La semana pasada, les preguntamos cuáles eran los juegos que más se habían arrepentido de haber cambiado. Abrimos la caja de pandora de los recuerdos dolorosos. Todos hemos cometido errores en este rubro. Las prisas por disfrutar un juego muchas veces nos juegan malas pasadas. ¿Quieren saber si su comentario fue escogido? Sigan leyendo. Hay unos muy buenos. Sólo nos queda decirles: compartimos su dolor.
LEER +A todos nos ha pasado: acaba de salir el nuevo Zelda, el nuevo Resident Evil, el nuevo Halo, el nuevo God of War y no tenemos dinero. Tu mamá te manda a freír espárragos, tu papá te pide que laves su coche por los siguientes diez años, tu hermano anda más roto que tú y tus amigos están en las mismas. Entonces, en un momento de sombría lucidez, volteas a tu estante de juegos. Lo recorres lentamente en busca del juego que menos te guste. "¡Pero todos te traban!", grita tu cordura. Pero tal vez hay uno que menos... Necesitas tener ese nuevo juego ya y nada se interpondrá entre ti y ese maratón de todo el fin de semana frente a tu televisor con una caja de pizza que ya te vas saboreando. Entonces, tomas ese título que piensas que nunca más vas a volver a jugar y vas a cambiarlo a la tienda. Años después, en una plática de amigos alguien lo menciona y todos comienzan a hablar emocionados. Tú también vas a opinar, pero recuerdas que lo cambiaste para jugar algo que ni te gustó. Tu corazón se encoge, tus hombros se encogen y recuerdas con nostalgia tu mala decisión. ¿Tú, te arrepientes de haber cambiado algún juego? ¿Cuál?
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