Es Miércoles 24 de Abril, son las 9:49 de la mañana y estoy entrando al Hotel W, en Polanco. Cruzo el lobby y tomo el ascensor hasta el tercer piso donde ya se divisan varias estaciones de juego con (valga la redundancia) PlayStations Vita equipados con Soul Sacrifice; no les pongo mucho atención, después de todo no están funcionando aún y yo traigo el mio en el bolsillo con el mismo título, "Gracias Sony" pienso en voz alta y, hablando del rey de roma, veo entrar a Renzo. "¿Qué haces aquí pinche madrugadorrr? me dice, lo saludo y le doy un abrazo pero no le contesto, "Vengo a conocer a Keiji Inafune" me digo a mi mismo, aunque eso no sucederá hasta mucho más tarde.
LEER +