Por lo general a los desarrolladores japoneses siempre se les dio bien el experimentar con varios géneros al momento de crear sus juegos, sobre todo cuando hablamos de los RPG. Sin embargo con el paso de los años, la industria japonesa se ha visto rezagada frente a los estudios de occidente. Por fortuna aún existen algunas compañías como Compile Heart y Idea Factory, las cuales intentan refrescar con ideas novedosas a la industria de los juegos de consola. El ejemplo más reciente de ello es Omega Quintet, un JRPG que aunque retoma sus bases de los títulos clásicos de estrategia por turnos, combina los géneros de juego de rol y de simulación de idols con mecánicas de juego complejas y ambiciosas.
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