y porque estamos seguros que el legado de Walt no podría haber llegado a tantas personas si no hubiese sido por este formato, que intentaremos rendirle un breve tributo a esa industria a la que, si bien suele pasar desapercibida por varios y pocas veces se le brinda el reconocimiento que merece, le debemos la oportunidad de permitirnos disfrutar fácilmente de lo fantástico que es Disney.
Además de ser un experto en lo que hace, Disney puede presumir de también ser uno de los pioneros del doblaje en Latinoamérica. Aunque no fue el primero que lo intentó, durante la década de los años 40 comenzó a surgir un interés de la compañía por querer localizar sus producciones en otras regiones con diversos idiomas, entre ellos el español.
Por ello y aunque no tenían mucho conocimiento al respecto, empezaron a adaptarse las películas de la compañía en diversos lugares del mundo que no contaban con nuestro idioma tan arraigado como se hubiese deseado. París, Los Ángeles y Argentina fueron algunos de los sitios en donde se realizaron los primeros doblajes.
Si bien es verdad que se logró el cometido de adecuar una película para un mercado de habla distinta al inglés, también lo fue que éste no contó con la calidad que se esperaría. De hecho esa carencia de atención a la localización no pasó desapercibida por Don Edmundo Santos, un locutor de radio mexicano que, a la postre, se convertiría en el primer impulsor de los doblajes de Disney al español latino.
Tras haber criticado fuertemente a la película de Blancanieves y los siete enanos por no contar con armonía ni ritmo en sus canciones y por tener acentos mal colocados, el conductor del programa radiofónico El sartén y la cuchara fue llamado por Disney para presentarse en sus oficinas centrales en Burbank, California.
Más allá de reclamarle por su crítica, la empresa de Walt le lanzó un reto al mexicano: intentar adaptar las canciones de la película Pinocho. Tras recibir las partituras del film y una vez finalizado su labor cuando iba de regreso a nuestro país, Disney le encomendó hacer lo mismo con Dumbo y Bambi, otras dos películas que previamente habían sido dobladas en Argentina y que, supuestamente, también carecían de atención al detalle.
Una vez finalizado su trabajo y al ver la gran calidad de lo que el locutor había realizado, Disney le ofreció a Don Edmundo un puesto en sus oficinas centrales como director de doblaje para las versiones en español de sus películas. Era el año de 1943.
Para el año de 1950 y ya con algunos largometrajes adaptados en su carrera dentro de la compañía como Saludos Amigos, Los tres Caballeros o Ritmo y melodía, el señor Santos decidió realizar un paso importante al llevar casi por completo el doblaje al español de las cintas a México. Siendo la Cenicienta la primera película que se dobló de manera total en nuestro país, fue como dio inicio la misión de Disney por intentar capturar el corazón de millones de hispano hablantes. Todo ello de la mano de alguien que sabía cómo hacerle llegar sus películas a un público con un idioma distinto al original.
Ya con una representación importante en nuestro país y con la dirección de alguien capaz, fue como comenzaron a fortificarse las bases de una industria que estaba en búsqueda de consolidarse no sólo en México, sino en el resto de Latinoamérica.
Con sedes para laborar como lo fueron los estudios Churubusco o el legendario estudio de Grabaciones y doblajes internacionales (también conocido como Estrellita), poco a poco fue forjándose un gremio de talentosos actores cuyas voces, con el tiempo, se convertirían en referentes inmediatos de Walt Disney.
¿Recuerdas como se escuchaban algunos de los personajes de películas como La Espada en la piedra, Peter Pan, Alicia en el país de las maravillas, La dama y el vagabundo, El libro de la selva, Dumbo o Los Aristogatos? Estamos seguros de que así es. Más aún considerando que en éstas y más películas prestaron su talento actores de la talla de Alberto Gavira (Merlín), Teresita Escobar (Wendy, Alicia), Luis Manuel Pelayo (Bagheera , Pongo, Arquímedes), Fanny Schiller (Hada madrina, Flora), Diana Santos, (Mowgli, Minnie, Bianca), Carlos Petrel (Sheer Khan, Scar), Carmen Donna-Dío (Cruella de Vil, bruja de Blancanieves), Luis Bayardo (Bernardo, Timoteo), Salvador Najar (Arturo “Grillo”, Tambor) o el propio Don Edmundo (Lirón y Gusgus).
Junto a estos también participaron grandes luminarias de su época como Germán Valdés “Tin Tan”(Baloo, Thomas O’Malley) o actores que, a la postre, se convertirían en estandartes del doblaje en Disney como Dagoberto de Cervantes (Capitán Garfio, el propio Walt Disney), Arturo Mercado (Simba, Bestia) o Francisco Colmenero (Pumba, Sir Kay, narrador recurrente de las películas).
Conforme al paso de los años y salvo contadas excepciones, el doblaje de Disney realizado en México se convirtió en un referente inmediato por la manera en la que hacía sus adaptaciones de las película, sin importar si se trataba de una animación o producción con actores reales. Las películas seguían llegando y, con cada una de ellas, la calidad seguía aumentando.
Fue así como entre los años 80 y 90 vimos llegar más películas que se convirtieron en clásicos instantáneos como Policías y ratones, La sirenita, La bella y la bestia, El rey león, Aladdin, Hércules, Toy Story, El jorobado de Notre Dame, Mulán, Tarzán, entre muchísimas más. Aunque en esta época ya no se solía acudir constantemente a los mismos actores a como ocurría en el inicio, eso no fue impedimento para que la calidad del doblaje se mantuviera sumamente alta, con todo y pese a que en ocasiones se recurría a gente famosa ajena al gremio para que participará en las películas con papeles importantes.
Aunque han pasado muchos años, aún resulta imposible olvidar a nuestro amigo fiel Woody (Carlos Segundo); no reírnos con las elocuencias del Genio (Rubén Trujillo); no querer aprender varios conocimientos de Rafiki (Genaro Vázquez); admirar y odiar al buen Gastón (Emilio Guerrero); armarnos de valor con la valiente Mulán (Maggie Vera); o desear aventurarnos en el desierto junto a Aladdin (Demían Bichir). Eso y muchas, pero muchas memorables voces más, son las que nos han dejado los doblajes de Disney por varias décadas.
Para la primera década del nuevo milenio y con cada vez más series y caricaturas nuevas que llegaban a nuestra región, Disney volvió a probar suerte en Latinoamérica cuando poco a poco comenzó a llevar varios de sus proyectos para que se doblasen en otros países del cono sur de nuestro continente. Así mismo y aunque ya no suele ser tan constante, se permitieron realizar experimentos adaptaciones locales de algunas de las cintas en donde se doblaban las películas; de ahí que en ocasiones pudiésemos ver cintas en español neutro, mexicano o hasta argentino.
Actualmente son México, Argentina y Chile los países en los cuales suele hacerse doblaje. De hecho y aunque las alternativas de la empresa del ratón son varias, Disney se ha encargado de que a muchas de las voces de determinados actores o personajes a los cuales se doblan se les respete a su actor de voz original en la mayoría de las ocasiones, con todo y pese al posible aumento en los costos que esto pueda conllevar. Eso es algo que no muchos pueden darse el lujo de realizar.
Calidad. Esa es la palabra con la cual las adaptaciones de Disney suelen ser realizadas.
Aunque ahora es sumamente común ver diversos experimentos entre la programación de los canales con los que cuenta la productora, cuando se trata de las producciones más importantes de la compañía (películas) podemos esperar grandes resultados de quienes ahora se encargan de los doblajes en nuestro país: el estudio Taller Acústico S.C.. Con la dirección y experiencia de grandes y talentosos directores que también han prestado sus voces en diversos films como Raúl Aldana (Timón , la rana Rene, Stitch), Ricardo Tejedo (Jack Sparrow), José Antonio Macías (Milo Thatch, Capitán América) o Mario Castañeda, podemos esperar que más películas reciban el tratamiento al español que se merecen.
Es así como terminamos con un breve recorrido por lo que ha sido el doblaje de Disney en México y Latinoamérica. Siendo la creadora de Mickey Mouse una productora cuyos materiales buscan entretener tanto a chicos como a grandes, la atención que se le brinda a cada uno de los proyectos no podía ser cualquier cosa sino algo que pudiese trascender las barreras que suelen dividirnos como sociedad.
No importa si somos adultos que crecimos en las décadas previas al nuevo milenio o niños que apenas comienzan a conocer este mundo que es cada vez más globalizado; el doblaje y la gente que trabaja en esta rama de la actuación y localización siempre han estado ahí presentes para permitirnos disfrutar de todas las producciones que vienen del exterior, entre ellas la de la enorme firma que se encuentra en Burbank, California.
Puede que seas partidario de ver las cosas dobladas al español o ser de aquellos que solamente consumen lo que venga en su idioma original. Sin embargo y al menos en este caso nadie puede negar que, si no hubiese sido por el doblaje al español y por todas las increíbles y talentosas personas que han prestado su voz para ello, nunca podríamos haber conocido lo que es el maravilloso mundo de Disney.