El camino de la realidad virtual ha sido rocoso por decir lo menos. Desde que comenzamos a ver sus primeros conceptos e ideas a finales de los años sesenta y claro, sus aplicaciones al entretenimiento en los 90, esta tecnología ha pasado momentos muy complicados intentando encontrar un mercado y viabilidad comercial. Hasta hace unos pocos años, parecía que la idea quedaría como una simple anécdota, sin embargo, algunas de las principales marcas, han invertido cientos de millones de dólares para que ahora sí tome vuelo. Sony, a través del brazo que es PlayStation, ha sido una de las compañías que más recursos ha puesto en todo esto, siendo el llamado PS VR2 su más reciente esfuerzo. A pesar de las grandes capacidades del visor del PS5, el apoyo tanto interno, como de terceros, ha brillado por su ausencia, haciendo que regresar a él sea muy complicado incluso teniendo experiencias tan destacadas como la de Gran Turismo 7 o las propias propuestas de Capcom con Resident Evil.
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