Juegos de Dragon Ball hay muchos, pero son contados los que han logrado destacar por su gran calidad. De hecho y cuando revisamos los títulos de la franquicia, nos percatamos de que por lo general los juegos de Dragon Ball suelen tener una calidad entre regular y mala, siendo algunos incluso pésimos. El día de hoy, haremos un repaso por cinco de los peores juegos que Gokú y sus amigos han tenido el infortunio de protagonizar y de cuyo ki dejaría en vergüenza hasta al mismísimo Yamcha. Sin más, comencemos.
LEER +Cerramos hoy con broche de oro. Nuestros amigos de PlayStation México nos mandaron no una, sino dos Omega Collection de la serie God of War, así que hoy vamos a dar una y la otra está apartada para algún ganador de las anécdotas de diciembre (grabamos mañana el programa y se publica el viernes).
LEER +Nos acercamos al fin de diciembre, pero no se preocupen: seguiremos regalando cosas hasta el seis de enero, por si los reyes no les traen nada. Hoy ya regalamos la edición de colección de Mists of Pandaria y todavía nos falta dar más cosas para compensar lunes y martes. Vamos entrando en calor con Dragon Ball Z for Kinect.
LEER +Si tienes entre 22 y 30 años es imposible negar que cuando eras niño, jugaste Dragon Ball con tus amigos. Y por supuesto que no me refiero a los videojuegos de la serie, sino a salir a la calle a lanzar kamehamehas o genkidamas imaginarios con tus cuates. Ese quizá sea el factor más fuerte que tiene Dragon Ball Z Kinect. Darle la oportunidad a chicos y grandes de revivir esos momentos en los que te ponías en posición, acomodabas tus manos en la cintura y comenzabas a invocar el clásico “¡jame, jame, JA!”.
LEER +Tenemos 10 pases dobles para que vayas con tu hermanito, primito, hijo o, ¿por qué no?, con un amigo a jugar antes que la mayoría Dragon Ball Z for Kinect (aquí pueden leer nuestras impresiones sobre el título). La cita es este 31 de agosto a las 14:00 horas. Si quieren ganar la oportunidad de asistir, sigan leyendo. Está muy fácil.
LEER +Apelaré a su infancia (tal vez, a su adolescencia). Mi hermano y yo solíamos grabar los episodios. Hace tiempo que desaparecieron las cintas VHS (¡esos atentados contra la propiedad intelectual que iban a acabar con la industria del cine y la televisión), pero recuerdo con mucha nostalgia la primera vez que vi cuando Gokú se transformaba en supersaiyajín o el sacrificio de Tien Shinhan. No voy a mentirles: Dragon Ball Z for Kinect no es para ustedes. Cumple una de las funciones más nobles que puede desempeñar el entretenimiento: permite que se acerquen con sus hijos, primitos o hermanos menores para compartir una actividad juntos. Y es que Dragon Ball Z constituye un fenómeno que trascendió generaciones; desde esta perspectiva, el título ofrece algo para todos. Sigan leyendo.
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