¿Cuántos años llevamos pidiendo un RPG de Pokémon para consolas caseras con entornos tridimensionales, crianza de monstruos, criaturas siguiendo al protagonista y decenas de horas de juego? Bueno, ya existe algo muy similar, y se llama Digimon Story: Cyber Sleuth. Aunque tal vez en Occidente esta franquicia no pegó tanto como la de Game Freak, logró convertirse en su propio fenómeno, uno que ahora llega por primera vez a PlayStation 4 con un estilo único y una historia llena de misterio y conspiraciones en un internet del futuro.
Digimon Story: Cyber Sleuth es el quinto juego de la serie, una que desde Nintendo DS ofrece experiencias de RPG por turnos con algunos giros que le otorgan una personalidad única a la franquicia. Con cross-save entre PlayStation 4 y PlayStation Vita, este título por fin fue localizado para nuestro continente después de gozar de un gran éxito en Japón. Los amantes del anime se sentirán muy contentos de saber que las voces originales se mantienen en japonés, mientras que los textos y menús se encuentran en un inglés muy sencillo y claro.
De la mano de Media.Vision, estudio conocido por desarrollar la serie Wild Arms, llega este RPG de alrededor de 30 horas en el que podemos atrapar, criar y hacernos amigos de más de 200 Digimon. Quizás lo que más llame la atención a primera vista sea el diseño de los personajes, que corre a cargo de Suzuhito Yasuda, famoso por su trabajo con la serie Shin Megami Tensei. La parte artística del juego es verdaderamente una explosión de talento japonés, con un look and feel bastante moderno y con música de Masafumi Takada, reconocido compositor con trabajos en pintorescas obras como la serie Danganronpa y No More Heroes.
El juego comienza en una sala de chat, en la que diversos avatares incluyendo el nuestro charlan sobre temas de moda como los hackers, los Digimon y Eden, la siguiente generación del internet a la que los usuarios pueden acceder físicamente. Es allí donde habitan las criaturas que le dan nombre al juego, y a donde somos invitados para formar parte de una nueva comunidad.
Podemos tomar el papel de Takumi Aiba o Ami Aiba, dependiendo del género de nuestra preferencia. Cambiar el nombre al protagonista también es una opción, pero el aspecto del avatar no podrá modificarse en ningún momento. Junto con dos amigos nos aventuramos en Eden, donde una extraña entidad nos otorga un dispositivo llamado Digimon Capture. Con este, podemos escanear, criar y comandar a los monstruos digitales. Al poco tiempo de comenzar la historia formaremos parte de un fenómeno a gran escala en el que usuarios de Eden caen en coma por una enfermedad desconocida, además de que vamos descubriendo grupos de hackers con malas intenciones y conocemos Digimon con planes de conquista que buscan revelarse contra los humanos.
El juego se desarrolla en dos planos distintos, en primera instancia está el mundo real, en el que tomamos el papel de investigador en Kuremi Detective Agency. Nuestra jefa, Kyoko Kuremi es la que nos va dando misiones con las que avanzamos en la historia, además de que hay decenas de tareas secundarias que le dan más vida al título. El mundo real es una representación fiel al Tokio que conocemos, con locaciones como Shinjuku, Akihabara y Nakano con todo y sus habitantes y tiendas de todo tipo. Por otro lado está el mundo digital, al que podemos acceder en cualquier momento desde diversas terminales. Este es el único plano en el que podemos utilizar Digimon, además de que es en Eden donde interactuamos más con los hackers y descubrimos qué está detrás del Eden Syndrome.
Al ser un juego más enfocado en la narrativa, Digimon Story: Cyber Sleuth peca en limitar la exploración. La mayoría de los mapas que visitamos en Eden son excesivamente lineales, con ramificaciones sosas en las que un camino te lleva a un cofre y el otro a la salida. En un juego donde en modo Hard debemos grindear por horas para subir de nivel a nuestros Digimon, no es nada agradable tener que recorrer el mismo pasillo una y otra vez buscando encuentros aleatorios con criaturas salvajes.
Afortunadamente, la manera de subir de nivel a nuestros aliados digitales no es simplemente a través del combate. En cualquier momento podemos acceder a la DigiFarm, en donde podemos depositar a nuestros monstruos en diversas islas virtuales y ponerlos a entrenar, recolectar objetos o resolver misiones secundarias con diversos resultados para el beneficio de nuestra aventura.
La manera de atrapar a los Digimon es bastante creativa. Cada vez que nos enfrentamos a uno, nuestro Digimon Capture lo escanea con cierto porcentaje de éxito, una vez que llegamos a 100% tras repetidos encuentros, podemos convertir la información recolectada en un Digimon a través de una computadora. Si queremos un Digimon más fuerte o con más habilidades, podemos esperar hasta tenerlo 200% escaneado, aunque evidentemente eso toma más tiempo.
No todo es salir a buscar combates aleatorios, también es posible evolucionar e involucionar criaturas que ya están bajo nuestro control para obtener diferentes resultados. Como saben, los Digimon tienen diversos caminos para evolucionar, por lo que necesitaremos de varias criaturas similares para poder tenerlas a todas. Gracias a la DigiFarm podemos subir de nivel a Digimon que no tengamos en nuestra party, de vez en cuando podemos acceder a la terminal donde los tenemos almacenados y hacer toda clase de experimentos para fusionarlos, evolucionarlos o regresarlos a formas anteriores para obtener habilidades específicas.
Cada Digimon tiene un límite de nivel, mismo que si queremos romper debemos llevarlos al nivel más alto y luego involucionarlos para iniciar desde cero con un límite más permisivo. Por ejemplo, para evolucionar a Black Agumon a Black Greymon debemos ser nivel 16, pero Black Agumon sólo puede llegar a nivel 15. Una vez que lo llevamos a su límite de nivel, involucionarlo a Koromon para empezar de cero será necesario para obtener lo que deseamos, a menos que escojamos otra ruta más fácil si lo que tenemos es prisa.
Definitivamente, si somos entusiastas del vano arte de coleccionar este juego será un deleite para nosotros. Además, no sólo se trata de llenar espacios en un catálogo, tener una gran variedad de Digimon nos permite elaborar diversas estrategias para vencer con éxito a un jefe, ya que los daños elementales, el tipo de Digimon y las distintas clases de ataques influencian nuestra eficiencia en combate.
Aunque el juego goza de un profundo sistema de colección de monstruos, peca de ser demasiado sencillo a la hora del progreso. Como mencionaba anteriormente, el diseño de niveles es en exceso simple, y elegir la dificultad Hard únicamente determina cuánto tiempo más tenemos que grindear o qué tan bien debemos elegir a los Digimon de nuestra party para aprovechar sus atributos contra el enemigo.
Desafortunadamente, Digimon Story: Cyber Sleuth termina por aburrir en sesiones largas de juego. Al ser de naturaleza portátil, tiene mucho más sentido llevar el juego en PlayStation Vita y aventarse sesiones cortas durante traslados o tiempos muertos, pero una vez que jugamos en PlayStation 4 cuesta trabajo meterse de lleno en una experiencia en la que básicamente sólo debemos presionar “X”, eso sin contar que existe la opción de poner combates automáticos y dejar a la computadora tomar decisiones por nosotros.
Digimon Story: Cyber Sleuth goza de un increíble trabajo artístico por parte de grandes de la industria, no obstante, en su versión de PlayStation 4 no pueden dejar de sentirse las limitantes de un juego portátil. El movimiento de los personajes es cuadrado al igual que los mapas, además de que los menús nos harán recordar en todo momento que no estamos frente a un título desarrollado para consolas caseras.
Se agradece el trabajo en el guión, mismo que nos pone en situaciones creativas y originales, como en misiones secundarias que involucran jerga de programación y eventos en los que tenemos que entrar al teléfono de un desarrollador de software y arreglar el código de una app venciendo a un Digimon hambriento.
Aunque no representa un gran reto, Digimon Story: Cyber Sleuth logra transmitir una magia única con una identidad propia que sólo puede existir de la mano de sus creadores. Su sistema de RPG por turnos, sus elementos artísticos y una interesante historia mantendrán enganchados a cualquier fan del género, sin importar si está familiarizado con el universo de Digimon o no.