Este esperado videojuego sufrió un revés a finales del año pasado. Fumito Ueda, genio detrás de ICO y Shadow of the Colossus, abandonó Sony a principios de diciembre. Ahora trabaja bajo contrato para terminar el proyecto que finalmente Sony publicará. El director de Sony WorldWide Studios, Shuhei Yoshida, en una entrevista habló al respecto del desarrolló de este juego:
LEER +La semana pasada surgió un rumor en la red de que Fumito Ueda, el hombre detrás de ICO y Shadow of the Colossus, había dejado Sony. Aún falta que el propio Ueda confirme este rumor, pero algo que sí dio a conocer a través de Twitter el día de hoy es que aún se encuentra trabajando en The Last Guardian para el PS3, algo de lo que se tenía duda después de la supuesta información de la semana pasada.
LEER +Es una verdadera lástima que fuera de Japón sea imposible conseguir la edición especial de ICO & Shadow of the Colossus Collection; sin embargo, para nosotros los pobres que no podemos importarla de allá, nos queda el consuelo de este video. Pásenle para ver al buen Artemio mostrar esta verdadera joya de edición especial. Ojalá veamos en el futuro más ediciones así en nuestro continente. En serio, desde ya tendrían mi dinero y el de muchos otros videojugadores.
LEER +Las nubes hieren con su inmovilidad el cielo. Aguardo con quietud de roca, con estoicismo de montaña. No tengo boca. Soy un peñasco somnoliento. Duermo envuelto en mi piel de elefante. Hundido en un sueño de agujero negro, espero la nada. Me despierta el resplandor de una espada. Escucho un galopar. Me incorporo y mi cuerpo es un despeñadero. El sonido de cuatro patas pronto es el sonido de seis. Las flechas se clavan en mi carne. Una pequeña nube negra escapa de cada herida. Mi intención al moverme, como la de cualquier fugitivo, es huir, no dirigirme a un lugar. Pronto siento sus manos aferrarse a mi pelambre. Escala mientras me sacudo con terror. Como la paralizada oruga recibe el aguijón de la avispa, sufro cada estocada con estoicismo y resignación. Mi oscura sangre escapa en chorros hacia el aire. Grito de dolor (¿con qué boca?). Me derrumbo. En el último instante, mi vida entera de coloso dura sólo un instante. A medida que la espada se hunde en mi carne por última vez, me sumerjo en la nada. Los siglos que me precedieron se pulverizan. De mi cuerpo colosal sólo queda un despojo, una sombra.
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