Siempre he pensado que el cuerpo humano es una máquina maravillosa que ha sido perfeccionada a través de los años y que seguramente en otros miles, será aún mejor que la versión actual que estamos usando. Lo que más me gusta de este armatoste son los sentidos. Amo la comida, no puedo estar sin escuchar música, me fascina sentir el contacto de mi piel con la de otra persona, no podría vivir sin la fotografía y adoro los aromas de la naturaleza, como la tierra mojada o la combinación de olores en un bosque. Todo esto generalmente se suma en diferentes cantidades para dar lugar al que considero el sexto sentido: Nuestra capacidad de asombro. Y esto es algo que lamentablemente hemos perdido con los años. Por fortuna, los videojuegos todavía son una buena alternativa para darnos nuestra dosis diaria de maravilla que tanto nos hace falta. Y para todos aquellos que tengan ese vacío emocional, ya pueden ir a comprar Crysis 3.
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