Después de las bajas ventas de Wii U y 3DS hasta diciembre del 2013, y de que no se cumplieran los objetivos de ventas para el actual año fiscal, Nintendo tuvo que hacer reajustes en sus estimados para su cierre del año en marzo, reduciendo significativamente sus expectativas de ventas y replanteando sus estrategias de mercadeo.
Por tercer año consecutivo, Satoru Iwata se disculpó con los inversionistas de Nintendo en una reunión en Osaka, en seguimiento a su promesa del año pasado de regresar ganancias debido a los malos resultados del 2012. Sin embargo, aceptar la responsabilidad de las bajas no fue sinónimo de renuncia. Iwata se mantiene al pie del cañón y afirma que “no habrán cambios radicales en la administración al corto plazo”.
Mayor parte de la presión por parte de los inversionistas se basa en los buenos resultados de las ventas del Wii durante su periodo de vida, fenómeno que se esperaba replicar con el Wii U. Al no ser así, la primera justificación había sido la escasa librería de juegos y el enfoque al público casual; con el Wii U se apostó a títulos third party con franquicias como Mass Effect, Batman, Assassin’s Creed y Call of Duty para contrarrestar esta falta de títulos, sin embargo los resultados no mejoraron.
En palabras de Iwata: “Fallamos en alcanzar nuestro objetivo de ventas de hardware en la época de fin de año, que es cuando las ganancias alcanzan su pico más alto”. Este diez de enero las acciones de Nintendo bajar un 10% después de su punto de mayor éxito en hace más de dos años. Por lo pronto, Iwata se queda y replanteará su estrategia de mercado, ¿qué sorpresas nos traerá?
Fuente: Reuters