El mundo anime está de moda más que nunca, dado que muchas franquicias ya forman parte de la cultura del entretenimiento, sobre todo la producción que tomó al mundo por sorpresa fue Demon Slayer, la cual ya se puede considerar el Dragon Ball de los tiempos que corren. Sin embargo, antes de ser el éxito imparable, se iba a decidir su arranque de manera diferente, y quizá si se toma alguna decisión diferente, el público no le habría echo tanto caso.
Según información revelada por los medios, el título original del exitoso manga creado por Koyoharu Gotouge era considerablemente más agresivo, y fue modificado por sugerencia de su editor para mejorar su recepción entre los lectores. Lo cual como ya se mencionó, pudo ser el factor clave de su éxito con los públicos de todas las edades que consumen dicho tipo de productos.
El nombre original pensado para la obra era Kisatsu no Yaiba, un título similar en pronunciación pero con un matiz mucho más violento. La palabra “kisatsu” incluye el carácter japonés para “matar”, lo que podía resultar demasiado explícito para el público. Por ello, el editor Katayama intervino para proponer una alternativa más accesible, que terminara por asegurar el futuro de la serie.
El término elegido finalmente fue Kimetsu, cuyo segundo carácter implica “perecer” en lugar de “matar”, logrando así suavizar el tono sin perder la esencia de la historia. Esta decisión resultó clave, pues ayudó a que la obra conectara mejor con el público japonés y pudiera alcanzar el éxito que hoy disfruta en todo el mundo.
La elección del título fue más que un simple cambio estético: fue una maniobra editorial que, en retrospectiva, resultó crucial para el destino de una de las franquicias más populares del anime actual. La serie no solo evitó el rechazo inicial, sino que se convirtió en un fenómeno global, con una narrativa centrada en la lucha contra los demonios, pero contada con un enfoque más humano y emocional.
Recuerda que Demon Slayer está disponible en plataformas como Netflix.
Vía: VD
Nota del autor: No siento que sea tan agresivo, pero la palabra si podría afectar en cuestión de distribución. Al final le fue muy bien a la obra, entonces que siga así todo.
