¿Recuerdan hace unos años cuando todo mundo decía que los juegos sociales eran el futuro? Parece ser que, más que un modelo de negocio sustentable, representaban una moda pasajera. A Zynga le está tocando vivirlo en carne propia, pues ha cerrado ya casi una docena de títulos y busca reducir costos como sea.
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Así está la cosa: Zynga ya no es más una compañía que genere ganancias exorbitantes. Según el modelo económico en el que vivimos, cuando una empresa deja de crecer, está en graves problemas. Por lo anterior, los directivos han tomado decisiones difíciles: despedir gente y cerrar juegos. Esta última medida afectará este próximo 5 de diciembre a dos de los títulos con menor afluencia de gente.
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