La atmósfera era la adecuada: un viernes por la noche, el volumen de la TV alto, la sombra del poste de luz me muestra una ligera llovizna mientras el aire choca con la ventana de mi sala haciendo ruidos extraños y, frente a mí, Silent Hill Downpour. Todo estaba bien y era momento de jugar un nuevo Silent Hill. Estaba listo para lo que fuera y había preparado mentalmente a mi cuerpo para un frenesí de terror. ¿Cuál fue el resultado? Averíguenlo en la reseña a continuación.
LEER +