En los meses en los que se revelaron tanto el Xbox One como el PS4, hubo mucha especulación sobre si una o las dos compañías iban a poner restricciones a los juegos usados. Microsoft anunció en un inicio que sí iba a imponer esta clase de reglas, pero finalmente, después de unas semanas se retractó y las eliminó.
Sony no quiso hablar del tema cuando presentó el PS4 en Febrero pero en el E3 dejó en claro que para nada iba a implementar restricciones de este tipo en su nueva consola. De hecho, de acuerdo con Andrew House, presidente global del negocio de PlayStation, esta opción nunca estuvo en consideración dentro de la compañía:
“Desde que tuvimos nuestro evento en Febrero, hubo muchas preguntas sobre cuáles serían nuestras políticas. Y debo de decir que nos quedamos un poco perplejos, porque no teníamos la intención de cambiar un modelo que creo que nos ha funcionado realmente bien durante varios ciclos de vida de nuestras consolas”.
Por otro lado, el ejecutivo concede que aprovecharon el momento, ya que las acciones de la competencia y la reacción de los consumidores les hicieron sentir que la conferencia del E3 era realmente una buena oportunidad para dejar este punto claro.
Fuente: The Guardian
Vía: Polygon
