ALGUNOS HOMBRES SÓLO QUIEREN VER AL MUNDO ARDER, pero ninguno puede jactarse, como Takeshi Kitano, de cosas tan dispares como haber ganado el León de Oro en el Festival de Venecia (Hana-bi, 1997) y de ser el creador de uno de los candidatos más fuertes al título de "peor videojuego de la historia". El reto de Takeshi, obra de culto entre los llamados kuso-gē (クソゲー, literalmente "juego mierda"), es quizá el equivalente japonés del famoso E.T. de Atari (1982); pero a diferencia de éste, apoteosis de la ineptitud de la temprana industria americana del videojuego y de la codicia de los "barones ladrones" del capitalismo reaganiano, Takeshi no Chōsenjō es la obra deliberada de uno de los mayores artistas de la degradación humana y del absurdo contemporáneos.
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