La escena mexicana de desarrollo de videojuegos ha crecido mucho durante los últimos años, especialmente tras la llegada de plataformas como Fondeadora (posteriormente absorbida por Kickstarter) Crowdfunder, Games Starter e Indiegogo, así como mecanismos varios que la industria pública y privada han ido expandiendo tras notar el talento en el país. Asimismo, las redes de desarrolladores, diseñadores, escritores, ingenieros de software y sonido han ido aumentando, logrando que instituciones y universidades se hayan visto en la necesidad de crear carreras específicas para satisfacer la demanda. Talento hay y los primeros frutos ya se están dando.
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